ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

domingo, 20 de octubre de 2024

RETRATANDO A PERSONAS ANÓNIMAS, por David Ferández Hidalgo

 

RETRATANDO A PERSONAS ANÓNIMAS

por David Fernández Hidalgo

 

 Iván Kramskói, un pintor y crítico de arte ruso del siglo XIX, es conocido no solo por sus retratos de figuras históricas y culturales de su época, sino también por sus retratos de personas anónimas, un aspecto destacado de su obra que refleja su enfoque humanista y filosófico del arte. En una época en la que el arte estaba predominantemente dedicado a la glorificación de figuras nobles y poderosas, Kramskói eligió representar a personas comunes, capturando en sus rostros emociones y una profundidad psicológica inusuales para el arte ruso de su tiempo.

Contexto histórico y el círculo de los "Peredvizhniki"

Kramskói fue una figura clave en el movimiento de los Peredvizhniki (los "Itinerantes"), un grupo de artistas que se rebelaron contra la Academia Imperial de las Artes de San Petersburgo, buscando una forma más realista y accesible de representar la vida cotidiana. Estos artistas abogaban por la creación de arte con conciencia social, que reflejara las luchas y la vida de las clases trabajadoras y campesinas de Rusia. Aunque el realismo social fue uno de los ejes de los Peredvizhniki, Kramskói no se limitó a un enfoque puramente documental, sino que también dotó a sus retratos de una profunda carga emocional y filosófica.

Los retratos de personas anónimas realizados por Kramskói a menudo carecen de un trasfondo elaborado o de referencias explícitas a la clase social o la ocupación del retratado. A diferencia de muchos artistas de la época, que se centraban en la pompa y el estatus de sus sujetos, Kramskói prefería profundizar en el individuo, capturando su esencia y el "alma" detrás del rostro. Esta atención a la dimensión psicológica de sus modelos contribuyó a que su obra fuera no solo estética, sino también reflexiva y empática.

La famosa "Desconocida"


(copia al óleo de David Fernández Hidalgo)

Uno de los ejemplos más célebres del enfoque de Kramskói en personas anónimas es su retrato titulado La desconocida (1883). Este retrato, que muestra a una mujer elegante y enigmática en un carruaje, ha fascinado a críticos y admiradores durante generaciones debido a su ambigüedad. La identidad de la mujer nunca fue confirmada, lo que ha generado numerosas teorías y especulaciones.

Lo que destaca en La desconocida no es solo la riqueza de su vestimenta, sino la expresión intrigante que Kramskói le confiere. Aunque parece fría y distante, el retrato sugiere una historia no contada, un mundo interno de emociones y pensamientos complejos. Kramskói fue capaz de transmitir una sensación de misterio y melancolía a través de su pincelada, mostrando a la mujer como un reflejo de las ansiedades y aspiraciones de la sociedad rusa en un momento de cambio.

Humanismo y arte

El enfoque de Kramskói hacia los retratos anónimos refleja su creencia en la dignidad intrínseca de cada individuo. Para él, el arte no debía limitarse a glorificar a las élites o representar escenas idealizadas, sino que debía capturar la humanidad de todos, independientemente de su posición social. Este compromiso con el retrato de lo cotidiano y lo humano resuena profundamente con las ideas del realismo, pero también anticipa elementos del modernismo, en su deseo de explorar la interioridad emocional de sus sujetos.

La obra de Kramskói sigue siendo relevante hoy en día, no solo por su maestría técnica, sino por su capacidad para conectar con los sentimientos y experiencias universales de las personas. Al retratar a los anónimos, Kramskói ofrece una visión democratizadora del arte, donde cada rostro cuenta una historia y cada individuo tiene un valor intrínseco digno de ser representado.

Iván Kramskói transformó el género del retrato en Rusia, dotándolo de un nuevo significado y relevancia social. Sus retratos de personas anónimas no solo destacan por su técnica, sino por la profundidad con la que aborda la humanidad de sus sujetos. A través de su obra, Kramskói nos invita a mirar más allá de las apariencias superficiales y a reconocer el valor y la complejidad de cada ser humano, independientemente de su estatus o fama.

David Fernández Hidalgo 

Alicante,20-10-2024