La salida de Ábalos (el de las 40 maletas), a petición propia según fuentes de su entorno, se produce poco después de la judicialización del caso Plus Ultra, donde un juzgado investiga la subvención de 53 millones a esta aerolínea, ayuda que también investiga el Tribunal de Cuentas.
Sánchez prescinde de Ábalos y deja libre el camino a Puig
VALÈNCIA. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acometía este sábado una profunda remodelación en el Ejecutivo Central, aunque únicamente ha afectado al ala socialista. Unos cambios en la estructura de mando con especial incidencia en la representación valenciana en el Gobierno, que no solo se ha visto reducida en cantidad sino que también ha impactado en la vida orgánica del partido socialista en la Comunitat Valenciana.
Dichos movimientos han provocado la salida del valenciano José Luis Ábalos, que deja así una de las principales carteras como es la del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Un movimiento que deja libre el camino al president de la Generalitat, Ximo Puig, quien mantenía una evidente tensión con Sánchez a través de los abalistas, que ahora han quedado fuera de juego.
Cabe recordar que el socialista valenciano ya formó parte del equipo inicial de Gobierno de Pedro Sánchez cuando éste accedió a la presidencia del Ejecutivo en 2018, y en 2020, conservó su Ministerio. Su salida, a petición propia según fuentes de su entorno, se produce poco después de la judicialización del caso Plus Ultra, donde un juzgado investiga la subvención de 53 millones a esta aerolínea, ayuda que también investiga el Tribunal de Cuentas. La sustituta de Ábalos en el ministerio es la alcaldesa de Gavá (Barcelona), Raquel Sánchez Jiménez.
Con este movimiento, el debilitamiento del poder de Ábalos en el partido es evidente. De hecho, tras el anuncio, el exministro señalaba que decidirá esta semana si deja la Secretaria de Organización del PSOE, tras abandonar el Gobierno y que lo hará a petición suya. Hombre de total confianza de Pedro Sánchez, Ábalos conformó el equipo negociador del PSOE que hizo posible el Gobierno de coalición con Unidas Podemos.
Sin embargo, aunque Puig salga beneficiado de la ecuación, la salida del valenciano también ha generado un cierto ambiente de preocupación y expectación entre el empresariado valenciano. La mayor inquietud es que históricas reivindicaciones como el Corredor Mediterráneo o el túnel pasante de València queden diluidas y la agenda valenciana pase a un segundo plano, dado que el político conoce de cerca los problemas de la Comunitat Valenciana.