Fragmento de Sususna Campos, en La Razón. 12-08.2021
El año pasado, la pandemia brindó a Sánchez el mejor escenario posible para intervenir ante los medios sin necesidad de contar con ellos. Con el inicio oficial de la pandemia, el 13 de marzo de 2020 compareció ante los medios de comunicación desde La Moncloa para anunciar que al día siguiente decretaría el estado de alarma en el país con el objetivo de contener la expansión del virus. Al día siguiente se decretó el confinamiento domiciliario de los españoles, que creyeron que sería durante los 15 días que permite la Constitución establecer este estado de excepcionalidad sin acudir al Parlamento. Sin embargo, fue el inicio de unas semanas que modificaron por completo los hábitos de los españoles.
Fue entonces cuando, el presidente se acostumbró a aparecer todos los fines de semanas en alocuciones interminables y sin la presencia de periodista en la sala de Prensa. Pese a poner en marcha un sistema de preguntas, el filtrado de las mismas generó criticas entre los periodistas que cubren información de gobierno. No en vano, el hecho de que la mayoría de las intervenciones del presidente sin preguntas sean declaraciones institucionales no es el motivo por el que no se permiten preguntas, ya que Sánchez ha ofrecido mensajes institucionales en los que sí ha permitido la réplica a lo largo del primer año de Legislatura.
La apuesta por los monólogos del presidente no finalizó con las primeras y más duras olas de la pandemia. Durante este último curso político, los profesionales que cubren esta información lo han tenido difícil para trasladar alguna pregunta al jefe del ejecutivo, tanto en sus viajes al exterior como en sus intervenciones en territorio nacional.
En la recta final de este curso político no aceptó preguntas en el Liceo de Barcelona, cuando anunció los indultos a los condenados por el procés. Tampoco en medio de la crisis diplomática con Marruecos que supuso la avalancha de cerca de 10.000 inmigrantes a través de la frontera con Ceuta. La antepenúltima fue el pasado 10 de julio de 2021. Pese a la trascendencia que tenía su crisis de Gobierno y el relevo de un tercio de los ministros, Sánchez decidió no solo parapetarse en una nueva declaración institucional, sino que además lo hizo para monopolizar los telediarios para soltar su «Aló presidente».
La última vez que los periodistas tuvieron la oportunidad de preguntar a Pedro Sánchez fue el 3 de agosto durante su despacho con el Rey Felipe VI en Palma, una tradición de 40 años que no ha tenido la desfachatez de romper.