Muere el escritor León Roca, el más importante experto en la obra de Blasco Ibáñez
El escritor, novelista e investigador valenciano Jose Luis León Roca, considerado el más importante experto sobre la vida y la obra de Vicente Blasco Ibáñez, falleció
El escritor, novelista e investigador valenciano Jose Luis León Roca, considerado el más importante experto sobre la vida y la obra de Vicente Blasco Ibáñez, falleció en Valencia a los 91 años, informaron este miércoles a Efe fuentes del entorno familiar. José Luis León Roca, medalla de Oro de la Ciudad de Valencia, se dedicó a la investigación sobre la vida y la producción novelística del escritor y político valenciano Vicente Blasco Ibáñez y fue el autor de su más completa biografía.
Como experto en este novelista valenciano, León Roca promovió asociaciones, jornadas y congresos internacionales sobre este personaje, como el que se celebró en Valencia a principios de 1981 en el que participaron más de doscientos expertos nacionales e internacionales. José Luis León Roca nació en 1916, en Valencia. De formación autodidacta, su trabajo de investigación y erudición se centró en la vida valenciana del siglo XIX.
Entre sus obras destacan Cala preciosa (1942) y Los Romeu, con la que obtuvo el Premio Valencia de Literatura en 1954, además del estudio "Blasco Ibáñez y la Valencia de su tiempo", con el que consiguió el Premio Senyera de investigaciones históricas. Recopiló y prologó los artículos que componen el libro póstumo de Blasco Ibáñez Crónicas de Viajes (1968) y fue autor del libro Blasco Ibáñez, política y periodismo (1970).
En 1973 reeditó en edición facsímil la obra Los fills de la Morta-Viva (Los hijos de la muerta-viva), de Constanti Llombart, fundador de la Renaixença valenciana. Fue el animador y fundador de la tertulia La Vesperal, que a principios de la década de los cincuenta reunió en su casa de Patraix a una serie de intelectuales y artistas progresistas valencianos.
El entierro de León Roca, que falleció en Viver (Castellón), se celebrara este jueves jueves, a las 13.30 horas, en el Cementerio General de Valencia.
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José Luis León Roca, el 'relojero' de Vicente Blasco Ibáñez
José Luis León Roca. (Foto: EFE)
Nonagenario, convertido ya en referencia indispensable, biógrafo testigo y notario de la grandeza de Vicente Blasco Ibáñez, el corazón de José Luis León Roca dejó el martes de latir cuando le faltaba medio año para cumplir 92
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Nacido el 29 de octubre de 1916 en Valencia era, para muchos, el metro de platino iridiado que medía todo lo relacionado con el gran novelista, periodista y político valenciano. El atlas al que acudir para recorrer su intricada vida.
A diferencia de su objeto de estudio, la vida de León Roca fue contenida, trasladando a las acciones vitales la precisión de un reloj. No en vano, antes que historiador, el erudito valenciano fue relojero.
En una tierra de excesos, su mecánica ajustada, su forma de ser pausada pero sin freno, podría parecer un contrapunto, la antítesis incluso, de la figura de Blasco Ibáñez, hombre desmedido, odiado y amado a partes iguales, y el novelista español más famoso en todo el mundo de los dos últimos siglos.
Que hoy Blasco Ibáñez siga siendo una asignatura pendiente no se debe a la carencia de estudios profundos sobre su figura. Más bien al contrario. Es a pesar del trabajo de León Roca, que hizo todos los posibles y más.
Desde su biografía publicada en 1967 por ediciones Prometeo hasta sus recopilaciones de artículos, pasando por los estudios para facsímiles, 'el relojero de Blasco' —como muy atinadamente le describió su amigo el periodista Francisco Pérez Puche— fue el mejor cronógrafo emocional, sentimental e intelectual de la grandeza mitológica de la leyenda blasquista.
Una dimensión que conocía bien, ya que cuando tenía tan solo 17 años, el día de su cumpleaños, y con apenas dos libros de él leídos, 'Cañas y Barro' y 'Flor de mayo', asistió al regreso de los restos del escritor desde el sur de Francia. El cuerpo había permanecido apartado de su tierra natal por imposición de la dictadura de Primo de Rivera.
Presidente de la Asociación Vicente Blasco Ibáñez, dedicada al estudio del autor de 'La Barraca' y director honorario de la Casa Museo del novelista en Valencia, León Roca se sintió conmocionado por la repercusión que tuvo este regreso. Al ver la muchedumbre que se agolpaba en los puentes, en la estación y en todas partes, se dio cuenta de que Blasco era más que un escritor.
León Roca también fue novelista y tenía en su haber obras como 'Cala preciosa', editada por Hymsa en 1943 y 'Los Romeu', con la que obtuvo el Premio Valencia de Literatura en 1954. Pero si por algo era conocido era por su magisterio en torno a la figura del escritor valenciano y de su época.
Como experto, promovió asociaciones, jornadas y congresos internacionales, como el que se celebró en Valencia en 1981 y en el que tomaron parte más de 200 expertos de todo el mundo que analizaron la dimensión del escritor.
Desde la distancia resulta difícil imaginar que fuese de formación autodidacta, ya que su trabajo de investigación y erudición sobre la vida valenciana del siglo XIX fue de tan alto nivel que es digno del mejor historiador.
Recopiló y prologó los artículos que componen el libro póstumo de Blasco Ibáñez 'Crónicas de Viajes' (1968), y fue autor del libro 'Blasco Ibáñez, política y periodismo' (1970). Una pasión que después extendió a otra figura fundamental de la cultura valenciana, Constantí Llombart, fundador de la Renaixença valenciana, de quien reeditó en edición facsímil la obra Los fills de la Morta-Viva en 1973 y una biografía en 1979.
Fue divulgador frecuente en la prensa local y escribía con asiduidad en la revista Valencia Atracción y en Arte y Libertad. Como reconocimiento a su devoción por la ciudad, fue galardonado con la Medalla de Oro por parte del Ayuntamiento de Valencia en 2002. Su entierro se celebrará hoy, en el Cementerio General de Valencia.
José Luis León Roca, como tantos hombres y mujeres de su generación, no tuvo la suerte de ser universitario. Su biografía habla de un investigador autodidacta, nacido en 1916, que conoció en su juventud el final del republicanismo valenciano, que en 1942 publicó el libro Cala preciosa y que en 1954, con la novela Los Romeu, entró el mundo literario valenciano al obtener el Premio Valencia de Literatura. Colaboraba con frecuencia en Valencia Atracción y en las páginas culturales de Levante; estaba en la órbita de Francisco Almela y Vives y de José Ombuena, que sin duda lo atrajo hacia LAS PROVINCIAS a partir de 1959, cuando pasó a dirigir nuestro periódico.
La paciencia del relojero
León Roca era relojero de profesión. Trabajaba en una relojería y allí cumplía un meticuloso horario. Lo que no le impedía aprovechar todo el tiempo disponible en investigar la figura de Blasco Ibáñez: cuando el establecimiento cerraba, le bastaba cruzar un par de calles del centro para plantarse en la Hemeroteca Municipal, situada entonces en el propio edificio del Ayuntamiento, y allí copiar a mano, de manera infatigable, los artículos periodísticos de Blasco Ibáñez en El Pueblo. No había otros medios técnicos más que el papel y el bolígrafo; y bastante suerte tenía si, por ser él, se le dejaba consultar aquél diario. Así, con una infinita paciencia, el relojero transcribió todos los artículos políticos del escritor valenciano, los de épocas tan cruciales como la fundación de su partido, la salida del diario a la calle, la guerra de Cuba, la consolidación política y las polémicas con Soriano. Fruto de esta tarea es Blasco Ibáñez, política y periodismo, editado en 1970, centro de otros estudios más profundos.
León Roca tenía acceso a la documentación de la familia Blasco. En el año 1965 su biografía de Vicente Blasco Ibáñez supuso la recuperación integral de la vida y la obra del novelista: nunca hasta entonces se había hecho un esfuerzo equiparable en torno al escritor. Tampoco después, pese a los modernos medios y los recursos financieros, se ha hecho una obra de igual calibre investigador desde la Universidad.
José Luis León Roca tuvo una vocación literaria e investigadora excepcional de la que el tiempo es probable que acierte a hacer plena justicia. Ha cosechado muchos reconocimientos: recibió la Medalla de Oro de la Ciudad de Valencia y fue animador de la vida de la Fundación Vicente Blasco Ibáñez, creada en torno a un chalet contra cuya desaparición clamó una y otra vez en nuestras páginas. Pero Ombuena también le estimuló a la creación literaria pura: en las páginas dominicales del periódico, en los años sesenta, además de artículos de corte cultural y literario, LAS PROVINCIAS publicaba un cuento que con frecuencia tenía a León Roca como autor. La característica ilustración a plumilla de Antonio Ferrer configuraba una pieza dominical insustituible que docenas de lectores compraban, leían y coleccionaban.
León Roca formaba parte de una tertulia que, con frecuencia, animaba el despacho del director. Cuando estos escritores venían a traer sus colaboraciones del domingo era normal que coincidieran y pasaran un par de horas conversando en la casa, con el director y con cualquiera que tuviera unos minutos para invertir aprendiendo. Junto con sus cuentos, el relojero escritor insertó en nuestras páginas docenas de reflexiones, que son pequeños ensayos de costumbres sobre los cambios sociales, la Valencia de tiempos pasados y la metamorfosis de la ciudad y sus gentes.