Es increíble lo que está sucediendo con Carlos Mazón del PP, presidente de la Generalitat Valenciana. La oposición lo ha tomado como chivo expiatorio o cabeza de turco, y lo está atacando como si él fuera el responsable de la DANA en Valencia. Lo acusan de un desastre natural, lo cual resulta absurdo. ¿A dónde hemos llegado? Si Ximo Puig estuviera en el cargo, ¿acaso pasaría lo mismo? Es lógico que lo familiares estén "cabreadísimos", pero Mazón no es el Dios de las aguas.
El 29 de octubre 2024, en la estación meteorológica de Turís (Valencia), se registraron 184,6 litros de lluvia por metro cuadrado en una hora, lo que supone un récord histórico en España, superando los 159,2 litros por metro cuadrado acumulados en Vinaròs (Castellón) en 2018. Además, en un periodo de 24 horas, la estación de Turís recogió 771,8 litros por metro cuadrado, con una precipitación máxima de 42 litros por metro cuadrado en solo diez minutos. Para ponerlo en perspectiva, el récord absoluto en 24 horas sigue siendo de 817 litros por metro cuadrado, registrado el 3 de noviembre de 1987 en Oliva (Valencia).
Ante esta magnitud de precipitaciones, resulta absurdo señalar a Mazón como responsable de la catástrofe. ¿Podría ser responsable de no haber dado la alerta roja unas horas antes? Tal vez; pero pensar que con una alerta roja (una alerta roja no salva una casa de una inundación) se podría haber controlado una DANA de tal intensidad es una falacia. ¿Quién es Mazón para detener un fenómeno meteorológico de esta magnitud? Ni Moisés habría podido frenar esta cantidad de agua.
Es increíble cómo algunos medios de comunicación tergiversan los hechos. Se le podría cuestionar por una posible falta de previsión o por no haber estado en su puesto de trabajo en un momento clave, pero el gobierno del PSOE y los ministerios de las respectivas áreas también tienen responsabilidad en la gestión de emergencias. Este acoso y derribo contra Mazón del PP parece más una estrategia política que una crítica objetiva sobre la gestión de la crisis.
Es importante analizar los hechos con rigor y no utilizar un desastre natural para ataques políticos desmedidos. La prioridad debe ser la mejora de los sistemas de prevención y respuesta ante fenómenos meteorológicos extremos, no la politización de una tragedia. Se le acusa del ser yonqui de la mentira, de acuerdo que ha mentido para defenderse, pero no es culpable de la DANA. Un aviso previo no hubiera evitado el desbordamiento de las aguas pluviales. Debe ser juzgado por mentir en gestionar mal las rieadas, pero no por la DANA
Lamentamos las muertes 227 víctimas por una catástrofe natural de magnitudes impredecible.
Pero dónde quedan los responsable de las Obras Públicas del Estado de no encauzar, años atrás, el Barranco del Poyo, y las presas que no se hicieron, cuando Valencia esta es un zona inundable desde siglos como aquella inundaciones Valencia de 1957, que hubo que desviar el cauce del Turia.
Por qué no se ha realizado todavía la reconstrucción de la zona. No se ha pagado las indemnizaciones prometidas.
Lo que sí advierto a Mazón y a todos los políticos, es que cuando se ha cometido un error o una negligencia se debe asumir rápidamente, porque se pasa a un estado de dignidad. Pero si para salvar la honestidad de la periodista se empiezan a echar embustes, al final te cogen, y ya no hay vuelta atrás. Te conviertes en mofa de la gente y pierdes el respeto de tus votantes. ¿Y qué queda: dimitir? Mentir es como una bola de nieve que al rodar poco a poco se va haciendo más grande hasta que te cubre y anula.