ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

miércoles, 26 de junio de 2024

LA CHECA DEL MONASTERiO DE LA SANTA FAZ DE ALICANTE

 

¿QUÉ ERA LAS CHECAS O CHEKAS?

En la España republicana, también recibieron el nombre de «checas» los locales que durante la Guerra Civil utilizó en la retaguardia el gobierno republicano con ayuda de técnicos rusos, a través del Departamento Especial de Información del Estado (DEDIDE) primero y del Servicio de Información Militar (S.I.M.) creado por Indalecio Prieto en agosto de 1937,1​ después; así como diferentes partidos políticos y sindicatos del Frente Popular, para detener, saquear, interrogar, torturar, extorsionar y finalmente ejecutar en su caso, en la mayoría de las ocasiones, sin apertura de causa. Desde ellas, y también desde las cárceles, se realizaban las temidas ‘sacas’ en las que los milicianos conducían a los detenidos a la muerte, por venganza de bombardeos.

LA CHECA DEL MONASTERIO DE LA SANTA FAZ DE ALICANTE

Cuando los españoles teníamos superada y olvidada la Guerra Civil (1936-1939), llega el socialista José Luis Rodríguez Zapatero y no endiña, sí endiña, el Ley de Memoria Histórica 52/2007 “1.- La presente Ley tiene por objeto reconocer y ampliar derechos a favor de quienes padecieron persecución o violencia, por razones políticas, ideológicas, o de creencia religiosa, durante la Guerra Civil y la Dictadura, promover su reparación moral y la recuperación de su memoria personal y familiar, y adoptar medidas complementarias destinadas a suprimir elementos de división entre los ciudadanos, todo ello con el fin de fomentar la cohesión y solidaridad entre las diversas generaciones de españoles en torno a los principios, valores y libertades constitucionales”.

 Y cuando llega un alumno aventajado de Zapatero al poder como es otro socialista Pedro Sánchez,  saca la Ley de Memoria Democrática 20/2022. Preámbulo: “Desde el fin de las guerras civiles y conflictos mundiales  [mentira las guerras mundiales siguen en Ucranaia con la invasión rusa y en Gaza con el ataques a Israel y toma de ciento de rehenes por Hamás] que asolaron Europa en el siglo XX, y especialmente desde el Holocausto, el impulso de las políticas de memoria democrática se ha convertido en un deber moral que es indispensable fortalecer para neutralizar el olvido y evitar la repetición de los episodios más trágicos de la historia. El firme compromiso con la pedagogía del «nunca más» se ha convertido en un imperativo ético fundamental en las sociedades democráticas en todo el mundo”  Su principal objetivo es perseguir el franquismo de posguerra. Se olvida la “violencia roja” de la primavera del 36 (ante del 18 de julio) (libro de Sergio Campos y José Antonio Martín, en Espasa), por parte de CNT, FAI, milicianos sueltos, anarquistas y comunistas, contra los perdedores de la CEDA (república de derechas), con persecución, detenciones, torturas en las chekas republicanas y asesinitos por pistoleros de falangistas, empresarias, gente de derechas, sacerdotes y monjas,  indiscriminadas mientras las gobernadores civil frentepopulista miraban para otro lado, siguiendo consignas del gobierno que había ganado las elección del 36, pero eso no daba derecho a una caza de cedistas. Queda abierta la veda para investigar sobre la Guerra Civil. En los gobiernos autonómicos gobernados por PP y Vox, se cambian estas leyes partidistas y subjetivas por Ley de la Concordia (juzgar a republicanos y sus víctimas).

Pero si esta bien que hayan salido las leyes de Memoria y Democrática para que los investigadores objetivos estudien a los dos bandos

 

Profesores e investigadores de la Universidad de Alicante

Como Alicante fue retaguardia durante los tres años de guerra, su Universidad ha sido centro de estudios de la Guerra Civil, con archivos importantes como el Municipal de Ayuntamiento  o Archivo Histórico Provincial de Alicante y el Archivo de la Democrática en la propia Universidad, con firmas tan reconocidas como Vicente Ramos, Glicerio Sánchez, Martínez Leal, Martín Sáez, Gerardo Muñoz, Pablo Rosell… y la lista sigue y sigue. Me voy a detener en el Monasterio de la Santa Faz de Alicante, que además de incendiado y salvada la reliquia, se utilizó como  taller de aviación y checa.  Acertado lugar como refugio ya que la aviación italiana no bombardeaba las iglesias ni templos religiosos.

 

 ¿Qué era las checas o chekas?

Una checa era la instalación utilizada durante la guerra civil española en la zona republicana para detener, interrogar, torturar, juzgar de forma sumarísima y ajusticiar al margen de las leyes a sospechosos de simpatizar con el bando sublevado​ Las checas fueron utilizadas principalmente por algunas personas o grupos relacionados con partidos y sindicatos que operaban en la zona republicana.4

Por lo general, estas instalaciones eran conocidas por la calle donde se encontraban, o bien por el nombre de quien las dirigía. Aparte de las que dependían de organismos del Estado —como la conocida Checa de Bellas Artes, más tarde de Fomento, dependiente del Comité Provincial de Investigación Pública—,varios partidos políticos, ateneos, comités, sindicatos u organizaciones vinculados al Frente Popular o a la Confederación Nacional del Trabajo dispusieron de una checa. 

 

 

En Alicante hubo 8 checas (por Miguel Ors Montenegro UA):

 

"La Causa General de Alicante recoge dos informes sobre "checes",

es decir, sobre cárceles de organizaciones políticas y sindicales en las que

presuntamente, se torturaba y asesinaba" Tales informes fueron realizados, terminada

la guerra, por la 115 Comandancia de la Guardia Civil y por la Diputación de Alicante

(42). Desde nuestro punto de vista, la existencia de este tipo de cárceles secretas  en

la mayor parte de los casos, dudosa  cosa es que los presos que pudieron narrar su

experiencia prefirieran contar que habían permanecido en "checas"  no como en

realidad ocurrió, en lugares habilitados como cárceles. Así, en el caso de Alicante el

informe de la Guardia Civil menciona nade menos que 8 "checas" en la ciudad. Alguna

tan pintoresca como la llamada "checa del hotel Samper", por ser allí donde fue

primeramente recluido el general García Aldave. Lo que fue un trato de favor por

tratarse de un general, se convierte después de la guerra en una "checa"'

Naturalmente, no faltaba la acusación a un partido -se decía que estaba controlada por

Izquierda Republicana- y su mayor acicate, por la Masonería".


Según Vicente Ramos en su libro La Guerra civil (1936-39) en la provincia de Alicante (Tomo 1) dr Vicente Ramos Pérez Ediciones Biblioteca alicantina Depósito legal A-5-1973 ISBN 300-5506-1, El convento de la Preciosísima Sangre de Cristo en Alicante (siglo XVIII) fue convertido en checa por el Frente Popular e 1936. Es un edificio religioso situado en pleno casco histórico alicantino, integrado hasta 2019 por monjas canónigas agustinas de clausura y actualmente vacío, y que fue construido inicialmente como Real Colegio de la Compañía de Jesús, donde los jesuitas residieron e impartieron enseñanza hasta su expulsión.

 

SANTA FAZ DE LUGAR DE CULTO, A FABRICA DE AVIONES (Facebook).

 El monasterio de la Santa Faz o monasterio de la Verónica es un lugar de culto de los alicantinos, construido entre los siglos XVI y XVIII. La estructura arquitectónica de la iglesia es el resultado de las diferentes intervenciones sufridas a lo largo de la historia, muy especialmente la que se llevó a cabo en el siglo XVIII, que le confirió su actual aspecto barroco.

En su interior desde hace siglos se ha guardado la imagen de la Santa Faz es el rostro de Jesucristo que se conserva en una tela.

El monasterio de Santa Faz se encuentra en la pedanía alicantina aunque una parte de esta pedanía también pertenece al pueblo de San Juan.

Este lugar de culto durante la proclamación de la II república, tuvo la suerte de sobrevivir a los incendios de lugares religiosos que se sucedieron el 11 de mayo del mismo año, gracias al entonces alcalde alicantino Lorenzo Carbonell, que tras haber llevado a parte de las monjas de la ciudad de Alicante durante los disturbios a este lugar consiguió amortiguar a las masas consiguiendo que no fuera saqueado y incendiado el lugar.

 

El 18 de julio de 1936 comienza la guerra civil y los milicianos de la ciudad no tardan en hacerse con el control de la capital alicantina sembrando el pánico en todos aquellos que han conspirado contra la república religiosos o los llamados de derechas.

El 26 de julio de 1936 el alcalde de la pedanía de Santa Faz, Antonio Ramos Alberola (Tonico Santamaría) es alertado de que se divisa una columna de humo que sale del pueblo de San Juan, se trata de la parroquia San Juan Bautista que está siendo asaltada por los grupos de milicianos, es cuando preocupado por que pueda ocurrir lo mismo en el monasterio de la Santa Faz el alcalde del lugar acompañado de Vicente Rocamora Onteniente corren al monasterio para intentar salvar todo lo posible antes de la llegada de los milicianos poniendo en juego sus vidas, consiguen llegar al camarín donde se encuentra guardada la imagen de la Santa Faz y alertados por algunos vecinos que escuchan disparos y cánticos revolucionarios acercándose se apresuran y rompiendo el cristal que protege la imagen la meten en un capazo de la compra y salen corriendo hacia la casa del alcalde, donde pertenecerían escondidos con la Santa Faz, a los pocos minutos llegan camiones con milicias que se detienen en la plaza de la iglesia y comienzan a saquear y destruir el interior del monasterio y la Iglesia que posteriormente son incendiados.

 

TESTIMONIO DE UN VECINO DEL LUGAR

 Mi madre me solía contar lo que ocurrió en el 36 en Santa Faz ella tenía 43 años entonces y vivía en la misma plaza me contaba que vio desde su ventana como llegaron camiones con milicianos que gritaban, "curita, monjita donde estáis" mientras disparaban al aire sus armas, entraron y quemaron todo. También me contaban como mientras ardía el monasterio y la iglesia unos ataban cuerdas a la cruz que había de piedra en la plaza y atando la cuerda en un camión arrancaron la cruz mientras otros disparaban sus armas a las imágenes de los santos que había en la entrada de la iglesia y que fueron tirados contra el suelo. (blog: Restos de la Guerra Civil en la provincia de Alicante)

El monasterio y la iglesia de la Santa Faz tras el ataque de los milicianos queda sin ninguna función hasta 1937 en que se instalan parte de la S.A.F. (Servicio de Aviación y Fabricación) que durante la guerra se fabricarían partes de los aviones.

También funciono como cheka. (Restos del guerra civil en Alicante, portal en Facebook).

No se ha podido averiguar la actividad de la checa de Santa Faz, por la desatención burocrática del Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca, donde se halla la Causa General de Alicante (no digitalizada).

 

Se salvó la reliquia de la Santa Faz

Al comenzar la Guerra Civil Española de 1936-39, se inician los ajustes de cuentas, venganzas y asesinatos en ambos bandos. Alicante, al quedar en zona republicana, cae en los primeros meses de la guerra bajo el poder de milicianos que asesinan por doquier a personas de derechas, sacerdotes y monjas, asaltando, quemando o destruyendo edificaciones e imágenes religiosas.

El 26 de julio de 1936 los milicianos asaltan el Monasterio y la Iglesia de la Santa Faz. Arriesgando su vida, Vicente Rocamora Onteniente acompañado por el alcalde pedáneo Antonio Ramos Alberola (Tonico Santamaría) entran en el camarín y tras romper el cristal sacan la Santa Faz escondiéndola. Tras pasar la noche en la casa del alcalde pedáneo, la reliquia es trasladada en tranvía o en vehículo municipal (según las versiones) a la Diputación Provincial donde es almacenada en la caja fuerte. Posteriormente el Alcalde comunista Rafael Millá y el exalcalde Lorenzo Carbonell salvarían la reliquia de caer en manos de funcionarios del gobierno que requisaban objetos valiosos.

El camarín de la Santa Faz quedó intacto, pero el resto de la Iglesia fue devastado y sus imágenes y altares quemados por milicianos comunistas y anarquistas.

Una vez terminada la Guerra Civil, el Monasterio (que había sido usado como taller de reparación de motores de aviones) es restaurado y se construye un nuevo altar, según los planos del arquitecto Juan Vidal Ramos y gracias a las donaciones de Manuel Prytz. El alcalde de Alicante solicitó que fueran las monjas Clarisas, par atender y cuidar sel Monasterio.

 

La Guerra Civil en Alicante (notas de un artículo de Gerardo Muñoz)

Tras fracasar la rebelión militar en la ciudad de Alicante, se produjo durante los días siguientes el arresto de todas aquellas personas que habían participado en la sublevación o que se habían manifestado simpatizantes de la misma. Algunos de ellos ya se encontraban en la cárcel previamente, como la plana mayor alicantina de la Falange y su fundador, José Antonio Primo de Rivera.

El 1 de septiembre se constituyó en la ciudad el Tribunal Popular, con jurisdicción sobre toda la provincia, compuesto por 14 miembros de las organizaciones del Frente Popular y presidido por dos jueces y el exfiscal de la Audiencia Vidal Gil Tirado.

Desde el 6 de septiembre hasta final de año, el Tribunal Popular pronunció 125 sentencias de muerte, según Francisco Moreno Sáez, siendo los reos fusilados. Uno de ellos fue Primo de Rivera, ejecutado el 20 de noviembre.

Nueve días después de la muerte del fundador de la Falange, se produjo la única saca que hubo en la ciudad. Medio centenar de falangistas que se hallaban encerrados en la cárcel y el reformatorio de adultos, fueron sacados por milicianos y fusilados en el cementerio.

No fue el único acto violento e incontrolado que se produjo en Alicante por aquellas fechas. Durante el mes y medio anterior a la constitución del Tribunal Popular también se llevaron a cabo arrestos ilegales y siniestros «paseos» de personas sospechosas de colaborar o simpatizar con los golpistas o de ideología derechista.

Estas ejecuciones ilegales, según Moreno, «fueron denunciadas desde las propias páginas de la prensa. Unas veces por el propio Gobernador Civil, que amenazaba en un bando el 28 de julio con "la ejecución inmediata de la máxima pena", a quienes realizaran actos "contra la vida o la propiedad ajena"; otras, eran organizaciones, como la CNT alicantina, repudiando tales actos y rechazando de plano la implicación de la organización en registros y detenciones irregulares "que sólo merecen el calificativo de monstruosos"». Sin embargo, lo cierto es que muchos de estos asesinatos fueron cometidos por milicianos, algunos de ellos cenetistas.

Informes

En abril y agosto de 1939, a petición del primer alcalde franquista, Ambrosio Luciáñez Riesco, el conserje-administrador del cementerio alicantino elaboró sendos informes en los que relacionó las víctimas de fusilamientos y asesinatos durante la guerra civil, cuyos cadáveres habían sido enterrados en dicho camposanto. Algunos no habían sido identificados todavía y muchos estaban siendo exhumados para ser trasladados a sus poblaciones de origen.

Según estos informes, conservados en el Archivo Municipal, entre el 12 de septiembre de 1936 y el 1 de julio de 1938, fueron inhumados 123 hombres, que habían sido fusilados en el Parque-Escuela frente al Cuartel (42), detrás de las tapias del cementerio (14), en el Campo de Tiro de Font-Calent (10), en la Prisión Provincial (5) o dentro del cementerio (52).

El número de asesinados desde el 11 de agosto de 1936 al 5 de abril de 1937 ascendía a 135 (62 en carreteras, 50 en el cementerio, 22 en la checa de la Santa Faz y 1 en el Mercado). Entre ellos había dos mujeres: María Rosa Serra Cruañes, asesinada en una carretera el 5 de abril de 1937 junto con otra persona, y Delfina Oloriz Mombiela, natural de Zaragoza, linchada en el Mercado el 27 de noviembre de 1937. De esta última no hay más constancia documental, ni siquiera en la prensa de la época, lo que resulta extraño, ya que, a pesar de estar en guerra y formar por tanto la violencia parte de la vida cotidiana, un suceso tan insólito como un linchamiento en el mercado tendría que haber sido recogido como noticia, aunque fuese en un suelto. De María Rosa Serra sabemos, gracias a Glicerio Sánchez Recio, que fue detenida y asesinada junto con su marido, Antoliano Pérez Prats, el 19 de marzo de 1937 (y no el 5 de abril, como dice el informe del conserje del cementerio) en la playa ilicitana de La Marina, por unos agentes de vigilancia. Ambos eran maestros nacionales y residían en Santa Pola.

El total de derechistas represaliados en Alicante, según dichos informes, fueron 258. De ellos, según cálculos de Francisco Moreno y Miguel Ors, solo 55 eran vecinos de Alicante.

Noticias de familiares fusilados por milicias

El 9 de agosto de 1939 el gobernador civil ordenó a los alcaldes de la provincia que recabaran toda la información posible sobre las víctimas derechistas. El alcalde alicantino publicó un anuncio en la prensa y, como consecuencia de ello, durante los días siguientes se recibieron en el Ayuntamiento numerosos escritos en los que se daba noticia de los fallecidos o desaparecidos.

Desaparecidos solo había dos: Francisco Vogel, de 31 años, natural de Lucerna (Suiza) pero domiciliado en la ciudad, empleado de una casa exportadora de vinos, que según su viuda fue detenido el 5 de noviembre de 1936 junto con un alemán que le acompañaba en la Explanada, cerca de las oficinas de Air France, «por miembros de la CNT y FAI y llevados al cuartel de ellos (convento de las monjas)»; y el oculista José María Ruiz Olmos, detenido por milicianos en la clínica donde trabajaba el 23 de noviembre de 1936, sin que se le hubiera vuelto a ver, «dándose como seguro que le asesinaron. Según las últimas gestiones practicadas parece ser que el cadaver fué arrojado al mar», escribió su hermano.

Los demás se sabía dónde habían sido enterrados, como el presbítero José Cerdá Pastor, de 54 años, asesinado el 19 de agosto de 1936 en la carretera de Madrid, en el término de Monforte; o Federico Picó Giner, cura de la parroquia de San Francisco, de 54 años, llevado por milicianos el 28 de septiembre de 1936 a «un centro que había en la misma calle de Gerona esquina á la de Castaños», de donde lo sacaron al día siguiente para asesinarlo «en la Carretera de San Vicente junto al último cruce del tranvía antes de llegar al pueblo»; o José María Gómez Guillén, detenido el 26 de septiembre de 1936 y conducido por milicianos «a la Checa que tenía instalada la CNT en el Convento de las Monjas de la Sangre», siendo hallado su cadáver dos días después «en las proximidades de la Venta de la Guapa (Carretera de Ocaña)»; o Rafael Flaquer Martín, teniente coronel de Infantería y delegado gubernativo en Alicante durante la dictadura de Primo de Rivera, asesinado el 7 de noviembre de 1936 en un barranco próximo a la Albufereta?

Respeto por las tumbas de las víctimas (de un bando)

El 4 de abril de 1940, el ministro de la Gobernación ordenó a los Ayuntamientos que adoptasen «medidas oportunas que garanticen el respeto a los lugares donde yacen enterrados las víctimas de la revolución marxista (?), a fin de que no quede sepultura alguna aislada en estado de abandono».

El 1 de mayo siguiente, el alcalde informó al gobernador civil de que «todos los cadáveres y restos inhumados en diversos lugares se trasladaron ya al Cementerio Municipal de Nuestra Sra. del Remedio y en él ocupan diferentes sepulturas. En estado de abandono, olvido o descuido no hay ninguno, que se sepa».

(Tomado del artículo de Gerardo Muñoz en Información titulado “Paseos y sacas”)

 

 

Historia Santa Faz, tomado de Wikipedia

El 26 de julio de 1936, durante el transcurso de la Guerra civil española, el complejo monacal fue asaltado por milicianos comunistas, aunque Vicente Rocamora Onteniente acompañado por el alcalde pedáneo Antonio Ramos Alberola (Tonico Santamaría) entraron en el camarín que custodiaba la reliquia y consiguieron ponerla a salvo. La iglesia fue devastada, quemando el retablo mayor de estilo barroco, destrozando las estatuas de la fachada y la pila bautismal, renacentista.4​ Posteriormente el templo fue utilizado como fábrica de aviones y el monasterio como checa,: "La Guerra Civil (1936-39) en la provincia de Alicante" Volumen 1 Vicente Ramos Pérez ed. Biblioteca Alicantina D.L. A-5-1973 ISBN 300-5506-1. Una vez terminado el conflicto, fue restaurado, erigiendo un nuevo altar obra del arquitecto Juan Vidal Ramos.

………….

Que por investigar las víctimas en la checa o cheka de Santa Faz (Alicnate)

 

Extracciones realizadas por Ramón Fernández Palmeral

Alicante 26 de junio de 2024

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Otro día hablaremos de los 83 bombardeos de la aviación italiano-alemana sobre Alicante, y del magnífico sobre de Pablo Rossell. "Bombas sobre Alicante"

ENLACE: Checas de Valencia

-¿Conoce la represión republicana en Alicante años 30? por Pascual Rossel