Ante el gas ruso de bajo cote, Angela Merker apoyado por los Verdes cerró la nucleares, y se dejo engañar por el gas y el petróleo ruso, sin tenr una alternativa B.
Especialmente, en países como Alemania, que importa el 66% de su gas de Rusia. Berlín ha advertido a través del regulador de infraestructuras que la falta de gas ruso puede suponer una contracción del PIB de 3% en 2023 y que, aún con sus reservas del gas al 100%, un corte del suministro llevaría a consumirlas en apenas 10 semanas. Por eso, a Europa le urge encontrar nuevos suministradores de gas. Y una de las soluciones más rápidas puede ser Repsol y la regasificadora que la energética tiene en Canadá.