¿Qué cuadro de un famoso pintor regaló Alfonso de Borbón a la nieta de Franco para su boda?
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Cuando en 1971 Carmen Martínez-Bordiu, nieta de Franco, estaba a punto de casarse con Alfonso de Borbón-Dampierre , primo del entonces príncipe Juan Carlos, le pidió como regalo de bodas un retrato de ella realizado por Salvador Dalí. Eran momentos en que algunos sectores del régimen propugnaban la candidatura de Alfonso de Borbón como futuro rey para perpetuar a la dinastía Franco.
Dalí pidió tres obras del museo del Prado a cambio del retrato de Carmen Martínez-Bordiu
Entre Mariano Calviño, procurador en Cortes, y Miguel Mateu , exalcalde de Barcelona, convencieron al artista. Dalí exigió de entrada un precio en dólares, equivalente a siete millones de pesetas, pero después de un regateo accedió a pintarlo a cambio de poder exponer en su museo de Figueres algunos cuadros del museo del Prado de los que están en los almacenes. Y se lo aceptaron.
Alfonso y Carmen se casaron el 8 de marzo de 1972 pero no fue hasta el verano siguiente cuando Dalí empezó a pintar el retrato. La pareja fue invitada a la casa de veraneo de los Mateu en Garbet (Colera), en el norte de la Costa Brava, y se preparó una visita a los jardines del castillo de Peralada, propiedad también de la familia Mateu, donde Dalí hizo los primeros esbozos del cuadro ante la prensa. Carmen, que ya estaba embarazada, explicó después que no se lo pasó nada bien porque Dalí quería que montase a un caballo para hacerle un retrato ecuestre. “Me dijo que los niños le daban miedo porque eran seres muy crueles... Y me explicó a mí, embarazada, horrores sobre los niños”.
Los primeros esbozos del retrato de la nieta de Franco se hicieron en los jardines de Peralada
Dalí incluyó en el retrato también una referencia explícita al Escorial y a la rendición de Breda, que definió como “fragmentos gloriosos de la historia de España”. Y a ella la pintó vestida de blanco encima del caballo, porque “su belleza españolísima es digna de ser pintada por Velázquez”,” y “descalza porque la veo infantil”. El óleo ya terminado se expuso en el Museo del Prado el 28 de mayo de 1973 donde Dalí dio una conferencia y ante unos sorprendidos espectadores dio una última pincelada al ojo izquierdo de la retratada. La entrega formal de la obra se hizo en el palacio del Pardo, con presencia del Caudillo.
Tras concluir el encargo, Dalí propuso tres obras del Prado que le interesaban para colocar en el escenario de su Teatro-Museo (donde ahora está situado el telón del Laberinto). Pero Mateu ya había muerto y Calviño y el director del Prado, Xavier Salas, le dieron largas. Más adelante le ofrecieron cuatro obras menores, sin ningún interes, que rechazó. Franco murió y después ya nadie se atrevió a sacar el tema. El cuadro es todavía propiedad de la nieta del dictador. Y, mira por dónde, Salvador Dalí, el avida dollars, resulta que hizo el retrato a cambio de nada.