El debate «decisivo» de las andaluzas acaba con los cascos azules de la campaña
Olona volvió a salir al ataque y malparada y Juanma Moreno se mantuvo centrado alejado de la confrontación
La campaña de las andaluzas se viene caracterizando por las camisas blancas –habituales de Feijóo, Moreno o Espadas– y los cascos azules. Venía siendo una convocatoria de paz, con los candidatos tratando de no concitar recelos y una cunera empadronada (con reservas) en Salobreña. La candidata Olona, como en el primer debate, se vio lastrada por el efecto Ducati –cuyos motores se vienen arriba muy rápido– y pasó de ser el verso suelto de pie quebrado a convertirse en el perfecto «sparring». Moreno se sirvió de la «localización» –máxima de Underwood en «House of cards»–, sereno, mientras la candidata de extrema derecha afianzaba su posición central y de centralismo ante el resto de candidatos.