Escrivá, tras sus declaraciones sobre la pensión de los ‘baby boomers’: “No tuve mi mejor día, se me entendió mal”
El ministro de Seguridad Social asegura que los nacidos entre 1958 y 1977 no deberán trabajar más para mantener su prestación intactaGorka R. Pérez
El País. Madrid - 02 jul 2021 - 12:37 CEST
El Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha rectificado este viernes las declaraciones que realizó un día antes en una entrevista en TVE, a pocas horas de firmar junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y representantes de la patronal y sindicatos, la primera parte de la reforma de las pensiones. En ellas aseguraba que los nacidos en la generación del baby boom (entre 1958 y 1977) deberán “trabajar un poco más” si no quieren ver afectada su pensión. Escrivá, que justificaba el ajuste al que se verían afectados los miembros de un segmento poblacional al que tildaba de “ancho”, ha señalado durante la presentación de los datos de paro registrado este viernes que el jueves no fue su “mejor día”, y que el mecanismo de equidad intergeneracional que sustituirá al derogado factor de sostenibilidad “está aún por decidir”.
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Durante la presentación de los datos de paro registrado correspondientes al mes de junio, en la que también ha estado presente la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, Escrivá rectificó unas palabras que provocaron la reacción del resto de agentes sociales, entre ellos de la CEOE y Cepyme, y de UGT y CC OO, que desmintieron que en el acuerdo de las pensiones se hubiera determinado algún tipo de ajuste que perjudicase a los futuros pensionistas. “Dicha pretensión no forma parte del acuerdo alcanzado ni se comparte”, aseguraron las patronales en un comunicado conjunto.
“Siempre digo que hay que transmitir certidumbre a los pensionistas y ayer no transmití adecuadamente esa certidumbre al hablar de algo que todavía está por definir”, ha reconocido Escrivá. “Se me entendió mal”, ha matizado poco después, tras asegurar que la revalorización de las pensiones está garantizada tras haberse pactado su vinculación al Índice de Precios al Consumo (IPC).
La primera parte de la reforma de las pensiones, acordada tras múltiples reuniones entre los agentes sociales, conlleva tres cambios principales con respecto a la que estaba vigente desde 2012: el primero tiene que ver con la derogación del factor de sostenibilidad (que ajustaba el cómputo de las pensiones con relación a la esperanza de vida), y que será sustituido por una nueva herramienta que todavía no se ha acordado; la vinculación de la revalorización de las pensiones al IPC; y el incremento de las pensiones por medio de bonificaciones (que pueden ascender hasta los 12.000 euros) para todos aquellos que alarguen su trayectoria profesional más allá de la edad legal de jubilación (entre 65 años y 66 años en 2021).
El ministro de Seguridad Social asegura que los nacidos entre 1958 y 1977 no deberán trabajar más para mantener su prestación intacta
Gorka R. PérezMadrid - 02 jul 2021 - 12:37 CEST
El Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha rectificado este viernes las declaraciones que realizó un día antes en una entrevista en TVE, a pocas horas de firmar junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y representantes de la patronal y sindicatos, la primera parte de la reforma de las pensiones. En ellas aseguraba que los nacidos en la generación del baby boom (entre 1958 y 1977) deberán “trabajar un poco más” si no quieren ver afectada su pensión. Escrivá, que justificaba el ajuste al que se verían afectados los miembros de un segmento poblacional al que tildaba de “ancho”, ha señalado durante la presentación de los datos de paro registrado este viernes que el jueves no fue su “mejor día”, y que el mecanismo de equidad intergeneracional que sustituirá al derogado factor de sostenibilidad “está aún por decidir”.
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Durante la presentación de los datos de paro registrado correspondientes al mes de junio, en la que también ha estado presente la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, Escrivá rectificó unas palabras que provocaron la reacción del resto de agentes sociales, entre ellos de la CEOE y Cepyme, y de UGT y CC OO, que desmintieron que en el acuerdo de las pensiones se hubiera determinado algún tipo de ajuste que perjudicase a los futuros pensionistas. “Dicha pretensión no forma parte del acuerdo alcanzado ni se comparte”, aseguraron las patronales en un comunicado conjunto.
“Siempre digo que hay que transmitir certidumbre a los pensionistas y ayer no transmití adecuadamente esa certidumbre al hablar de algo que todavía está por definir”, ha reconocido Escrivá. “Se me entendió mal”, ha matizado poco después, tras asegurar que la revalorización de las pensiones está garantizada tras haberse pactado su vinculación al Índice de Precios al Consumo (IPC).
La primera parte de la reforma de las pensiones, acordada tras múltiples reuniones entre los agentes sociales, conlleva tres cambios principales con respecto a la que estaba vigente desde 2012: el primero tiene que ver con la derogación del factor de sostenibilidad (que ajustaba el cómputo de las pensiones con relación a la esperanza de vida), y que será sustituido por una nueva herramienta que todavía no se ha acordado; la vinculación de la revalorización de las pensiones al IPC; y el incremento de las pensiones por medio de bonificaciones (que pueden ascender hasta los 12.000 euros) para todos aquellos que alarguen su trayectoria profesional más allá de la edad legal de jubilación (entre 65 años y 66 años en 2021).