París coge el relevo de Tokio
La alcaldesa de París Anne Hidalgo ha recogido la bandera olímpica durante la ceremonia de clausura de los Juegos de Tokio. La capital francesa acogerá los Juegos en 2024.
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ENTREVISTA La gaditana socialista que ha conquistado a los parisinos
Anne Hidalgo, alcaldesa de París: 'Pertenezco a España y a Francia'
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Se considera una mujer positiva, con inquietudes y curiosa
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Echa de menos los churros y la tortillita de camarones gaditana
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No le gustan los toros. Le encanta Almodóvar, al que le une una gran amistad
Anne Hidalgo posa en el salón de su casa de París Kasia Wandycz / Paris Match
Poco antes de ser votada como la nueva alcaldesa de París, cargo del que ha tomado esta mañana posesión, Anne Hidalgo, la gaditana y socialista que ha conquistado la ciudad, concedió una de sus entrevistas más personales a este suplemento (que ahora publicamos). Tiene 54 años, una licenciatura en Derecho laboral, tres niños y nació en la Isla de San Fernando. Suficiente currículo para que la primera mujer y la primera inmigrante en acceder a la alcaldía parisina (esta mañana es su investidura) se haya convertido en un auténtico acontecimiento.
Dice que en París sólo echa de menos la luz de Cádiz, los churros del Café el 44 (situado en la Plaza del Ayuntamiento de su ciudad), las tortillas de camarones y el pescado de estero de la Venta de Vargas. Y a sus padres, ya octogenarios, que esperan impaciente que este verano, como otros, veranee en su Isla. Sobre todo para ver a su nieto el pequeño, «su debilidad». Anne Hidalgo (Ana María en realidad) está casada en segundas nupcias con Jean Marc Germain, exjefe de Gabinete de Martine Audry.
Ambos tienen un niño de 11 años, Arthur, y viven todos juntos en una planta baja del decimoquinto distrito de París. Madre de otros dos hijos de un matrimonio anterior (Mathieu, abogado, de 27, y Elsa, ingeniera de 25), Hidalgo es muy celosa de su vida privada.
- Pregunta.- ¿Cómo empezó en la política?
- Respuesta.- Me gustaban muchas cosas, como el periodismo, pero como mi principal objetivo era ser independiente empecé la carrera de Derecho para especializarme en Derecho laboral, aunque siempre bajo la base de una preocupación social y de ayuda a los demás. También podía haber sido cantante, amo la vida y soy una mujer alegre, por lo que siempre encuentro el lado positivo de las cosas. No me gusta la negatividad sino la alegría. Me considero una mujer fuerte con inquietudes y soy muy curiosa.
- ¿Le ha marcado el hecho de que sus padres tuvieran que emigrar a Francia?
- Evidentemente. Yo era muy pequeña cuando me fui, la vida no era fácil para nosotros y mis padres querían darnos un futuro y unos estudios a mi hermana y a mí, era su principal objetivo. Pero empezar de cero sin ni siquiera hablar francés fue duro, aunque tuvimos la suerte de encontrar grandes personas por el camino, y sobre todo siempre hemos tenido una gran unión familiar basada en el cariño.
- La vida de los inmigrantes es dura.
- Sí, pero la verdad es que tengo grandes recuerdos de Lyon. He de decir que he tenido una infancia muy feliz. Cuando poco a poco empezamos a salir adelante, en cuanto teníamos una oportunidad viajábamos a San Fernando para reunirnos con la familia. Recuerdo el sol y la playa de la Victoria. Soy una mujer con mucha suerte, soy afortunada.
- ¿Qué opina de los políticos actuales?
- Tenemos un papel muy difícil, con grandes desafíos. Hay que trabajar muchísimo por el proyecto en el que creemos, por la democracia. La participación ciudadana es muy importante, es bueno que exista esa crítica de la gente hacia los políticos. Deberían existir más movimientos de implicación ciudadana para poder manifestar nuestros deseos y opiniones.
- ¿Ha sentido los prejuicios por el hecho de ser usted una mujer guapa?
- Gracias por lo de guapa, pero realmente me considero una mujer normal que cuida su imagen, y que se siente femenina. Nunca voy a renunciar a ello. A veces tienes que demostrar mucho más que un hombre para que te consideren. Las mujeres han tenido muchos problemas para imponerse en un mundo de hombres.
- ¿Cuáles serán sus principales retos como alcaldesa de París?
- París está en una competición permanente con el resto de las capitales europeas, tiene que continuar manteniendo su gran atractivo y su creatividad. Quiero que sea una ciudad donde haya estímulo económico, actividad y muy dinámica internacionalmente. Un lugar donde viven personas que deben tener una buena calidad de vida cotidiana. Esto no es incompatible con la idea de que París es una ciudad museo. Mi proyecto municipal está basado en la participación ciudadana, donde todos hayamos pensado juntos el proyecto que queremos para la ciudad.
- ¿Cuenta con el beneplácito del presidente Holland?
- Por supuesto, él me ha apoyado en todo momento. Sé que si tengo que pedirle consejo me lo dará. Le conozco muy bien, he trabajado con el más de seis años. Ya en el año 2000 me pidió que me incorporara al partido socialista francés: quería más presencia femenina y también joven, gente con un discurso renovado, que no fuera el clásico. Es una persona muy inteligente y rápida, de gran sensibilidad. Dijo que quería ser un presidente normal y es lo que está haciendo, no se encierra en el papel de persona fría lejos de los ciudadanos. A él le gusta la gente.
- ¿Se siente usted francesa o española?
- Pertenezco tanto a España como a Francia. Ambos países tienen grandes cualidades. Los franceses gozan de una gran libertad, no tienen miedo a nada y eso me encanta. Por otro lado, en España la gente es muy abierta y en el sur hay una alegría fuera de lo normal, todo es cálido. La gente me pregunta a menudo en qué idioma pienso. El hecho es que cuando hablo en castellano, pienso en castellano y viceversa. Me siento de las dos culturas, diría que sobre todo soy europea.
- ¿Cómo compagina la política con su papel como madre de familia numerosa y esposa?
- Soy muy familiar, para mí es lo más importante. Lo mamé desde que era una niña. Adoro a mi marido y a mis tres hijos. Son muy comprensivos conmigo y cuando estamos lejos siempre estoy enganchada al teléfono, sobre todo con el pequeño. Mis momentos de mayor felicidad es cuando estamos todos juntos, sobre todo los fines de semana. Soy capaz de todo por ellos, te voy a contar una anécdota. A mí no me gusta nada cocinar, soy muy mala cocinera. Un día le pregunté a mi hija qué quería de regalo por su cumpleaños, y me dijo: «mamá llevas 17 años sin hacerme una paella , ése es el regalo que quiero». ¡Y al final se la hice! Lo único que cocino aparte de eso son tartas saladas. Y adoro el queso francés.
- ¿En qué más emplea su tiempo libre?
- Cuando lo tengo, como en vacaciones, aprovecho para leer y estar con mi familia. Adoro la música y aprovecho para escuchar el rock de los años 60. De los cantantes españoles me encanta Luz Casal, me emociona cada vez que la escucho. Además, es una gran amiga.
- ¿Qué opina de los toros?
- Es algo que, si naces en Andalucía, conoces bien, aunque es una fiesta que no me gusta especialmente.
- ¿Y qué piensa del cine que se hace en España?
- Me encanta Almodóvar y cómo escenifica los personajes e historias de sus películas. Le conozco mucho al igual que a Carmen Maura. Siempre que están por París nos encontramos.
El abuelo republicano
Antonio Hidalgo, el padre de Anne, relató al suplemento CRÓNICA hace unos meses la dura historia de su padre. Antonio Hidalgo Conejo, el abuelo, nació en 1900 en el seno de una familia de campesinos andaluces. Pese a no tener estudios, supo buscarse la vida. Siendo aún un adolescente, comenzó a trabajar como administrador de una finca del que fuese alcalde de Antequera (Málaga) antes del levantamiento, el abogado Santiago Vidaurreta, su ángel de la guarda. Desde la cuna mamó los valores republicanos que le inculcaron sus padres, y se involucró en el sindicalismo de la zona hasta que estalló la guerra. Acusado de haber asesinado a un señorito de Antequera, tras huir brevemente a Francia, es apresado a su regreso a España. Aunque le sentencian a muerte, Vidaurreta consigue sacarle de la cárcel. Tenía apenas 40 kilos de peso y cuatro hijos que se acababan de quedar huérfanos de madre.
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España le concediá la Gran Cruz del Orden del Merito Civil en 2015
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