La evidencia de un pacto entre Puigdemont y los Mossos y sus mandos, es que se le permitió dar un mitin de 10 minutos. En este tiempo era visible y después se esfumó entre bastidores, porque el escenario era doble. Si el juez Llanera quiere hacer la vista gorda que lo haga, pero es tan evidente un pacto previo que solo los tontos se lo creen.
Puigdemont no ha salido de España porque no está en su jaula dorada de Waterloo. Seguramente esté en el pirineo gerundense de vacaciones. Y aquí pasará las vacaciones de verano. Existen los geolocalizadores de los móviles de Puchi, de Turuul y de otros allegados. Esto no saben usarlos los Mossos ni el CIS.
El fallo de Puigdemont es que pensó que con su anunciada aparición el parlamento catalán iba a paralizar la votación o investidura de Illa, esto le salió mal. Porque por dos veces Junts pidió la suspensión de la investidura.
Dijo que si él, Puigdemont, no era presidente entregaría su acta, es lo único que le queda por hacer a este payaso de circo.
Ramón Palmeral