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Esta decisión de la Fiscalía Europea aleja del caso al juez Peinado del Juzgado número 41 de Madrid, quien ni siquiera había podido citar personalmente a la imputada. Ella no ha firmado nada y, por lo tanto, no ha sido notificada judicialmente, lo que implica que no está obligada a comparecer.
Sentar a esta mujer en el banquillo de los acusados es prácticamente imposible. Manos Limpias no verá a Begoña Gómez enfrentando un juicio. Una persona inocente se presentaría voluntariamente ante el juzgado con su abogado y colaboraría con el juez para esclarecer los hechos; sin embargo, estamos hablando de la esposa del presidente Pedro Sánchez, un experto en eludir la verdad y la responsabilidad.Es difícil localizarla y se evade constantemente. Desde Europa, no se puede hacer mucho, ya que es necesario delegar en la policía española y en otro fiscal español.
El juez Peinado le ha hecho un favor al no lograr citarla. Si el Senado la citara, no asistiría a menos que fuera detenida, lo cual no sucederá por ser una sospechosa.
Ningún agente judicial puede acercarse a Begoña Gómez para entregarle una citación judicial. Los procedimientos de la Ley de Enjuiciamiento Criminal son obsoletos, remontándose al siglo XIX.
Todo este proceso se eterniza en el tiempo y, eventualmente, prescribirá, porque no se podrán reunir todas la pruebas, para ello hay un equipo de ingeniería financiera y judicial. Y si ella decide irse a Estados Unidos, por una temporada, encontrarla para citarla se convierte en una tarea casi imposible para la policía estadounidense. ¿Le han retirado en pasaporte? Ella no lo necesita porque no es diplomática, pero viaje en el grupo de los diplomáticos, y no pasa por los filtros policiales de pasaportes.
Enlace al máster de la Transformación Social Competitiva de Begoña Gómez
