El caso Rubiales es un ejemplo actual en agosto de 2023. Aunque es cierto que sus actos en el Mundial de Fútbol Femenino de Australia, donde, por cierto, ganó España, son deplorables, imperdonables y vergonzosos. El Altavoz del Frente (hoy televisión, videos, fotos) ha puesto al descubierto la mala educación y el machismo de un presidente de la RFEF que no puede estar en su cargo ni un minuto más. Dicho esto, también es cierto que ha hecho uso de la manipulación de la opinión pública por algunas ministras del gobierno de turno, en este caso, de Pedro Sánchez, presidente en funciones.
Enrique Benítez en Opinio de Información:
"La primera imagen que podemos recrear es la de Luis Rubiales con Jenni Hermoso. En un alocado intento de autodefensa, desde la propia Real Federación Española de Fútbol parece haberse difundido una imagen manipulada o distorsionada (cuando menos) de ese momento bochornoso que ya ha pasado a nuestra particular historia nacional de la infamia. En España se lee poco y se estudia menos sobre la teoría y la ética de la imagen".
Como escribe Mabel Vásquez:
"La manipulación de la opinión pública es un proceso mediante el cual se busca influir en las creencias, actitudes y percepciones de una audiencia específica para lograr un resultado deseado. Este proceso se lleva a cabo a través de diversas técnicas que buscan influir en la opinión pública de forma intencional y a menudo oculta. Existen varias estrategias para lograr resultados satisfactorios". La manipulación de la opinión pública es un tema constantemente debatido y su estudio requiere un análisis en profundidad de cuestiones sociopolíticas. Los políticos estadounidenses y británicos tienen una ventaja significativa debido a su experiencia en elecciones, sondeos y manipulación de masas en comparación con otros países. Sin embargo, incluso aquellos con una experiencia aparentemente sólida a veces cometen errores notables, como en el caso del Brexit y la controvertida suspensión del Parlamento británico por Boris Johnson".
Recientemente, hemos sido testigos en los medios de comunicación de un esfuerzo por influir en la opinión pública en relación con la situación de los inmigrantes a bordo del barco Open Arms. Los medios han mostrado constantemente imágenes de los inmigrantes y sus desafíos individuales al intentar llegar a las costas de Lampedusa, Italia. Se ha enfatizado la negativa de Salvini a permitir su desembarco, lo que finalmente llevó a su caída política.
Este enfoque mediático, a veces excesivo, parece diseñado para generar simpatía hacia los inmigrantes y presionar a las autoridades para que tomen medidas. En este caso, se desplegó el buque de acción rápida de la Armada Española, el Audaz, en una misión que involucraba recoger solo a 15 inmigrantes. La vigilancia y el rescate de inmigrantes no son tareas típicas de la Armada, sino de la policía, lo que plantea preguntas sobre los motivos detrás de esta operación y su exposición mediática.
Este ejemplo no es aislado, ya que España rescató a más de 23,000 inmigrantes del mar el año pasado. Los partidos políticos a menudo utilizan estos eventos para demostrar su solidaridad y ganar apoyo público, como se hizo en el caso del barco Aquarius.
La sobreabundancia de información a la que está expuesta la opinión pública dificulta discernir entre lo que es verdadero y lo que no lo es, entre la información objetiva y la manipulación. Esto también se refleja en la incapacidad de los servicios de inteligencia para evaluar la validez de la información que reciben en investigaciones específicas.
Otro método utilizado por los gobiernos para manipular la opinión pública es la difusión de rumores o bulos, que pueden generar reacciones en la opinión pública antes de que se revele su falsedad. Esto se ha visto, por ejemplo, en la discusión sobre la prohibición de los vehículos de combustión interna.
En última instancia, el beneficio político a menudo prevalece sobre el bienestar general, lo que plantea preguntas sobre la ética de los políticos que utilizan estos métodos. La manipulación de la opinión pública a través de estos medios es una estrategia común en la política actual, y es importante que el público aprenda a cuestionar siempre la información que recibe y a buscar fuentes confiables y verificables.
Ramón Palmeral.
