¿Cuánto tiempo estuvieron unidas España y Portugal?
Pero, ¿cuándo estuvieron unidos España y Portugal? Corría el año 1580 cuando rama española de los Habsburgo ascendió al trono portugués en la crisis de sucesión portuguesa que se inició a raíz de la muerte sin descendientes del rey luso Sebastián I. Ante esta situación, Felipe II, de la casa Habsburgo, y nieto de Manuel I por línea femenina terminó siendo reconocido como rey de Portugal en las Cortes de Tomar de 1581.
Felipe II se comprometió a mantener y respetar los fueros, costumbres y privilegios de los portugueses. En las Cortes estuvieron presentes todos los procuradores de las villas y ciudades portuguesas, a excepción de las pertenecientes a las islas Azores, fieles al rival pretendiente al trono derrotado por Felipe II, el Prior de Crato.
Esta situación se mantuvo hasta cerca de 1640 a pesar de las interferencias inglesas. Esta unión de Portugal y Castilla dio lugar a un Imperio que incluía posesiones en todo el mundo: México, Cuba, América Central, Sudamérica, Filipinas, núcleos costeros en Berbería, Guinea, Angola, Mozambique, el Golfo Pérsico, India y el sudeste asiático (Macao, Molucas, Formosa...).
En 1640 tuvo lugar una revuelta, en la que un grupo de conspiradores de la nobleza portuguesa aclamó al Duque de Braganza como Rey de Portugal, con el título de Juan IV (1640-1656), dando inicio a la dinastía de Braganza. Aun así, oficialmente Portugal siguió perteneciendo a la Monarquía Hispánica hasta que en 1668 se firmó el tratado de Lisboa por el cual España reconocía la soberanía del país vecino, harto de la situación constante de tensión que se vivía al otro lado de la raya.
Y en esta parte de la historia mucho tienen que ver los catalanes, o al menos eso dicen ellos frecuentemente, y es que la victoria de los portugueses se debió en gran medida a la Sublevación de Cataluña, que obligó a trasladar a esta región a los mejores soldados castellanos, desguarneciendo la “vigilancia” del país vecino. También influyeron los esfuerzos diplomáticos de Inglaterra, Francia, Holanda y Roma, que hicieron todo lo posible por ayudar a Portugal con el objetivo de limitar el poder del Imperio español.