SUBIDA A LOS DOS CASTILLOS.
Por José Morantino Iglesias
Por José Morantino Iglesias
Quedé de buena mañana con mi amigo Ramón, en la Plaza
de la Viña. Aparecían las primeras luces del alba.
Equipados con atuendo deportivo
adecuado, emprendimos la trotada, a un ritmo asequible. Ni muy deprisa, ni muy
despacio (más bien lo segundo).
Serían dos horas de ligero running.
Llegamos a la Avenida de Aguilera
y después subimos por la Avenida de Salamanca hasta Marqués de Molíns. Allí
iniciamos la subida al Castillo de San Fernando. Bajamos hasta el Rico Pérez y
a continuación enfilamos la Avenida de los Condes de Soto Ameno.
En nuestro trayecto íbamos saludando a
esporádicos ciudadanos: empleados municipales de la limpieza, panaderos que
iban a su horno, algún policía municipal… Todos, muy buena gente.
Alcanzamos Benito Pérez Galdós y
acto seguido, tras cruzar la Plaza de España y superar Vázquez de Mella,
acometimos la dura subida al Castillo de Santa Bárbara.
Al llegar a la entrada al Castillo, y tras
saludar al policía de vigilancia, descendimos hasta alcanzar la Calle Virgen del
Socorro.
Por esa zona, a calle Mayor y hacia el centro:
La Muntanyeta, Maisonnave, Aguilera otra vez, Avenida de Orihuela y la “meta”:
Plaza de la Viña.
Estábamos cansados pero
contentos.
Le agradecí a mi amigo, una vez más, el estupendo prólogo a
mi libro.
De pronto, sonó el timbre de mi
casa en el domicilio benaluense. Era mi sobrina, que me traía provisiones para
el confinamiento:
-Hola, Chiri (así me llama ella),
aquí te traiga en el táper la comida de hoy, y además agua, dulces, la medicina
que me encargaste… Hoy te he preparado un plato de macarrones. Y te traigo para
que mañana hagas tú tu comida, conforme te expliqué.
(En el confinamiento me estoy haciendo un buen
cocinero, y ya tengo una treintena de recetas “made in mi”).
-Gracias, Teresita -le dije-.
¿Qué había pasado antes de la llamada
de mi sobrina? Fue un profundo sueño el transcurrido en la subida a los dos Castillos.
Pero un bello sueño pues me acordé de esos catorce años de corredor -tras mi
jubilación-, con 650 carreras, 40 maratones, 200 medios maratones, un subcampeonato
de España y 200 trofeos que atestan mi casa.
-Gracias, Ramón. Seguiremos confinados, pero produciendo,
que ya queda menos.
#YoMeQuedoEnCasa.
Dedicado a mi buen amigo
Ramón, gran artista, escritor y dinamizador cultural.
Alicante, 16-4-20. Trigésimo tercer día de confinamiento,
por nuestras salud ¡Virus, fuera!
COMENTARIO:
Amigo Moratinos me ha gusta mucho tu relato sobre nuestras carrera juntos por Alicante, recuerdo que la subida al castillo de San Fernando lo hicimos juntos, pero en el castillo de San Barbara me dejaste atrás, tus piernas son duras, de donde sacan el acero para los motores de reacción. Este viaje lo repetiremos en cuando este bicho nos deje tranquilos. Y espero que pronto podamos presentar tu estupendo libro sobre la educacion de los padres. Un abrazo y hasta otra carrera.
COMENTARIO:
Amigo Moratinos me ha gusta mucho tu relato sobre nuestras carrera juntos por Alicante, recuerdo que la subida al castillo de San Fernando lo hicimos juntos, pero en el castillo de San Barbara me dejaste atrás, tus piernas son duras, de donde sacan el acero para los motores de reacción. Este viaje lo repetiremos en cuando este bicho nos deje tranquilos. Y espero que pronto podamos presentar tu estupendo libro sobre la educacion de los padres. Un abrazo y hasta otra carrera.