ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

martes, 18 de junio de 2024

Décimo aniversario de la coronación de Felipe VI

 

                                     (Familia Real de España 2014)

Décimo aniversario de la coronación de Felipe VI

El 19 de junio de 2024 se conmemora el décimo aniversario del ascenso al trono de Felipe VI de España. Desde su proclamación el 19 de junio de 2014, Felipe VI ha desempeñado su papel con una clara vocación de servicio y modernización de la monarquía, ganándose el respeto y el afecto de muchos ciudadanos españoles. Este aniversario es una oportunidad para reflexionar sobre las ventajas y desafíos de la monarquía parlamentaria en España, comparándola con la alternativa de una república.

¿Por qué es mejor un rey que un presidente de la República?

La monarquía parlamentaria presenta una serie de ventajas sobre un sistema republicano, especialmente en el contexto español. A continuación, se analizan algunos de estos beneficios:

  1. Continuidad y Renovación: La monarquía garantiza una continuidad en la jefatura del Estado, lo que proporciona estabilidad en tiempos de cambios políticos. Mientras que los presidentes de república deben ser elegidos periódicamente por partidos políticos, lo que puede generar incertidumbre y divisiones, un rey ofrece una figura constante y apolítica que puede actuar como árbitro imparcial en momentos de crisis.

  2. Imparcialidad y Unidad: En una república, el presidente suele estar afiliado a un partido político y, por tanto, es difícil que actúe de manera completamente imparcial. Esto puede exacerbar las divisiones políticas y sociales. En cambio, un monarca no está atado a ninguna formación política, lo que le permite representar a todos los ciudadanos por igual, convirtiéndose en un símbolo de unidad nacional.

  3. Representación Internacional: Los monarcas, por su posición y formación, suelen tener una notable capacidad de representación en el ámbito internacional. Este rol simbólico y diplomático puede ser beneficioso para el país en la escena global, aportando prestigio y continuidad en las relaciones exteriores.

  4. Economía y Eficiencia: Aunque pueda parecer costoso mantener una familia real, los costes pueden ser comparativamente menores que los de mantener una presidencia de la república, especialmente considerando los gastos recurrentes de las elecciones y los beneficios vitalicios que suelen recibir los expresidentes. Además, la continuidad en la jefatura del Estado evita los gastos asociados a las transiciones presidenciales.

Lecciones de la Historia

La historia de España proporciona ejemplos que ilustran los riesgos de un sistema republicano mal gestionado. Durante la Segunda República Española, el presidente Manuel Azaña, afiliado a la Izquierda Republicana (ID) y aliado del Frente Popular, no logró estabilizar el país. Su gestión se caracterizó por una falta de habilidad política, orgullo excesivo, inseguridad y conflictos con el estamento militar, lo que contribuyó al estallido de la Guerra Civil Española, un conflicto devastador que cobró alrededor de medio millón de vidas.

La monarquía como garantía de estabilidad

Un jefe de Estado elegido en las urnas no es garantía de seguridad ni de estabilidad. Ejemplos como el de la actual República Francesa, con el presidente Emmanuel Macron, demuestran que incluso en democracias consolidadas, los presidentes pueden enfrentar serios desafíos sociales, laborales y económicos, llevando a una división significativa de la nación, crecéndole los extremismos.

En contraste, la figura del rey en España, al estar designada por nacimiento y reconocida constitucionalmente en el Título II "La Corona" artículos 56 a 65, evita las luchas de poder en la cúspide del Estado. Esta sucesión hereditaria, aunque pueda parecer anacrónica en una era racionalista, asegura que el monarca no sea utilizado por intereses políticos, lo que lo convierte en un mediador efectivo y respetado.

Las Infantas Leonor y Sofia representan continuidad, sin alteraciones ni contratiempos, ya que su preparación es la adecuada para sucederle en la Corona, es decir: reinar.

Conclusión

La monarquía parlamentaria en España, con Felipe VI al frente, ofrece una combinación única de continuidad, imparcialidad y eficiencia económica. En su décimo aniversario, es pertinente reconocer el papel estabilizador y unificador que ha desempeñado el rey, destacando cómo su figura puede representar mejor los intereses de todos los ciudadanos frente a un sistema republicano potencialmente más divisivo y costoso.

Es decir, que esta Familia Real es lo mejor que nos ha podido pasar a los españoles en estos tiempos de que más que nunca necesitamos unidad.

¡Larga vida a Felipe VI!

Ramón Palmeral

Alicante