Londres 5-07-2024.- El Partido Laborista ha ganado las elecciones de este jueves y, sobre todo, el Partido Conservador las ha perdido estrepitosamente (por culpa del Brexit que ha hecho más pobres a los británicos). La sensación es que el primer ministro actual Rishi Sunak ha pagado por su desastre y sobre todo por todo lo que ha salido mal desde que su partido gobierna: severos recortes de los servicios públicos y, sobre todo, el Brexit. La crisis generada por la salida de la UE del Reino Unido desató el caos en el partido de los Torys y en el Gobierno británico donde llegaron a sucederse hasta tres primeros ministros en los últimos cinco años.
Los Laboristas pedirán la entrada de nuevo en Europa, no se puede vivir en la una "isla social" en los tiempos globales es los que vivimos. Lo malo de esto es que entrarían de nuevo con la condiciones draconianas que me impongan con entrad en el Euro €, inmigración, fronteras, y menos ombliguismo.
Traduccion simultanea
London 07-5-2024.- The Labor Party has won this Thursday's elections and, above all, the Conservative Party has lost them miserably (due to Brexit, which has made the British poorer). The feeling is that the current Prime Minister Rishi Sunak has paid for his disaster and above all for everything that has gone wrong since his party has governed: severe cuts to public services and, above all, Brexit. The crisis generated by the United Kingdom's exit from the EU unleashed chaos in the Tory party and in the British Government, where up to three prime ministers succeeded one another in the last five years.
Labor will ask to enter Europe again, you cannot live on a "social island" in the global times we live in. The bad thing about this is that they would enter again with the draconian conditions that they impose on me with entry into the Euro €, immigration, borders, and less navel-gazing.
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El Partido Laborista de Keir Starmer ha ganado por una aplastante mayoría absoluta las elecciones generales celebradas el jueves en el Reino Unido, mientras que los conservadores de Rishi Sunak han sufrido la peor derrota de su historia tras 14 años en el poder.
Con 599 de 650 escaños ya adjudicados este viernes, la formación de centroizquierda suma ya más de 400 escaños, de 202 en la última legislatura, con lo que va en camino de registrar su mejor resultado desde el récord de 418 logrado en 1997 por el antiguo dirigente Tony Blair.
El Partido Conservador de Rishi
Sunak se hunde por su
parte en una crisis sin precedentes, con solo 103 escaños de momento, de 365
logrados en los comicios de 2019, que ganó Boris Johnson con su promesa de
ejecutar el Brexit, que fue un desastre evidente y manifiesto. Que en la práctica no ha funcionado. España y Benidorm se llenó de negocios britanicos. La huida fue masiva.
Sunak felicita a Starmer
Tras conocer su reelección como diputado por la circunscripción norteña de Richmond y Northallerton, Sunak ha admitido que "el Partido Laborista ha ganado estas elecciones", mientras que su rival, Keir Starmer, ha celebrado el triunfo y declarado que "el cambio empieza ahora".
"¡Lo hicimos!", ha dicho un exultante Starmer en un discurso ante sus partidarios, en el que ha asegurado que el país tiene ahora "la oportunidad de recuperar su futuro".
A su juicio, los británicos van a despertar hoy para descubrir que "finalmente se ha quitado un peso de los hombros de esta gran nación".
Por su parte, Sunak ha felicitado por su victoria al líder laborista y se ha disculpado por los pobres resultados de su formación.
"Hoy, el poder cambiará de manos de manera pacífica y ordenada, con buena voluntad de todas las partes. Esto debe darnos confianza a todos en la estabilidad de nuestro país y su futuro", ha afirmado.
El primer ministro ha reconocido que hay "mucho de lo que aprender y reflexionar" ante la debacle de su partido y asume "la responsabilidad por la pérdida de muchos candidatos conservadores que han trabajado duro".
Con cara de circunstancias, Sunak ha pedido perdón y ha adelantado que viajará a Londres desde su circunscripción en el norte inglés para dejar la jefatura del Ejecutivo, a la que "ha dado todo", y dará más detalles sobre los próximos pasos.
........................Hay que reconocer las derrotas....................
REGRESAR A EUROPA
El nuevo Gobierno británico se compromete a «reiniciar» las relaciones con la Unión Europea.
En un mundo globalizado no hay otro camino para elevar el nivel de vida de los británicos.
Starmer quiere proyectar la máxima buena vecindad, pero al mismo tiempo, no quiere parecer impaciente por desentrañar los espinosos detalles del Acuerdo de Comercio y Cooperación
El nuevo inquilino de Downing Street, el laborista Keir Starmer, presentó este miércoles una hoja de ruta con la que quiere poner fin a la política divisoria para contrarrestar «los daños del populismo» y el ascenso de la extrema derecha, materializado en Reino Unido con la entrada en los Comunes del partido Reforma, de Nigel Farage.
Tras conseguir mayoría absoluta en las elecciones del 4 de julio poniendo fin a catorce años de era conservadora, el nuevo Ejecutivo presentó sus propuestas legislativas centradas, ante todo, en recuperar la estabilidad económica. En este sentido, el Proyecto de Ley de Responsabilidad Presupuestaria obligará a que cada evento fiscal esté sujeto a una evaluación de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (el organismo independiente que fiscaliza las cuentas del Gobierno) para garantizar que los errores del «minipresupuesto» de la fugaz primera ministra toryLiz Truss no se repitan.
En una monarquía parlamentaria cargada de tradición, la apertura del Parlamento se lleva a cabo por el monarca, en su calidad de jefe de Estado. La agenda leída por Carlos III incluyó una reorganización de las leyes de planificación para impulsar la construcción de viviendas y la inversión en infraestructura, el establecimiento de una empresa energética de propiedad pública y un plan para devolver a la propiedad pública las fallidas redes ferroviarias privatizadas.
«Ha llegado el momento de levantar el pie del freno en el Reino Unido. Durante demasiado tiempo, los ciudadanos han sido forzados a quedarse atrás. Sus trayectorias vitales han venido determinadas más por su origen que por su talento o por su duro esfuerzo. Las nuevas leyes nos ayudarán a recuperar el control y establecerán las bases del cambio real que este país reclama a gritos», señalaba el primer ministro.
Tras arrasar en las urnas, podría haber tirado la casa por la ventana como hizo Tony Blair en 1997 anunciando un cambio drástico de políticas que, entre otras, incluía salario mínimo nacional, referendos sobre la devolución de poderes en Escocia y Gales e incluso la independencia del Banco de Inglaterra.
Pero Starmer sigue apostando por la cautela. No hubo sorpresas. Es más, rescató incluso tres proyectos del anterior Gobierno conservador de Rishi Sunak que, pese al apoyo de los diputados, no llegaron a salir adelante por de adelanto electoral: la prohibición gradual de la venta de tabaco a menores, el refuerzo de los derechos de los inquilinos en las viviendas de alquiler y una nueva entidad reguladora del mundo del fútbol.
Por otra parte, si bien el llamado «Discurso del rey» incluyó un compromiso con una «fuerte defensa basada en los valores de la OTAN», no se especificó un calendario para aumentar el gasto en defensa del 2,3 al 2,5 por ciento del PIB, a medida que más países de la alianza atlántica piden a sus aliados que aumenten la partida en medio de los grandes desafíos políticos que además se enmarcan ante la cada vez más probable reelección de Donald Trump en Estados Unidos. El vínculo histórico que une Londres con Washington permanecerá sea quien sea esté en la Casa Blanca.
No obstante, tras los turbulentos años del Brexit, la política exterior del nuevo Ejecutivo laborista está marcada por el nuevo «reinicio» que quiere establecer con la UE. Es complicado estimular la economía sin un alivio sustancial de las fricciones en la frontera con el mercado único a donde, de momento, no se va a regresar. Tampoco a la unión aduanera.
Starmer quiere proyectar la máxima buena vecindad, pero al mismo tiempo, no quiere parecer impaciente por desentrañar los espinosos detalles del Acuerdo de Comercio y Cooperación. El conocido por pacto de divorcio firmado en su día por Boris Johnson contempla su propia revisión en 2025. Y los laboristas no quieren desaprovechar la oportunidad.
En la UE no hay apetito por reabrir arduas negociaciones. Pero como prueba de que ambas partes quieren, en efecto, acercar posturas, están los planes de celebrar una primera cumbre bilateral en los próximos meses. Según Financial Times, funcionarios de la UE y Reino Unido han confirmado que se está considerando una cumbre –similar a la que el bloque celebra periódicamente con terceros países como India y China– como parte de los esfuerzos para restablecer la relación bilateral.
La UE no ha celebrado una cumbre formal con el Reino Unido desde que abandonó el bloque en 2020. En su lugar, ha trabajado a través de comités técnicos creados en virtud del Acuerdo de Comercio y Cooperación firmado con el divorcio.
Ante los desafíos globales, se recalcó también el apoyo «inquebrantable» a Ucrania ante la invasión rusa y el compromiso con una solución de dos Estados ante el conflicto de Oriente Medio.