Para este Gobierno informar es un «peligro»
El colmo de la hipocresía es que el Gobierno se niegue a facilitar el número de efectivos policiales, además de miembros del equipo de Moncloa y del PSOE, que participaron en el gigantesco despliegue organizado con motivo de la declaración ante el juez Peinado de la doblemente imputada mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez. Y decimos que es el colmo de la hipocresía porque el pretexto esgrimido para no responder a la pregunta planteada por Vox en el Congreso es que de hacerlo ello supondría un «potencial peligro para actividades presentes y futuras». O sea, que como no le da la gana de informar sobre el descomunal plan de protección personal a la mujer del presidente se inventa un inexistente riesgo para no se sabe quién ni cómo.
El trato dispensado a Begoña Gómez fue desproporcionado a todas luces, una sobreprotección que no se justifica bajo ningún punto de vista. La declaración de la mujer del presidente del Gobierno movilizó a un número de efectivos policiales inaudito por su cuantía que controló los accesos a los juzgados de una forma insólita tratándose de una ciudadana que no es autoridad del Estado -aunque ejerza como tal- ni ostenta un cargo de responsabilidad política. La pregunta parlamentaria era absolutamente pertinente y lo que resulta impertinente es la respuesta del Gobierno. ¿Qué es eso de que responder a una pregunta de la oposición conlleve un «potencial peligro»? ¿Es que acaso está en jaque la seguridad del Estado o la integridad de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad?
Preguntar cuántos efectivos policiales participaron en el despliegue para blindar a Begoña Gómez no es comprometer a nada ni a nadie. Y la respuesta del Gobierno de Sánchez es un soberbio ejercicio de chulería propio de quien ha hecho cisco las más elementales normas de transparencia en una democracia. Así es como entiende Sánchez el derecho a la información. ¿Desde cuándo informar es un peligro?