Por sentencia del Supremo quedó claro que la promesa de un político no es una obligación, sino una promesa, una intención, un deseo, y nada más. Por eso en campañas electorales se dicen muchas promesas, muchas ocurrencias de intenciones que son papel mojado, y ellos lo saben por eso se dicen una cantidad de chorradas que caben en un tren de mercancías. Y yo me pregunto, si estabas en el poder, por qué razón no lo hiciste. La escusa es que no había presupuestos. Y la cuestión es que en el futuro tampoco va haber presupuesto, como paso con el cheque bebé de Zapatero. Y tantas otras promesas. Vamos a hacer es futuro, y no es presente. Falacias que me obligan a no leer prensa hasta después del 28 M, y luego seguiremos con la campaña de las generales, para será en diciembre del presente 2023.
El puedo prometer y prometo frase del presindente Adolfo Suárez, se vuelve a repetir una y otra vez.
Ramón Palmeral