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Ayer, 21 de enero, en Madrid, alrededor de Cibeles, Alcala, Neptuno y Sol, que reunió a unas 500 mil personas o más, de derechas y de izquierdas harta de ver los despropósitos de un presidente del gobierno que se queda ciego de mirarse el ombligo. Que para satisfacer su propios intereses electorales, rebaja de delito de sedición, da indultos y quiere hacer desaparecer el delito de malversación.
Pedro Sanchez desde Valladolid no se dio por enterado, se dio una vuelta por la ciduad en bicicleta, acompañado del alcalde y un montón de policía locales. Ahora va de pacificador en Cataluña, y por la unidad de España, cuando no es cierto, él la esta rompiensod al rebajar la sedición. Como decían las pancartas "Sanchez es un traidor: sedición y malversación". Ha rebajado el secesionismo, la malversación de Griñan y el aborto a la carta.
Sánchez sabe que esto no le va a salir gratis en la próximas elecciones autonómicas, locales y legistivas, pero no le importa aportar fuerte.
