Remodelar significa: "Arreglar los desperfectos de una obra de arte, un edificio u otra cosa". Los deperfectos del Gobierno de Pedro Sánchez, se ha arreglado porque iba fatal. Todos se han equivocado menos él. Se ha removido el estiércol de la cuadra de la madriguera monclovida.
La remodelcaoion del Ejecutivo de Españ alcanzó la máxima escala de Richter cuando se confirmó que el tradicional pulso en la Moncloa entre Carmen Calvo e Iván Redondo quedaba resuelto definitivamente, de un plumazo, con la salida tanto de la vicepresidenta primera del Gobierno como del jefe de gabinete del presidente. Nadia Calviño sube en el escalafón de las vicepresidencias. Pero el gran premio se lo adjudicó el hasta ahora director general de la Presidencia, Félix Bolaños, que asume la cartera de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, en sustitución de Calvo. Es el nuevo hombre fuerte de la Moncloa, la pieza clave para engrasar tanto la coordinación interna del Gobierno, como las relaciones en la coalición entre el PSOE y Unidas Podemos, y la conexión con los grandes socios de la legislatura, desde el Partido Nacionalista Vasco (PNV) a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
Sánchez recose además las viejas heridas en el PSOE que siempre le persiguieron en la Moncloa, con el fichaje como nuevo jefe de gabinete de Óscar López en sustitución de Iván Redondo. Una incorporación unánimemente celebrada en el PSOE, y también en algunas de las federaciones más críticas con Sánchez: “¡Es uno de los nuestros!”.