UN IMPERDIBLE DE ORO EN LA TETILLA
Ramon Fernandez Palmeral/ se publicó en Mundo Cultural Hispano
Mi madre me clavó un imperdible de oro en el pecho, encima de la tetilla, nada más nacer contra el mal de ojo, me abrazaba un pellizco de carne, y este amuleto debió funcionar porque no cogí ningún virus patológico de esos que se cogen dentro de los armarios y alacenas, qué más da. Me resisto a hablar de este tema, hoy 30 de junio (30-J), cuando todos los matrimonios hemos sido humillados. Ahora tengo un clavo de titanio en el corazón que me tengo que sacar con un destornillador eléctrico.
Cambiemos de conversación: Cuando hace años paseaba por las proximdiades de la estación de RENFE, de una ciudad, llamelemosle (H), pues bien en la ajardinada isleta frontal, donde actualmente cabalga un caballo botero y, encima, reventando al equino, un desnudo y gordo picador, antes se erguían dos majestuosos cuernos metálicos de fundición en minio, a lo bestia casi como arco de triunfo o pasarela peatonal metálica, llamadas: Esculturas a la libertad de expresión, hoy se emplazan en la Gran Vía, allá por Sidi Ifni, junto a otras esculturas móviles. Una vez creí leer Gran Vía de la Constitución, pero no, leí mal, era Gran Vía en Construcción, errores a las que nos llevan los deseos, cuando vemos que cada cual puede tomar bodas con quien le de la gana, y la sagrada institución familia, hoy desvalorizada queda por los suelos estercolados de en un país de enfermos patológicos que salen de los hornos, de los armarios, de debajo de las camas como si eso fuera de hidalgos. ¿Qué es la libertad? ¿Alguien sabe donde empieza y donde acaban las libertades?
Me dice mi cicerone Algazel que Don Quijote tenía derecho a afirmar que bacía era yelmo, e incluso inventó la palabra “baciyelmo”, convencido de que decía la verdad, y con su verdad anduvo por los caminos de La Mancha hasta Barcelona, en definitiva del mundo civilizado, enseñando que en el intento está el valor, y que el valor se ha de tener para ensayar lo absurdo, y que el absurdo es libertad y el único camino para conseguir lo imposible, y luchando contra la injusticia y sobre todo por un ideal, que ya nadie lucha por ideales, sino por un montón de billetes verdes.
Conocí a un avicultor que puso en práctica una idea, una idea en principio absurda, la de ponerle música de cámara a las abejas para que dieran más cantidad de miel y más jalea real, las personas de su entorno familiar, le dijeron que estaba majareta, que vivía en la luna, perdiendo el tiempo en tonterías. Sabías que este lunático comercia hoy en día casi el 50 % de la miel de España. En la libertad empresarial de nuevas ideas se oculta generalmente el éxito. Las abejas son esas moscas con aguijones, pues después de oír música se volvieron hermafroditas. No quiero hablar de las innovaciones sociales, de nuevos proyectos familiares herejes, o de las bodas «homoniales» o herniales o entre abejas del mismo sexo: «que me quede como estoy Virgen de Lourdes». Porque eso de sumergirse en proyectos raros es para los belgas raritos, holandeses o canadienses, nosotros a los nuestro hemos olvidado la filosofía española del Quijote, de la tradición de los conqusitadores de América, ahora la vida es comer basura son humillación mundial que nos tomarán a todos por raritos. Así nos va, la libertad no sólo habla de los valores fundamentales de los ciudadanos sino de las libertades colectivas. Nos queda mucho que aprender del espíritu de Don Quijote, del avicultor que le puso música a las abejas, de los que fueron a Flandes, a América o a Alemania. Atrévete a saltarte esos valores. ¿Qué es primero el hombre o el bien común? Cuando seas rico podrás hacer lo que quiera con la bacía, de aquel hidalgo manchego que estaba «loko», pero no tenía ni un pelo de tonto.
Finalmente, las esculturas a la libertad de RENFE fueron trasladadas de lugar y se encuentran actualmente en la Gran Vía, cerca del Hospital de la Seguridad Social o de la Generalitat. Hay que errar mucho para no equivocarse. Hoy nos hemos equivocado, porque aquellas abejas que escuchaban música clásica adoptaron abejorrillos, que se volvieron abejas hermafroditas. No sé si me has entendido pero hoy no doy para más. Empecemos con la igualdad. ¿Por qué las mujeres se llaman María, Carmen o Mercedes, con nombre femeninos? Por qué no se llaman Paco, Antonio o Miguel? En cuanto hay un nombre femenino en el DNI, dice mi amiga Ana que ya hay una discriminación. ¿Tiene o no tiene razón? Todos iguales como los palillos de dientes, víctimas todos del Creador que creo de distintos sexos. ¿Por qué Señor? Un referéndum sería equitativo. Sí, y por qué no. Hoy en 30-J, treintajota, no lo olvidemos, para vergüenza de los españoles de bien y decentes.
Ramon Fernandez Palmeral/ se publicó en Mundo Cultural Hispano
Mi madre me clavó un imperdible de oro en el pecho, encima de la tetilla, nada más nacer contra el mal de ojo, me abrazaba un pellizco de carne, y este amuleto debió funcionar porque no cogí ningún virus patológico de esos que se cogen dentro de los armarios y alacenas, qué más da. Me resisto a hablar de este tema, hoy 30 de junio (30-J), cuando todos los matrimonios hemos sido humillados. Ahora tengo un clavo de titanio en el corazón que me tengo que sacar con un destornillador eléctrico.
Cambiemos de conversación: Cuando hace años paseaba por las proximdiades de la estación de RENFE, de una ciudad, llamelemosle (H), pues bien en la ajardinada isleta frontal, donde actualmente cabalga un caballo botero y, encima, reventando al equino, un desnudo y gordo picador, antes se erguían dos majestuosos cuernos metálicos de fundición en minio, a lo bestia casi como arco de triunfo o pasarela peatonal metálica, llamadas: Esculturas a la libertad de expresión, hoy se emplazan en la Gran Vía, allá por Sidi Ifni, junto a otras esculturas móviles. Una vez creí leer Gran Vía de la Constitución, pero no, leí mal, era Gran Vía en Construcción, errores a las que nos llevan los deseos, cuando vemos que cada cual puede tomar bodas con quien le de la gana, y la sagrada institución familia, hoy desvalorizada queda por los suelos estercolados de en un país de enfermos patológicos que salen de los hornos, de los armarios, de debajo de las camas como si eso fuera de hidalgos. ¿Qué es la libertad? ¿Alguien sabe donde empieza y donde acaban las libertades?
Me dice mi cicerone Algazel que Don Quijote tenía derecho a afirmar que bacía era yelmo, e incluso inventó la palabra “baciyelmo”, convencido de que decía la verdad, y con su verdad anduvo por los caminos de La Mancha hasta Barcelona, en definitiva del mundo civilizado, enseñando que en el intento está el valor, y que el valor se ha de tener para ensayar lo absurdo, y que el absurdo es libertad y el único camino para conseguir lo imposible, y luchando contra la injusticia y sobre todo por un ideal, que ya nadie lucha por ideales, sino por un montón de billetes verdes.
Conocí a un avicultor que puso en práctica una idea, una idea en principio absurda, la de ponerle música de cámara a las abejas para que dieran más cantidad de miel y más jalea real, las personas de su entorno familiar, le dijeron que estaba majareta, que vivía en la luna, perdiendo el tiempo en tonterías. Sabías que este lunático comercia hoy en día casi el 50 % de la miel de España. En la libertad empresarial de nuevas ideas se oculta generalmente el éxito. Las abejas son esas moscas con aguijones, pues después de oír música se volvieron hermafroditas. No quiero hablar de las innovaciones sociales, de nuevos proyectos familiares herejes, o de las bodas «homoniales» o herniales o entre abejas del mismo sexo: «que me quede como estoy Virgen de Lourdes». Porque eso de sumergirse en proyectos raros es para los belgas raritos, holandeses o canadienses, nosotros a los nuestro hemos olvidado la filosofía española del Quijote, de la tradición de los conqusitadores de América, ahora la vida es comer basura son humillación mundial que nos tomarán a todos por raritos. Así nos va, la libertad no sólo habla de los valores fundamentales de los ciudadanos sino de las libertades colectivas. Nos queda mucho que aprender del espíritu de Don Quijote, del avicultor que le puso música a las abejas, de los que fueron a Flandes, a América o a Alemania. Atrévete a saltarte esos valores. ¿Qué es primero el hombre o el bien común? Cuando seas rico podrás hacer lo que quiera con la bacía, de aquel hidalgo manchego que estaba «loko», pero no tenía ni un pelo de tonto.
Finalmente, las esculturas a la libertad de RENFE fueron trasladadas de lugar y se encuentran actualmente en la Gran Vía, cerca del Hospital de la Seguridad Social o de la Generalitat. Hay que errar mucho para no equivocarse. Hoy nos hemos equivocado, porque aquellas abejas que escuchaban música clásica adoptaron abejorrillos, que se volvieron abejas hermafroditas. No sé si me has entendido pero hoy no doy para más. Empecemos con la igualdad. ¿Por qué las mujeres se llaman María, Carmen o Mercedes, con nombre femeninos? Por qué no se llaman Paco, Antonio o Miguel? En cuanto hay un nombre femenino en el DNI, dice mi amiga Ana que ya hay una discriminación. ¿Tiene o no tiene razón? Todos iguales como los palillos de dientes, víctimas todos del Creador que creo de distintos sexos. ¿Por qué Señor? Un referéndum sería equitativo. Sí, y por qué no. Hoy en 30-J, treintajota, no lo olvidemos, para vergüenza de los españoles de bien y decentes.