«La mente me diría que no tocara nada, pero entiendo que jugamos a otra cosa. Hay que ser valiente y cambiar cosas, a pesar de que gusten las que ya hay». De ahí que su objetivo sea reinvertarse a sí mismo: «Buscamos un nuevo DiverXO, redefinir el prisma creativo con un adn con ramificaciones diferentes. Sigo teniendo hambre y sigo creyendo que lo mejor está por llegar». Consciente de ser una persona obsesiva diagnosticada, sabe que es justo lo que le ayuda a conseguir lo que quiera. También el hecho de tener un «back office» importante, ya que Muñoz se rodea del mejor talento para que ocupe todas las áreas de una empresa que respira modernidad: «Que estén a mi alrededor me hace ser más creativo, libre y eficiente».
Porque, según sus palabras «es muy necesario profesionalizar todo lo que pasa fuera del restaurante». Por eso, reconoce que trabajar hoy en el UniverXO no tiene nada que ver a cómo se hacía hace años, de ahí que se haya convencido de que es posible avanzar desde «un punto de vista empático y sosegado».No se puede cocinar para gente hambrienta. El arte de la cocina es un mundo cerrado.
¿Qué te llevarías a una isla? 'Una simpática para acabar', le adelantaba Lana: Si solo pudieras llevarte tres ingredientes a una isla desierta, ¿cuáles serían? No tardó en contestar Muñoz. ‘Aceite de oliva, seguro; alguna legumbre que pudiera plantar y cocinar de forma fácil, y los chiles. ¡No podría vivir sin los chiles!’.
Frase célebre: "Todo el mundo se une a los famosos y gente con éxito"