LA DENOSTADA TERCERA EDAD
Yo involuntariamente dejé de ser joven, pero no ha sido culpa mía.
La publicidad, el cine etc, en un mundo espartano de culto a la juventud, en cambio, la sabiduría de la ancianidad se desprecia, el capitalismo es destructor de la tercera edad. Piensa que si se mueren los ancianos se ahorra pensiones, cuando esto es un error, la pensión se revierte en fomentar la economía, se compra alimentos, servicios, se paga agua, electricidad, ayuda a hijos y nieto. Los ancianos somos los bancos familiares del préstamo sin intereses. Los ancianos no ahorran. Esa pensión vuelve al Estado en forma de IRPF, impuestos indirectos todos, en dar empleo, porque el consumo da empleo.
De otra manera somos educadores, cuidadores de nietos, no malgastamos.
Somos una bolsa económica importante: alimentos, energía, empleo, asistencias sociales, vivienda, herencia… Ahora con el coronavirus estamos ayudando a las familias.
Incluso cuando el anciano está es una residencia, está dando empleo, sueldos a trabajadores, médico, enfermeros, cocineros, camareros, la residencia es un negocio. Sin viejos este negocio geriátrico se va al paro. Ya trabajamos para levantar esta España que es el décimo país más importante económicamente del mundo.
Siempre se ha oído la misma frase, que lo viejos sobramos, que no producimos y gastamos medicamentos en sanidad: industria. Lo cual como he demostrado no es cierto, es un error, porque la económico de mercado es un sistema de oferta y demanda.
Los viejos no sobramos, somos fundamentales, no solo en sabiduría sino en dar empleo a las cajeras de los supermercados, agricultores... Cuando menos población en un país, más débil es.
Ramon Fernandez Palmeral
Alicante, 29 de marzo 2020, tiempor de coronavirus se se está llevando a lo mejor de la sociedad.
Yo involuntariamente dejé de ser joven, pero no ha sido culpa mía.
La publicidad, el cine etc, en un mundo espartano de culto a la juventud, en cambio, la sabiduría de la ancianidad se desprecia, el capitalismo es destructor de la tercera edad. Piensa que si se mueren los ancianos se ahorra pensiones, cuando esto es un error, la pensión se revierte en fomentar la economía, se compra alimentos, servicios, se paga agua, electricidad, ayuda a hijos y nieto. Los ancianos somos los bancos familiares del préstamo sin intereses. Los ancianos no ahorran. Esa pensión vuelve al Estado en forma de IRPF, impuestos indirectos todos, en dar empleo, porque el consumo da empleo.
De otra manera somos educadores, cuidadores de nietos, no malgastamos.
Somos una bolsa económica importante: alimentos, energía, empleo, asistencias sociales, vivienda, herencia… Ahora con el coronavirus estamos ayudando a las familias.
Incluso cuando el anciano está es una residencia, está dando empleo, sueldos a trabajadores, médico, enfermeros, cocineros, camareros, la residencia es un negocio. Sin viejos este negocio geriátrico se va al paro. Ya trabajamos para levantar esta España que es el décimo país más importante económicamente del mundo.
Siempre se ha oído la misma frase, que lo viejos sobramos, que no producimos y gastamos medicamentos en sanidad: industria. Lo cual como he demostrado no es cierto, es un error, porque la económico de mercado es un sistema de oferta y demanda.
Los viejos no sobramos, somos fundamentales, no solo en sabiduría sino en dar empleo a las cajeras de los supermercados, agricultores... Cuando menos población en un país, más débil es.
Ramon Fernandez Palmeral
Alicante, 29 de marzo 2020, tiempor de coronavirus se se está llevando a lo mejor de la sociedad.