El huracán Doria se cebó
con las islas noroccidentales del Caribe durante dos días eternos para
una población acostumbrada a las tormentas propias de la época, pero que
no había visto en la historia reciente un ciclón tan potente. Tocó Bahamas
el domingo con categoría 5, la máxima en la escala Saffir-Simpson, que
clasifica estos fenómenos, lo que supone vientos de al menos 252
kilómetros. Arrasó las islas de Ábaco y Gran Bahama, con unos 70.000
residentes, y destruyó alrededor del 45% de los hogares, según las
cifras aportadas por Cruz Roja.
En Europa no comprendewmos cómo es posible que en una zona de huarcanes lasa casas se sigan construyendo de maderas. El Gobierno debería dar ayudas para hacerlas de mampostería, pero esta falta se ayudas se debe también a las economías liberales capitalistas.
Y quienes subren las mayores pérdidas humanas y daños son los más pobres.
Al Este de los Estadis Unidos les pasa igual, construyen casa baratas de madera ¡uuffff¡
Si un ciclçon llegara a Andalucía no pasaría nada porque las casas son de estilo árabe, pequeñas y sin tejados, tienen azotes.
En Europa no comprendewmos cómo es posible que en una zona de huarcanes lasa casas se sigan construyendo de maderas. El Gobierno debería dar ayudas para hacerlas de mampostería, pero esta falta se ayudas se debe también a las economías liberales capitalistas.
Y quienes subren las mayores pérdidas humanas y daños son los más pobres.
Al Este de los Estadis Unidos les pasa igual, construyen casa baratas de madera ¡uuffff¡
Si un ciclçon llegara a Andalucía no pasaría nada porque las casas son de estilo árabe, pequeñas y sin tejados, tienen azotes.