Fallece el pintor alicantino Javier Sarrió
Los restos mortales del artista de 69 años se encuentran en el tanatorio La Siempreviva de Alicante, donde se ofrecerá un responso a las 18.30 horas de este martes
El artista alicantino Javier Sarrió falleció en la noche del lunes a los 69 años de edad tras ingresar el mismo día en el Hospital de San Juan. Los restos mortales del pintor descansan en la sala número 1 del tanatorio La Siempreviva de Alicante (Vial de los Cipreses, 2), donde a las 18.30 horas se ofrecerá un responso, antes de ser incinerado, como era su voluntad, según ha señalado su compañero durante 45 años Juan Luis Ceballos.
Artista autodidacta, Javier Sempere Sarrió era un maestro del color, le gustaba decir que pintaba "desde el sentimiento" y sus composiciones, buena parte de ellas paisajes y bodegones, eran fácilmente identificables por su estilo propio. Nacido en Alicante en 1954, siempre mostró su pasión por las artes plásticas desde niño, aunque nunca estudió en escuelas de arte, pero su obra fue reconocida con numerosos premios, como la Primera Medalla de Pintura en el Salón de Otoño de Madrid en 1994, y mostró sus obra en numerosas exposiciones, tanto individuales como colectivas, dentro y fuera de España, como EE UU, Cuba o Suiza. Dedicado y prolífico, en el año 2002 llegó a reunir en una exposición en la Lonja de Alicante 250 de sus obras.
El Club INFORMACIÓN acogió algunas de sus últimas exposiciones y en 2013 dedicó una retrospectiva a dos décadas de su pintura a través de medio centenar de obras, Sarrió. Poesía y color. Dos décadas (1990-2013), donde incluía algunas de sus creaciones más arriesgadas en nuevos formatos y donde daba un paso atrás en su estilo impresionista con un nuevo gesto más arriesgado, en una muestra de su constante aprendizaje.
Nunca ocultó su admiración por los pintores impresionistas y su respeto por artistas vanguardistas como Pollock o Rothko. «Yo he aprendido a base de ver museos y absorbiendo la amalgama de los clásicos y las vanguardias. Al ser autodidacta, ahora me obligo a ser disciplinado y no dar cambios bruscos, pero sí a generar nuevas facturas sin perder mi sello de identidad», explicaba entonces el propio Sarrió, que siempre fue un apasionado del color y en sus últimos años quería que este dirigiera sus creaciones, también en pequeño formato, y como él mismo explicaba, "el color lo acepta todo: el cielo puede ser rojo y un árbol, azul".
Su obra forma parte de colecciones de los ayuntamientos de Alicante, El Campello, Sant Joan y Finestrat, la Casa de Cultura de Denia, Ibermutua , Cruz Ropja Española, la Cámara de Comercio de Alicante, el Banco Bilbao-Vizcaya o la Fundación Amigos de Madrid.
Vinculado a los artistas de su generación, también era conocida su generosidad y su faceta altruista colaborando con ONG como Intermón, Cruz Roja o Cáritas, entre otras entidades sociales. También mantuvo una estrecha colaboración con La Habana, donde viajó y expuso su obra con carácter benéfico en varias ocasiones y donde reside un ahijado suyo, de 21 años.
Su primera exposición individual en Alicante fue en la galería de arte Simón en 1983 y las últimas se desarrollaron en 2015 entre Alicante y Madrid, donde expuso en la Asociación Española de Pintores y Escultores de Madrid.
!Que en Paz descanse¡
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