Luis Enrique volvió a salir a victorioso. De hecho, ya se puede decir que pase lo que pase en la final de la Liga de las Naciones que se disputará el próximo domingo en San Siro, el asturiano ha ganado en este torneo. Otra vez. Con sus formas de ser, esa que no termina de gustar a todos, pero también con su idea, la que defiende hasta el final y la que, hasta el momento, ha dado más alegrías que disgustos a una selección española que vuelve competir. Desde la Copa Confederaciones disputada en Brasil en 2013, cuando España perdió la final frente a la pentacampeona del mundo, el combinado nacional no estaba entre las mejores en las fases finales hasta la pasada Eurocopa. De la mano del asturiano la Selección ha vuelto a ser competitiva, tal y como demuestras sus últimos resultados.
En la Eurocopa España alcanzó las semifinales, donde una Italia que no fue mejor que el equipo nacional la impidió estar en la gran final. Ahora, en la Liga de las Naciones, la Selección se prepara para jugar la final contra Bélgica o Francia después de doblegar en su casa y ante su afición al mismo equipo que hace tres meses les rompía el sueño continental. A pesar de todo esto, Luis Enrique sigue siendo el eterno criticado por las decisiones que toma, aunque el tiempo le suele dar la razón.
En la última convocatoria la citación de Gavi provocó un aluvión de críticas al seleccionador. Luis Enrique defendió su decisión ante los medios de comunicación y dio un paso más poniéndole de titular frente a Italia. El resultado ya es sabido por todos. El debutante más joven en la historia de la selección española firmó un partidazo que llenó de razones al asturiano. En este mismo encuentro, también apostó por Yeremy Pino cuando se lesionó Ferran y el canario rindió a un grandísimo nivel.