Nunca hay que creerse todo lo que dicen los medios oficiales de comunicacion socialista-podemistas, interesados en destruir la Jefatura del Estado y la Corona.
Los daños colaterales de la operación salida del Rey Juan Carlos
La partida forzada del anterior Monarca ahonda la división del Gobierno, preocupa a los ciudadanos y desconcierta en el extranjero
El Gobierno sabe en cada momento donde está el Rey Emérito por las escoltas, que son policías españoles que dan novedades diarias a sus mando, de donde está, con quien ha entrevistado, o qué ha hechos. No puede ir solo ni hacer lo que le dé la gana. Si fuera solo lo pdian secuestrar.Palma Actualizado:
La salida de Don Juan Carlos,
forzada por el Gobierno, ha desatado una tormenta sin precedentes en la
historia reciente y de consecuencias imprevisibles. Por primera vez en
la democracia, el Gobierno -paradójicamente, el más débil- ha echado un
pulso a la Corona durante meses y ante los ojos de la opinión pública. Y
la primera impresión es que, de momento, lo ha ganado, pero que la decisión ha perjudicado a todas las partes. Cinco días después de la partida forzada de Don Juan Carlos, la «operación salida» se presenta como un fracaso.
Si Pedro Sánchez pretendía hacer un guiño a sus socios más radicales, lo que ha conseguido es enardecerlos con una solución que les parece claramenteinsatisfactoria y que ha avivado el sentimiento republicano de unos e independentista de otros. Pero la decisión del Gobierno también ha movilizado a los sectores monárquicos, de izquierda y derecha, y ha generado una gran preocupación en los defensores del orden constitucional, que ven como se abre ahora un debate que no existía sobre la forma de Estado. Y este debate se produce en el peor momento, en plena crisis económica, en medio de una pandemia y a la espera de recibir miles de millones de euros en ayudas europeas, justo cuando se necesita más estabilidad institucional.
El Rey no era partidario
Lo que está claro es que el Gobierno era el único interesado en que Don Juan Carlos abandonara el Palacio de La Zarzuela, y que el Rey no era partidario de esta decisión. De hecho, no la incluyó en su comunicado del 15 de marzo, cuando renunció a la herencia de los fondos poco transparentes y retiró la asignación anual a su padre. Además, han tenido que pasar varios meses de presiones por parte del Gobierno -que creó un equipo e incluso utilizó a los medios de comunicación afines- antes de que el Rey la aceptara. Otro hecho significativo es que no fue Don Felipe quien indicó personalmente a Don Juan Carlos que tenía que abandonar La Zarzuela por decisión del Gobierno, sino que lo hizo el jefe de su Casa, Jaime Alfonsín.En círculos monárquicos se preguntan «qué efecto balsámico» se esperaba con la partida del anterior Monarca y se acusa a Sánchez de haber intentado enfrentar a los dos Reyes, como ocurrió en su día con Don Juan Carlos y Don Juan. Incluso, algunos monárquicos se han alineado con el padre y otros con el hijo. No obstante, Don Felipe y Don Juan Carlos han evitado repetir ese enfrentamiento. Saben que a la Corona no la salva un Rey contra otro. Pero ni siquiera en estas circunstancias se ha puesto en valor la generosidad de Don Juan Carlos, que se ha convertido en el primer español que, en plena democracia, ha tenido que abandonar el país por indicación del Gobierno.
El falso relato de la huida
Al contrario, la ausencia de Don Juan Carlos ha desencadenado más linchamiento, especialmente por parte de los radicales, que han logrado imponer su falso relato de que el viejo Rey «se ha fugado» para huir de la Justicia (Pablo Iglesia lo dijo en la TV el daño ya está hecho). Frente a estos maestros de la propaganda, a Don Juan Carlos no le defiende nadie, más que algunos pocos a título personal.Tras su salida, el silencio se ha hecho mayor. Se han echado de menos las voces de los cuatro presidentes del Gobierno de su reinado que siguen vivos, especialmente las de José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, pues los hechos que ahora se investigan ocurrieron durante sus mandatos. Y también ha llamado la atención el silencio de las empresas, muchas de las cuales se salvaron de la quiebra, tras la crisis del 2008, gracias a que Don Juan Carlos, entre operación y operación, aún sacaba fuerzas para avalarlas ante sus contactos internacionales y abrirles la puerta de los grandes contratos.
También gran parte de la prensa, la misma que durante años miró para otro lado y olvidó su papel vigilante, ahora le ha pasado de golpe la factura acumulada de sus silencios.
El «mejor embajador»
La operación salida de Don Juan Carlos ha sido igualmente un fracaso para la imagen de España en el exterior. La comunidad internacional, que lleva 40 años recibiendo a Don Juan Carlos como el «mejor embajador de España», ve ahora con desconcierto como se le fuerza a abandonar su país, cuando todavía no ha sido ni acusado ni juzgado ni oído.En estas circunstancias, y con muchas interrogantes abiertas sobre la partida del anterior Monarca, los Reyes llegaron ayer con sus hijas a Palma. Poco antes de la llegada, la portavoz del Gobierno balear, la socialista Pilar Costa, afirmó que el Ejecutivo de la socialista Francina Armengol vivirá con «cordialidad» la estancia de los Reyes en el archipiélago y con «la relación institucional que nos corresponde como Gobierno de las Islas», según informa Josep María Aguiló. Esta legislatura gobierna en la comunidad un tripartito conformado por el PSOE, Unidas Podemos y MÉS per Mallorca. Armengol también se refirió el jueves a Don Juan Carlos, y dijo que «las responsabilidades son personales, no de las instituciones». «Como presidenta de Baleares, lo que me preocupa es que las instituciones funcionen y que la democracia funcione», añadió.
Homenaje a Fray Junípero Serra
Los Reyes, que regresarán a Madrid el día 18 de agosto, tienen la agenda cargada de actos durante su estancia en la isla. El próximo lunes, después de que Don Felipe reciba a las autoridades baleares, los cuatro miembros de la Familia Real se desplazarán a la localidad de Petra para visitar la Casa Natal y el Museo de fray Junípero Serra. Los Reyes rendirán homenaje al religioso mallorquín tras los ataques que han recibido sus estatuas, tanto en Estados Unidos como en Palma y en Petra.El martes, la Familia Real visitará el proyecto socioeducativo Naüm, en el barrio de Son Roca de Palma.A Sánchez se le espera en la isla el miércoles, cuando acudirá a despachar con el Rey en el Palacio de Marivent. Ese día se les podrá ver por primera vez juntos en público tras la salida de Don Juan Carlos. El jueves los Reyes se traladarán a Menorca, donde visitarán, entre otros puntos, un yacimiento arqueológico en Ciudadela y se reunirán con representantes de la Denominación de Origen de queso de Mahón, y la próxima semana se trasladarán a Ibiza.
Enlace con ABC del 8 de agosto de 2020
Si una noticia falsa llega a 10 millones de espectadores, una rectificación no la ven ni medio millón.
El daño ya esta hecho que era lo que interesaba.
Nunca hay que creerse todo lo que dicen los medios oficiales de comunicacion socialista-podemistas, interesados en destruir la Jefatura del Estado y la Corona.
El Gobierno sabía perfectamente donde estaba el rey emérito (es su obligación) pero, le interesaba mucho que apareciera en los medios de comunicación como un fugado de la justicia, como linchamiento.
La artillería mediática
A pesar de la enorme presión, el Rey mantuvo el pulso con el Gobierno y se negó a imponer ninguna de esas medidas a su padre. Cada día que pasaba, Don Felipe desayunaba con una nueva advertencia en forma de titular: que si el Gobierno estaba esperando una decisión, que si los Presupuestos no se aprobarían hasta que Don Juan Carlos abandonara La Zarzuela... El equipo de Sánchez estaba utilizando toda su artillería mediática para forzar al Rey a actuar contra su padre. También La Zarzuela podía haber filtrado las presiones, pero nunca lo hizo.El Rey expuso la delicada situación a Don Juan Carlos, y éste se mostró dispuesto a hacer lo que fuera con tal de no perjudicar a su hijo y a la Corona. Se ofreció a renunciar a su inviolabilidad o a hacer una regularización fiscal, pero el dinero para pagarla se lo había quedado Corinna Larsen.
Finalmente fue Jaime Alfonsín quien le tuvo que trasladar que debía abandonar La Zarzuela a petición del Gobierno. Y fue entonces cuando Don Juan Carlos decidió marcharse, pero no de su casa, sino de España. Después, en la carta de despedida, quiso que se supiera que había tomado esa decisión «con profundo sentimiento» y que no se trataba de algo definitivo, pues añadió «en estos momentos». Desde el exterior, precisó que su partida no obedecía a unas vacaciones, sino a «un paréntesis». Lo que está claro es que nadie podrá evitar que Don Juan Carlos vuelva España cuando quiera -sin necesidad de que le cite un juez-, ya que la Constitución establece en su artículo 19 que los españoles «tienen derecho a entrar y salir libremente de España» y la pena de destierro se derogó hace ya muchos años.
Antes fue Franco, ahora Juan Carlos, para no hablar claro de que durante la pandemia el gobierno de Sanchez no fue previsor.
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NUEVO IMPULSO
La cuestión de los socialistas-podemistas de un referéndum sobre monarquía o republica es peligrosísimo puede tener resultados desastrosos hasta de guerra civil. Los españoles somos ingobernables. Respetar la Constitución del 78 es fundamental, costó mucho, ahora con artimañas la quieren reformar para mal. Estos politicos enanos solo quieren su ambición y parcela de poder. Los cambiso pueden ser impredicibles. No jugar con la Corona. España fue un Imperio con la monarquía de los Reyes Católcios, Carlos V y Felipe II. Las democraias son necesarias pero tiende a todos seamos borregos iguales, pero tiene que haber un pastor fuera de la órbita del ganado. No quiero un presidente de república en España ni loco vaya.
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OTRO ASUNTO
Juan Carlos I en la crisis del 2008 para aydar a las empresas españolas buscó a sus amigos hermanos del Golfo de Arabia para que la construtoras y el tren AVE tuvieron negocio como el AVE A la MECA, pero estos negocios siempre acaban con comisiones, que fal fainal acaba en supuesto fraude Fuscal. Quién le manda al Rey usar su influencia. Al final ha habido efecto Boomerang. Las consecuencia de un referendum sobre la Corona son imprevisibles, es como jugar con pólvora.
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Una semana después de que el Rey Don Juan Carlos abandonara España, continúa el debate sobre si se debe hacer público o no dónde está el anterior Monarca. La cuestión es para unos un asunto de Estado, mientras que otros piensan que debe prevalecer su derecho a la intimidad y su seguridad. Desde el primer momento en el que la Casa del Rey anunció su salida mediante un comunicado, fuentes del Palacio de La Zarzuela indicaron que sería el propio Don Juan Carlos quien anunciara su destino cuando lo considerara conveniente. Y es que, según fuentes próximas a la Casa, se trata de la «vida privada» del anterior Monarca. Estas mismas fuentes recordaron que en junio del año pasado Don
Juan Carlos anunció su retirada de la vida pública y, por lo tanto, hay que respetar su derecho a la intimidad.