La España de los
antisistemas
Por Ramón Palmeral
Alicante 25 de mayo 2016.- Los anti sistemas,
los demagogos, no pasarán, nucleares no (fusión nuclear no), energías
alternativas, los verdes, los podemos, los neocomunistas, conspirar, la
autónomos, violentos y rompe escaparates, lo anticapitalista. Puesto
todos estos extremismos se pagan. Toda esta tropa queda muy plástica y
bonita en las fotos de la prensa y en las galerías de arte, porque existe la
idea sindicalista que huelgas y la unión hace la fuerza. Todos está muy
bien porque el poder reside en el pueblo (pero bien administrado, no los
populismo), la democracia en la voz del pueblo en la Asamblea nacional, no en
las asambleas de los barrios. Pero hay que tener cuidado a la hora de
administrar el “poder del pueblo”, porque muchos inocentes pueden morir
sentenciados por el voto de la mayoría. La mayoría podría decir que un hombre
es culpable, cuando puede ser inocente. Que lo diga la mayoría no quiere decir
que tengan la razón. Como sucedían en China de Mao que ajusticiaban a los
sospechosos por una votación asamblearia. En roma el poder de la plebe tuvo sus
consecuencias nefastas, como lo tuvieron los emperadores omnipotentes.
Luego cuando los elegidos populista tienen que gobernar, llámese
Colau, Chiqui y compañía, resulta que las ideas antideshaucios, los
antisistemas, el todo vale, resulta que no puede llevarse a la práctica porque
no hay dinero, y cuando se prometen 200.000 puestos de trabajo de empleo
público (que está muy bien), sube la deuda pública y entonces es cuando la
Eurozona saca la vara de medir espaldas y te pone una multa de un par de miles
de millones de Euros.
Actualmente España, es un socio político no fiable, porque no saben por
dónde te va a salir, y se proclama un “cambio” de sillones, que no se sabe muy
bien en que consiste. Porque ningún partido de los que han gobernado tiene el
certificado de “limpieza de sangre” ante la corrupción, ni ante la ética de una
moral impoluta, porque lo favores y las subvenciones ilegales a los partidos se
tiene que pagar de una u de otra forma.
Protestar el lícito y siempre se puede obtener una mejora, una cesión, pero
cuidado con los “idus de marzo” con los cambios bolchevique y revolucionarios
porque nos podemos quedar en una democracia-dictatorial. Y es que, la práctica
de la realidad política en 4 meses de enero a abril de 2016, nos ha servido
para ver de qué pie cojean cada uno de los candidatos, cuáles son sus
propuestas o mini propuestas, y que el interés general no es un valor, no
vales, sino las taifas, y los pequeños reinos productor de la ley electoral que
favorece a ciertos nacionalismos a los que solamente les interesa su ombligo, y
no el de todos los demás.
Por ello, en estas lecciones del 26 de Junio todos los votantes con derecho
a voto deben votar, para situar la balanza política española en la realidad y
no en una entelequia de poderes que pueden provocar un caos en España y en
Europa la vigilante de nuestros errores. Los antisistemas, los del koctel Molotov,
etc., no pueden imponer su voluntad a la mayoría razonable y pensante. Porque
si las minorías toman el poder lo vamos a pagar con creces. Los cambio son
necesarios, sin cambio y sin adaptaciones a la vida civilizada de los mercados
y la competencia, la prosperidad no puede llegar. Porque toldo trabajo que se
monta sobre una burbuja de irrealidad, sin base sólida acaba por
derrumbarse, porque no podemos vivir mucho tiempo en equilibrio, que es lo que
los estamos haciendo ahora.
Sin Justicia no ha libertad. Lo violentos se aprovechan de la falta de
autoridad.
Está muy bien lo de la social democracia, pero esto no se consigue con
decretos leyes sino una sociedad más cultura. Por ahora es una Utopía.
Nuevo Impulso.net, Alicante, 25 de mayo 2016