Es
el ministro para lo que le ordena Pedro Sánchez [ya dijo Puente que Pedro el era el "puto amo"]. Una especie de chico
de los recados de su gran jefe. El ministro de Transportes y Movilidad
Sostenible, Óscar Puente Santiago, habla de todo y contra todos menos de
lo que le compete: el caos ferroviario imperante. Mientras en plena
canícula estival media España se achicharra en unos trenes paralizados,
los viajeros se desesperan sin climatización adecuada que les lleva a
romper las ventanas, los retrasos se acumulan, el colapso de nuestras
infraestructuras se desborda y la presidenta de la Comunidad de Madrid,
Isabel Díaz Ayuso, denuncia más de quinientas incidencias en los vagones
y estaciones de Cercanías en la capital, el ilustre vallisoletano, a
quien no le gusta ejercer como nacido en esa provincia, cuna por cierto
de cultura y lengua castellanas, arremete con furor contra el PP, los
jueces, el Tribunal Supremo y los periodistas que no le gustan...
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Como dijo Zapatero, esta España hay que removerla, está muy tranquila.