El mentiroso de Pedro Sánchez no quiere que hablemos de sanchismo ni autoritarismo, pero a este paso nos lo va a tatuar en la frente con un martillo que es inocente como un niño en primer día de escuela. Su última genialidad es tan surrealista que Kafka estaría tomando notas. Ahora pretende camuflar sus líos políticos y judiciales con un "plan de acción por la democracia" que, básicamente, suena a: “Vamos a controlar los medios, pero por vuestro bien, claro”. Y quién mejor para supervisar todo que la CNMC, que es tan neutral como un árbitro con la camiseta del equipo local. Según él hay que detener la "maquina de la fango" antes de que un "Trol de Mentiras" se lo lleve su chiringuito como un sunami. Juns es como una hormiga mecánica en la oreja, que no deja pensar en el "no es no".
Este es el presidente más intervencionista de la historia, el mismo que ve la separación de poderes como una sugerencia opcional, que se rodea de amiguetes como si fueran sus compinches de toda la vida, y aún así, tiene el descaro de decir que va a mejorar la transparencia y la pluralidad. Es como si un pirómano prometiera mejorar la seguridad contra incendios. Mientras tanto, con el dinero de todos, financia un ejército de publicistas que hacen que el No-Do de TVE parezca un documental imparcial. Ah, y si alguien se le ocurre criticarlo, seguro que acaban en una lista negra bajo el epígrafe de "pseudomedios", "maquinista del fango" o "terrorista de la ifnromación".
Pero claro, esto no es un simple intento de controlar los medios; no, no. Es parte de su gran plan, abrazando la agenda de la izquierda populista con el mismo entusiasmo con el que un perro encuentra una hamburguesa en la calle. Ahora quiere decidir qué medios son "veraces" – spoiler: los que a él le convengan – y de paso, limitar las competencias de las comunidades autónomas. Porque, ¿quién necesita autonomía cuando tienes un presidente que sabe lo que es mejor para todos? Lo de Koldo, los viajecitos de Ábalos con “amigas” y las amnistías son problemas menores que, por supuesto, no merecen ni un minuto de nuestra atención. Y de lo la Bego, la de la cátedras se va a quedar en nada en la Audiencia Nacional, porque el juez Peinado no puede seguir jugando más con los escorpiones mecánicos de al Moncloa.
Y no nos engañemos, la próxima parada en este tren hacia el autoritarismo a la iberoamericana es meter mano a los jueces. Así, la única justicia será la que sirva al sanchismo, y todos tan contentos. Yo me conformaría con un plan de acción por la democracia que empezara con algo tan revolucionario como respetar la ley, la Constitución, y no tratar a los ciudadanos como si fuéramos personajes secundarios en su culebrón de poder. Pero claro, eso sería pedir demasiado.
Sánchez gobierna a base se ocurrencias y mucha puesta en escena como de las pensiones en la puerta del bunker la Moncloa sobre una mesa de cristal. Acuerdo que firman para que el obrero trabaje más años para cobrar la pensión. No puede sali a la calle porque le abuchean. 32 leyes le has sido rechazadas por el Congreso.
En fin que Dios nos pille confesados porque nos queda Kafka-Sanchez para rato.
Huy miércoles en la sección de control del Gobierno ha dicho irónicamente Bolaños que los tres años que quedan de legislatura se e que va a hacer muy largo a la oposición, pero al gobierno se le va hacer una cuesta arriba insoportable.
Ramón Palmeral
Pintor y escritor alicantino
