Trabajadores desprotegidos, playas contaminadas y leyes arrinconadas: el rentable negocio de desguazar barcos en Bangladés
Más del 80% de buques europeos y del este y sudeste asiático se desmontan en tres playas de Asia para ahorrar costes, eludiendo normas internacionales, en un proceso peligroso para las personas y el medioambiente, denuncia Human Rights Watch
Madrid -
Rakib estaba cortando una pieza de hierro de un barco en ruinas en un desguace de Bangladés
cuando una barra de hierro cayó y le cortó la pierna izquierda y otra
le atravesó el estómago. Sus compañeros tardaron casi una hora en
rescatarlo. Como estaba trabajando en plena noche, no había transporte y
tuvieron que llevarlo a hombros al hospital más cercano, que se negó a
tratarlo debido a la gravedad de sus heridas. Finalmente, lograron
encontrar un coche y lo trasladaron a un centro médico mayor, en
Chittagong. Los propietarios del astillero para el que trabajaba
ordenaron que solo le suministraran cuidados básicos y, al cabo de días,
la pierna se le gangrenó. Su madre tuvo que endeudarse para que fuera
tratado en una clínica privada. Desde entonces, la familia intenta en
vano recibir algún tipo de compensación de la empresa. “Tengo 20 años y
este accidente arruinó por completo mi vida”, dice Rakib.
Su testimonio es uno de los más de 40 recogidos por la ONG Human Rights Watch (HRW) en un informe publicado este jueves en el que denuncian que “más del 80% de los buques de compañías europeas y del este y el sudeste asiático terminan al final de su vida útil en tres playas del sur de Asia: Chattogram en Bangladés, Alang en India y Gadani en Pakistán”. Los propietarios de estos barcos evaden la legislación internacional para realizar este proceso de manera más económica, pero mucho menos segura para el medioambiente y para los trabajadores, de los cuales alrededor de un 13% son niños, denuncia la ONG.