En este contexto, se plantea una situación de creciente tensión diplomática entre España y México, alimentada por posturas internas de partidos políticos españoles que, lejos de alinearse con el Gobierno central, optan por apoyar la decisión de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, de vetar al Rey Felipe VI en su toma de posesión. Este hecho ha puesto de manifiesto las divisiones internas en España, especialmente entre quienes promueven una visión republicana o independentista y aquellos que sostienen la monarquía y la unidad del país.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido no asistir al evento, probablemente como muestra de descontento por la exclusión del monarca, el Rey Felipe VI, quien representa no solo a la Corona, sino también a una parte significativa de la estructura política e institucional de España. Sin embargo, sus socios de coalición, como ERC, EH Bildu, BNG y algunas figuras de Podemos y Sumar, han mostrado una actitud desafiante. Estos partidos han manifestado abiertamente su respaldo a la soberanía y decisiones políticas de México, criticando a la monarquía española y su rol histórico en la colonización, así como su carácter no democrático, al ser un título hereditario.
La postura de estos partidos refleja una clara falta de unidad en momentos en que se esperaría una posición conjunta del Gobierno español ante un conflicto diplomático de este calibre. ERC, a través de su portavoz Gabriel Rufián, ha insistido en la necesidad de respetar la soberanía de México, defendiendo su sistema republicano. Similarmente, el BNG, con Néstor Rego, ha aprovechado para criticar a la Corona, subrayando el daño histórico causado por la colonización y el hecho de que la monarquía no es elegida democráticamente.
En tanto, desde EH Bildu, la portavoz Mertxe Aizpurua ha desviado el foco hacia otro tema internacional, mencionando la crisis en el Líbano y el papel de Israel, lo cual puede interpretarse como un intento de evitar ahondar en las tensiones sobre la relación entre España y México o como una crítica a las prioridades internacionales del Gobierno.
La participación de representantes de estos partidos en la toma de posesión de Sheinbaum subraya su voluntad de diferenciarse del Gobierno central y sus críticas a la monarquía, mostrando que, en este caso, la lealtad a su ideología y el rechazo a la Corona pesan más que cualquier consideración diplomática o de unidad nacional.
En resumen, este episodio refleja la tensión constante entre sectores políticos que promueven un modelo republicano o independentista y los defensores del actual sistema monárquico en España. La decisión de algunos partidos de asistir a la ceremonia en México es vista como un acto de desafío a la unidad nacional, y pone de manifiesto las fracturas internas en el país, donde la democracia y el patriotismo se enfrentan a debates sobre la identidad, la soberanía y el pasado colonial.
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Cuando España gobernaba Nueva España (México) por 300 años, no existía el México actual. Ni España de los Reyes Católicos era la España actual, ni los italiano son los romanos de antes ni los árabes omeyas los emires de Catar o Arabia Saudita. Son cuestiones absurda para alimentar la prensa y tv. Es decir, desviarnos de los asuntos reales y que nos preocupan como el desempleo, sanidad,. inmigración y que el psoe es un desastre.
La ignorancia de la Historia es muy atrevida: Enlace:https://www.nuevoimpulso.net/2024/10/los-aztecas-era-un-pueblo-de-asesinos.html