La directora de la Guardia Civil, desaparecida en una de las peores crisis de la Institución
Los agentes llevan meses denunciando el abandono de María Gámez y exigen su dimisión y la del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska
“Diálogo, trabajo y consenso”.
Tres palabras que definían el compromiso de María Gámez tras ser
nombrada directora general de la Guardia Civil en enero de este mismo
año. Tres palabras que se han ido diluyendo conforme pasaba el tiempo y
que a día de hoy carecen de sentido alguno [que no ha cumplido]. Marlaska quería una mujer socialista florero, y lo consiguí].
La primera mujer en la historia que ocupaba ese cargo y que llegaba para arreglar la terrible crisis provocada por su antecesor Felix Azón, a cuenta precisamente de la equiparación salarial, se ha desvanecido [se la desmayado].
Nada se ha sabido de ella durante la terrible pandemia y nada se sabe de ella ahora, cuando el Cuerpo sufre una de las peores crisis de su historia. [por acoso del poder socialista y el silencio de Pedro Sánchez].
La primera mujer en la historia que ocupaba ese cargo y que llegaba para arreglar la terrible crisis provocada por su antecesor Felix Azón, a cuenta precisamente de la equiparación salarial, se ha desvanecido [se la desmayado].
Nada se ha sabido de ella durante la terrible pandemia y nada se sabe de ella ahora, cuando el Cuerpo sufre una de las peores crisis de su historia. [por acoso del poder socialista y el silencio de Pedro Sánchez].
El
polémico cese del máximo responsable de la Guardia Civil en Madrid,
coronel Diego Pérez de los Cobos, la dimisión del Director Adjunto Operativo
(DAO), el teniente general Laurentino Ceña, y el relevo del teniente general, Fernando Santafé, han provocado una conmoción sin precedentes del Instituto Armado. Crisis que se agrava por la “absoluta inacción” de su máxima responsable, María Gámez [directora general].
En estos cuatro meses de mandato no ha dado explicación alguna a la avalancha de críticas de los agentes, que se han sentido “abandonados y desprotegidos” durante la pandemia de coronavirus. Y tampoco ha dado la cara ahora, cuando el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha removido los cimientos de una Institución con 176 años de historia ejemplar.
En estos cuatro meses de mandato no ha dado explicación alguna a la avalancha de críticas de los agentes, que se han sentido “abandonados y desprotegidos” durante la pandemia de coronavirus. Y tampoco ha dado la cara ahora, cuando el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha removido los cimientos de una Institución con 176 años de historia ejemplar.
Todas
las asociaciones de la Guardia Civil, sin excepción, han mostrado su
malestar ante este devenir de movimientos en la cúpula organizativa. El cese de su número uno, Pérez de los Cobos, provocó un clamor al unísono
de todos los agentes, que se vieron una vez más vapuleados por el
Gobierno ante la pasividad de su máxima responsable. Desde JUCIL, su
secretario general, Ernesto Vilarino, denuncia que esta crisis “es más grave de lo que quiere hacer ver el ministro del Interior", por lo que solicita de forma urgente "explicaciones por parte del señor Marlaska y la señora Gámez”.
La dimisión de Gámez y Grande-Marlaska
Y va más allá, al señalar que “las dimisiones no se deberían estar viviendo en el seno policial de la Guardia Civil sino en los despachos del Ministerio del Interior y de la Dirección General de la Guardia Civil”. Y es que, según explica Vilariño, “no deberían dimitir guardias civiles con una hoja de servicio intachable y una carrera ejemplar”.
Una situación denunciada por todas la asociaciones, a la que hay que
sumar el hecho de que estos cuatro meses con María Gámez al frente de la
Institución no hay salido en defensa del “honor de sus agentes” ni una
sola vez.
Pero no es
la primera vez que se alerta sobre la “inacción” de Gámez. En abril, la
Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) tuvo que recurrir a los tribunales ante la falta de respuesta a sus solicitudes en plena crisis por el coronavirus. Tanto es así que remitieron un “requerimiento formal” a la directora general para que contestase de una vez por todas.
Requerimiento que cayó en saco roto. Y es que no sólo no responde a los
agentes sino que tampoco ha dado explicación alguna a los medios por su
gestión en la crisis del coronavirus. Mucho menos ahora, con la que
está cayendo.
¿Quién es María Gámez?
Vinculada al PSOE de Málaga, María Gámez ha ocupado diversos puestos en el Gobierno andaluz y alcanzó relevancia con motivo del dispositivo de rescate de Julen, el niño que cayó a un pozo en Totalán (Málaga).
Cuando ocurrió la tragedia en enero de 2019, Fernando Grande-Marlaska
ya ocupaba la cartera de Interior del primer Gobierno de Pedro Sánchez. Su incursión en la vida política llegó en el año 2004 cuando
fue nombrada delegada provincial de la Consejería de Innovación,
Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía, coincidiendo con su
afiliación al PSOE.
Cuatro años después, fue nombrada delegada del Gobierno andaluz en Málaga. Desde ese cargo, saltaría a la política municipal para presentarse como candidata a la Alcaldía de Málaga. Tras dos intentos fallidos, decidió retirarse temporalmente de la política. Pero su apoyo en tiempos bajos a Pedro Sánchez, tuvo su recompensa
y fue nombrada subdelegada del Gobierno en Málaga, siendo la primera
mujer que ostentaba ese cargo. Y de ahí su salto a la cúpula de la
Guardia Civil de la mano de Grande-Marlaska.
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La Razón