Actividades jubilares
Ramón Palmeral |
viernes, 31 de enero de 2020, 15:46
Uno no se da cuenta de que está
jubilado o prejubilado hasta que no llevas un par de años sin
actividades laborales. Entonces uno debe imitar a las amas de casa que
nunca se jubilan y siempre están activas.
Durante mi prejubilación, por
cuestiones de enfermedad, aún me sentía un chaval, y no podía quedarme
sin hacer nada. Si te viene la depresión lo mejor es que te coja con
algunos proyectos entre manos, así podrás superarla. Por eso me puse las
pilas, me activé en seguida y me puse a pintar porque era lo que me
gustaba y tenía facultades desde mis años escolares.
Empecé a pintar marinas,
figuración y temas surrealistas, cuadros que tuve la suerte, en mi
primera exposición, de vender algunos; no pretendía ser un pintor famoso
o reconocido, además yo no sabía cómo se conseguía eso. Pero un
maestro de la pintura amigo mío me abrió los ojos, era Fernando Soria,
presidente de la Asociación de Artistas Alicantinos, y me dijo «Ramón,
tú pintas muy bien, pero no tienes estilo propio». Sin duda, tomé buena
nota de ello y empecé a pintar retratos de mujeres con radiografías en
el cuello, que llamaban mucho la atención. Luego pasé al
«intelectualismo», a los «seres geométricos inteligentes», y, ahora,
estoy en el «paroxismo de masas»...
Leer completo en El Monárquico