Ramón Fernández Palmeral
LA CIUDAD ROMANA DE ACINIPO EN RONDA
Recuerdos de expediciones de juventud
La antigua ciudad malagueña de Ronda siempre me ha cautivado, imantado, atraído, impresionado, por su historia. Aquí están las cenizas del cineasta Orson Welles en la finca que fue del matador de Antonio Ordoñez, entregadas al torero por la hija Beatrice Welles, el 7 de mayo de 1987. Aquí pasó unos meses de invierno el poeta checo Rainier Maria Rilke entre finales del 1912 y febrero de 1913, para escribir las Elegías de Duino. Tiene la plaza de toros más antigua de España 1785. La verdadera Carmen, de la ópera-cómica de Bizet, inspirada en la novela de Merimée, no era ni sevillana ni trianera, era oriunda de la Serranía de Ronda.
Hoy, voy a rememorar la perdida ciudad romana de Acinipo, cerca de Ronda en España, cuyo anfiteatro tenía un aforo para a unas 2.000 personas:
Recuerdo que, hace más de 50 años sobre 1966 estuvimos con el grupo GEMA (Grupo espeleológico y Montañero de Málaga), al que yo pertenecía, visitando el abandonado anfiteatro romano de Acinipo de Ronda (entonces no se había excavada nada). Saliendo de Ronda hay que tomar la carretera A-374, dirección Sevilla y luego la MA-7420, dirección norte. A unos 20 km de Ronda km se hallaba el solitario anfiteatro de Acinipo. Tanto Acinipo como Arunda (Ronda) coexistieron en tempo de los romanos Era invierno y había una niebla densa como de cortinas de satén. Nos impresionó entre la niebla ver un gran muro construido con sillares piedras de la zona, jamás habíamos visto algo parecido solitario páramo, a unos cien metros había una cortijada típica de la serranía como zona dedicada a labranza. Era como un trozo de muro de piedra gris y la grada no estaba escavada. Estábamos en plena sierra en invierno hacía frío con vista a la sierra de Grazalema. (No encuentro fotos de ese día).
Nuestro jefe de grupo nos llevó hasta allí por casualidad, éramos unos jóvenes interesados por las cuevas, las pinturas rupestres y los placeres arqueológicos, sin tener una formación académica o formativa adecuada, sino mucha intuición o amor por la historia. Entonces, no se había excavado nada, ni siquiera existía la Junta de Andalucía ni el actual yacimiento arqueológico de Acinipo.
Vimos los restos del teatro romano como una ruina en medio de la nada, pero por aquel entonces yo no sabía nada de esta ciudad romana perdida en el tiempo, hasta que la ha estudiado recientemente:
Acinipo no es Ronda la Vieja
El nombre de Acinipo se compone de un primer elemento Acini y otro ippo, que significaba 'ciudad' en la lengua tartesia. Se halla sobre una elevada meseta de unos 1.000 metros sobre el nivel del mar, ocupa una posición estratégica en pendiente con tierras de gran fertilidad agrícola. Según las actuales excavaciones arqueológicas. descubren una serie de cabañas circulares protohistóricas localizadas en las últimas excavaciones realizadas en la ciudad indican que la mesa fue ocupada por primera vez en el Neolítico Edad del Cobre (3.000 a.C.), en los siglos IX y VIII a.C. Los íberos entran en contacto con los fenicios establecidos en la costa de Málaga después de ser vencidos los focenses en Córcega. Una zona la de la Serranía de Ronda que tuvo influencia de tartessos (valle del Guadalquivir) y fenicios en el I milenio, según el arqueólogo Juan Antonio Martín Ruiz.
“A lo largo del I milenio a. C. las comunidades indígenas asentadas en la Serranía de Ronda entraron en contacto con los colonizadores fenicios llegados del otro extremo del Mediterráneo. Como resultado se produjo un amplio desarrollo económico y social con la introducción de nuevas técnicas como pueden ser la metalurgia del hierro, las viviendas con esquinas en ángulo recto, el torno de alfarero o la escritura”.
Me aventuro en la hipótesis de que Acinipo era un poblado turdetano prerrománico, saqueados y esclavizados y convertida en una colonia de lotes para romanos veteranos. Es a partir de 209 a.C. cuando Escipión el Africano (apelativo por la victoria en la batalla de Zama) saqueó de Cártago Nova (Cartagena) en la segunda guerra púnica, que es cuando los romanos dominaron todo el arco Mediterráneo hasta Hispalis en Hispania.
Esta colonia de soldados veteranos romanos no se quedaba no muy lejos de Arunda (Ronda), tomada como centro de operaciones con la fortificación del castillo de Laurel. Veteranos a los que se podían aducir en caso de rebelión. Ronda se convirtió en una de las 29 ciudades más importantes del Imperio Romano en la Bética, así como la población cercana (unos 20 kilómetros) de Acinipo cuyos habitantes llagaron a tener los mismos privilegios que los ciudadanos del imperio en Roma. No obstante, el momento de mayor esplendor de estas dos ciudades tuvo lugar a finales del siglo I a.C., como puede deducirse de las grandes construcciones como el anfiteatro aludido, y un posible acueducto, es un baluarte y guardián de un territorio amplio y abierto de la campiña Serrana de Ronda, para cultivar en amplia y suaves colinas pobladas de montes y dehesas espacio agrícola y ganadero que conformaba una variedad de cultivos de cereales, olivares, almendros, viñas, madera con encinas y alcornocales con bellotas para la fauna autóctona como el ciervo, cabra montés, jabalíes y caballos
El Imperio Romano estuvo presente en la península ibérica durante siete siglos, desde que en el año 218 a.C. cuando hiciera su entrada desembarcando en Ampurias (Gerona) hasta que en el siglo V d.C. llegasen los Visigodos tras la caída del Imperio Romano de Occidente en 476. En estos siete siglos tuvieron suficiente tiempo construir una compleja red de calzadas, acueductos, numerosas ciudades con puertos, de mayor o menor tamaño como Acinipo, cruce de calzadas entre Malaca e Hispalis (Sevilla) para comunicarse con Augusta Emérita (Mérida) y la Ruta de la Plata.
Dieciséis siglos después de la caída del Imperio Romano siguen quedando importantes restos arqueológicos por toda la península y muchos de ellos, no descubiertos e ignotos para siempre. Nos queda mucho por saber e investigar, muchos descubrimientos se lo debemos a hispanistas extranjeros con el erudito investigador alemán Lothar Berrmann. Sin embargo, para ver y descubrir nos hace falta más cultura en el campo arqueológico y puesto que, en una docena de piedras pudo existir un dolmen o un menhir o una calzada romana; es decir, un tesoro prehistórico, romano o árabe de nuestro pasado que nos identifica con lo que somos.
La meseta de Acinipo
Acinipo albergó una ciudad romana amurallada de las más importantes de la provincia de Málaga y de Andalucía durante varios siglos, en una meseta situado entre las áreas serranas de Ronda y Grazalema con unas vistas panorámicas que abarcan las provincias de Cádiz, Málaga y Sevilla, funda como colonia de veteranos a partir de 209 a. C y abandonada por su habitante en el Siglo V, para integrarse en Arunda. Su nombre aparece por primera vez como Acinippo en textos de Ptolomeo y Plinio del Viejo, así como en unas monedas, en una inscripción y en el concilio de Iliberri (Ciudad ibérica de Granada).
La vía romana unía las poblaciones de Iptucci (en el término de Prado del Rey), Ocuri (Ubrique), Lacilbula (Grazalema) y Acipino. A su vez, estas calzadas comunicaban con los pueblos serranos formaría parte de una calzada principal de conexión entre Malaca, Carteia (Algeciras) con Corduba (Córdoba), y también con la ciudad de Hispalis (Sevilla).
Por la altura sobre el nivel de mar disponía de recursos hídricos como neveros en las montañas, y varios manantiales naturales. Como en toda ciudad romana disponía de un acueducto con sus sifones y tuberías de plomo; sin embargo, estas estructuras han desaparecido, ya que después de la entrada de visigodos y los suevos en Andalucía, las piedras de estas estructuras se utilizaron como canteras de piedras en las murallas de Ronda visigoda para defensa de la ciudad.
Prehistoria y Edad Antigua de Acinipo
Acinipo como ciudad prerromana tiene restos arqueológicos que datan de mitad del III milenio antes de Cristo, correspondiente al Neolítico. Esta zona de la serranía de Ronda y de las Nieves fue habitada desde el Paleolítico Superior como lo demuestran los vestigios en las cuevas de La Pileta (Benaojan), Ardales, Tebas…
De la Edad del Cobre y la del Bronce es posible observar algunas posibles viviendas de corte circular. Aunque sin duda la etapa más importante del yacimiento la constituyen los restos de época romana. Se cree que la ciudad fue capital de su comarca, debido a la gran cantidad de monedas que se encontraron algunas propias incluso acuñadas en la localidad, lo que implica un evidente protagonismo político y administrativo. Ubicada sobre una pronunciada pendiente obligó que para poder construir sobre ella se desarrollara toda una serie de escalones o terrazas. Constituían un recinto amurallado aunque a día de hoy solo se conservan algunas partes con torres defensivas y lo que se cree que sería la entrada sur del municipio.
En cuanto a los edificios romanos destacan dos construcciones, muy probablemente casas, con patio y una pequeña alberca. Fuera de eso lo que más llama la atención son el teatro y las termas con su hipocaustum, que se trata de unas galerías subterráneas que servían para calentar el agua y las paredes del balneario. El yacimiento es conocido desde hace siglos y de hecho fue estudiado por distintos eruditos durante los siglos XVI y XVII cuando ni siquiera estaba desarrollada la arqueología. A partir del siglo III comienza a decaer y en el siglo IV se instalaron en Arunda, por la invasión de los suevos. No obstante, los restos de cerámica que se han encontrado en las diversas excavaciones sugieren que la población no abandonó totalmente la localidad hasta el siglo VII.
Durante el período cartaginés los ayudaron en su lucha contra griegos y romanos durante tres siglos. Los romanos luchan en la península y tras la II Guerra Púnica expulsan a los cartagineses y comienza cambios sociales, políticos y económicos.
La ciudad entró en decadencia a partir del siglo III, como se pone de manifiesto por el abandono del teatro a finales del s. II o inicios del III d. C., que perdió su carácter privado residencial para adoptar un uso artesanal y de las termas que se reutilizaron como espacio industrial también a finales del siglo III d. C., cuando el centro de control administrativo de la zona pasó a Arunda, la actual Ronda. Fue a partir del siglo XVI, cuando empezó a conocerse erróneamente como “Ronda la Vieja”, como he comentado, coexistieron.
La historia de la civilización romana se divide en tres grandes períodos que se corresponden con su forma de gobierno: Período monárquico (753-509 a. C.), Período republicano (509-27 a. C.) y Período imperial (27 a. C.-457 d. C./1453 d. C.).
Ronda romana y el Castillo de Laurus
Como he comentado, la Serranía de Ronda estuvo poblada desde el Paleolítico Superior con migraciones venida del Norte de África, también por neardentales (Gibraltar), como se puede observar en el Arte Sureño de la cueva del Moro (Tarifa), neolítica, y desde el I milenio por tartesios, fenicios, cartagineses e iberos o turdetanos fueron un pueblo prerromano que habitaba en la Turdetania en la zona denomina así a la llegada de los romanos.
Arunda (Ronda) como tal fue fundada como consecuencia de la segunda guerra púnica con la rendición de Cartago, durante la campaña que el general romano Escipión en Africano llevó a cabo a finales del siglo III a. C. Es la época romana cuando se mandó construir el Castillo de Laurus o Laurel el cual facilitó el asentamiento de la población a sus alrededores. Ante la inseguridad de la llegada de los visigodos los vecinos Acinipo, se trasladaron a Arunda, mejor fortificada. En el siglo V, con la caída del Imperio Romano la ciudad de Arunda es tomada a cuchillo por los suevos, vándalo y alanos al mando de Rechila. El castillo romano de Lauro permaneció en servicio hasta que las tropas cristianas lo destruyeron parcialmente durante el asedio de Ronda en 1485, durante la llamada Reconquista, siglos después las tropas napoleónicas volaron la entrada sobre 1812, causándole graves daños, para que no fuera utilizado por ingleses y españoles,
En el siglo V, con el final del Imperio Romano, la ciudad de Arunda es tomada por los suevos al mando de Rechila, pasando después por un periodo bizantino, en el que Acinipo fue definitivamente abandonada, hasta que Leovoigildo la integró en el reino visigodo, hasta la llegada de los árabes en 711 en la batalla de Guadalete. Ronda se halla en una meseta bien defendida, a unos 740 metros de altitud, pasa el río Guadalevín que nace en la Sierra de las Nieves afluente del Guadiaro, formando profundo desfiladero natural de arenisca de unos 100 de profundad, que suponer una fortificación natural. Su famoso Puente Nuevo del Tajo de Ronda es de 1751.
Excavaciones actuales en el yacimiento de Acinipo
El yacimiento de Acinipo es conocido desde hace siglos y de hecho fue estudiado por distintos investigadores durante los siglos XVI y XVII cuando ni siquiera estaba desarrollada la arqueología. Se conoció erróneamente como «Ronda la Vieja», puesto que Ronda era Arunda romana. Las primeras excavaciones no se iniciaron hasta 1967 (No existía la Concejalía de Cultura de la Junta de Andalucía). Aunque con posterioridad se ha hecho campañas de excavaciones, actualmente la mayor parte de la ciudad está por investigar y descubrir.
Teatro
Prácticamente se conserva en su totalidad, con la excepción de aquellos elementos arquitectónicos de mayor relevancia Es el erudito Fariña de Corral durante el siglo XVII quien lo identifica aunque estaba descrito ya de antes. De época de Augusto podía albergar hasta dos mil personas en su graderío, excavado sobre la roca madre, por lo que debió contar con varias salidas, denominadas vomitorios, pero de las que no tenemos resto ya que no se mantuvo el muro perimetral. Su frente escénico es de los mejores que se pueden encontrar actualmente en la antigua Hispania. En general es unos de los edificios mejor conservados de Acinipo pero también del conjunto peninsular. Siguiendo el modelo del arquitecto romano Vitruvio podemos distintas partes que componían el típico teatro romano. Una Orchestra semicírculo con baldosas de mármol rosado que constituía los mejores asientos justo en frente de la escena que estaba reservada a las autoridades y donde también a actuaba el coro. Los pasillos de entrada a la orchestra, llamados aditus. El Proscaenium (proscenio) que era donde realmente se desarrollaba el trabajo actoral. Hay más partes, pero estas representan lo esencial para conocer lo que serían estos antiguos teatros. (Yacimiento de Acinipo).
Termas
Constituyen uno de los espacios más característicos del pasado romano se denominaban termas si eran públicas y balneum si eran privadas. Las de Acinipo datan del I a. C y siguen la estructura tradicional. Por tanto se componen de una caldarium, la sala de agua caliente, el tepidarium, con agua templada para preparar al bañista, el frigidarium, la sala de agua fría y otras estancias para dejar la ropa, descansar, comer, etc. Están colocadas en la zona más baja del recinto por su cercanía con un acuífero. Cómo eran bastante costosas de mantener, estaban a cargo de los decuriones, con el progresivo abandono de la ciudad caen en desuso a partir del siglo III a. C. Se cree que fueron reutilizadas como taller de vidrio por los hornillos que se han encontrado en su interior.
Por la importancia de esta ciudad perdida romana, me aventura a armar la hipótesis pensar que se conformó como una colonia para soldados veteranos licenciados.
Bien de Interés Cultural
En 2011, la Junta de Andalucía protegió toda la mesa de Acinipo y un amplio margen de su entorno mediante el Decreto 22/2011, de 8 de febrero, por el que se inscribió en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como con la tipología de Zona Arqueológica Ciudad Romana de Acinipo. BOJA nº37, de 22 de febrero de 2011.
Notas
-Martín Ruiz, Juan Antonio, Tartesios y fenicios en la Serranía de Ronda, (Takurunna)
Editorial La Serranía, 2011
-VV.AA., Historia Antigua de Málaga y su provincia. Editorial Arguval, 1996
-Enciclopedia Humanidades. “Imperio Romano”. https://humanidades.com/imperio-romano/
-Yacimiento arqueológico de Acinipo Ronda. https://andaluciarustica.com/yacimiento-arqueologico-de-acinipo.htm