Años atrás los ecologista con el respaldo de los socialistas en el Ayuntamiento de Elche querían preservar las dunas, y no permtían accesos a las playas, ni chiringuitos. Despues el ayuntamoietno de Elche ideo lo de las sararelas de madera hata las plays y crear estaciona mientos, y resurgió la economía tuistica d ela zona, que en realidd son dos meses. Un acierto, pero aun faltan más aparcamientos.
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Noticia
Las playas de Elche han terminado por convertirse en espacios rentables de cara a las arcas municipales. En apenas cuatro años los ingresos por los distintos servicios (concesiones privadas) que se prestan a pie de playa se han disparado un 80%, según datos aportados por el Ayuntamiento ilicitano, que estima que cuando concluya este verano las cifras incluso serán mejores que las anteriores.
Hamacas, sombrillas, kioskos-chiringuitos y actividades acuáticas sin motor siguen siendo apetecibles para determinadas empresas y suponen de paso una pequeña fuente de ingresos para el Ayuntamiento.
Ingresos que, en los últimos años, han ido a más. A la luz de los datos, lo cierto es que el anterior gobierno del tripartito ha conseguido sacarle más rédito a los más de nueve kilómetros de agua, arena y rocas que cuando los gestionaba el Ayuntamiento del PP.
En 2011, año en que entró a gobernar el PP (aunque lo hizo ya transcurrido medio año y con unos presupuestos de PSOE-Compromís), el Consistorio recaudó algo más de 386.000 euros. Un año después, esa cifra bajaba hasta los 366.748 euros, captados gracias a las distintas concesiones, e iniciaba así un recorrido descendente hasta que en el año 2015 se recaudaron poco más de 289.000 euros.
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Las playas de Elche han terminado por convertirse en espacios rentables de cara a las arcas municipales. En apenas cuatro años los ingresos por los distintos servicios (concesiones privadas) que se prestan a pie de playa se han disparado un 80%, según datos aportados por el Ayuntamiento ilicitano, que estima que cuando concluya este verano las cifras incluso serán mejores que las anteriores.
Hamacas, sombrillas, kioskos-chiringuitos y actividades acuáticas sin motor siguen siendo apetecibles para determinadas empresas y suponen de paso una pequeña fuente de ingresos para el Ayuntamiento.
Ingresos que, en los últimos años, han ido a más. A la luz de los datos, lo cierto es que el anterior gobierno del tripartito ha conseguido sacarle más rédito a los más de nueve kilómetros de agua, arena y rocas que cuando los gestionaba el Ayuntamiento del PP.
En 2011, año en que entró a gobernar el PP (aunque lo hizo ya transcurrido medio año y con unos presupuestos de PSOE-Compromís), el Consistorio recaudó algo más de 386.000 euros. Un año después, esa cifra bajaba hasta los 366.748 euros, captados gracias a las distintas concesiones, e iniciaba así un recorrido descendente hasta que en el año 2015 se recaudaron poco más de 289.000 euros.
En mayo de 2014 se celebraban de nuevo elecciones
municipales y, primero el tripartito de PSOE, Compromís e Ilicitanos por
Elche, y, nueve meses más, tarde el nuevo tripartito sin el partido de
Cristina Martínez (fuerza que manejó la Concejalía de Turismo) pero sí
con el de Jesús Pareja (Partido de Elche), iniciaba un cambio de rumbo y
conseguían, hasta el momento presente, mejorar año tras año los
ingresos gracias a la gente que paga por alquilar una hamaca y una sombrilla, tomarse una cerveza en el chiringuito o hacerse con una tabla de paddle surf durante un rato.
Así las cosas, en 2016, según datos de VisitElche,
que hasta mediados de este año ha estado dirigido por la ahora
consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y
Transición Ecológica, Mireia Mollà, se alcanzaba una recaudación de
328.526 euros, y al año siguiente, de 435.903 euros. El pasado ejercicio 2018, los servicios de temporada en las playas ilicitanas permitieron al Consistorio recaudar 521.301 euros, mientras que la previsión para cuando finalice este año 2019 es alcanzar previsiblemente los 547.756 euros.
Con estas últimas cifras en la mano se puede decir que las playas de Elche son rentables. Rentables, por ejemplo, para costear el servicio se salvamento en las playas, que supone unos 421.000 euros a las arcas municipales.
A esta cifra, cabe sumar los 40.000 euros que cuestan dos casetas de socorrismo que estaban previstas para este verano a fin de sustituir otras deterioradas, elementos para el baño adaptado y sillas de vigilancia. Tampoco hay que olvidar los cerca de 35.000 euros que supone el servicio de balizamiento.
En cuanto al servicio de instalación y mantenimiento, que hace referencia al acondicionamiento de entradas principales, instalación de pasarelas, arreglo de los puestos de socorro y puntos de lavapiés, esto supone un desembolso de 30.000 euros. Por su parte, las cabinas higiénicas (una de ellas acaba de ser retirada de un punto intermedio de Arenales del Sol) durante seis meses implican 39.000 euros.
Con estas últimas cifras en la mano se puede decir que las playas de Elche son rentables. Rentables, por ejemplo, para costear el servicio se salvamento en las playas, que supone unos 421.000 euros a las arcas municipales.
A esta cifra, cabe sumar los 40.000 euros que cuestan dos casetas de socorrismo que estaban previstas para este verano a fin de sustituir otras deterioradas, elementos para el baño adaptado y sillas de vigilancia. Tampoco hay que olvidar los cerca de 35.000 euros que supone el servicio de balizamiento.
En cuanto al servicio de instalación y mantenimiento, que hace referencia al acondicionamiento de entradas principales, instalación de pasarelas, arreglo de los puestos de socorro y puntos de lavapiés, esto supone un desembolso de 30.000 euros. Por su parte, las cabinas higiénicas (una de ellas acaba de ser retirada de un punto intermedio de Arenales del Sol) durante seis meses implican 39.000 euros.
En definitiva, en este 2019 el Ayuntamiento de Elche
se va a gastar cerca de 565.000 euros con el fin de tener el litoral
ilicitano lo más a punto posible para residentes y turistas, mientras
que los ingresos por esas concesiones privadas estarán en torno a
547.000 euros.
Hasta hace poco, las playas de Elche ofrecían una docena de chiringuitos, cerca de tres mil metros cuadrados de hamacas y sombrillas, una plataforma acuática de 400 metros cuadrados, más de medio centenar de lavapiés, así como zonas de parking junto a la playa y pasarelas de madera que facilitan los accesos y protegen el ecosistema.
Sin embargo, este año ha descendido el número de chiringuitos (que en cualquier caso están a reventar), la plataforma acuática ha desaparecido, así como también se ha reducido la oferta para alquilar elementos acuáticos, algo que se ha dejado notar en la playa del Carabassí.
Las pasarelas de madera para no dañar las dunas y la vegetación siguen siendo uno de los elementos más valorados por los visitantes de Arenales del Sol, pero no así los aparcamientos, que es algo así como sálvase quien pueda en este último enclave. En la playa de El Altet se ha cerrado el parking improvisado de arriba, y el de abajo en fines de semana tampoco da abasto.
Con muchas cosas mejorables todavía, lo cierto es que los nueve kilómetros de playas de Elche se encuentran a un buen nivel, pero aún pueden potenciarse en cuanto a la cantidad y la calidad de los servicios, algo que no depende exclusivamente del Consistorio.
Hasta hace poco, las playas de Elche ofrecían una docena de chiringuitos, cerca de tres mil metros cuadrados de hamacas y sombrillas, una plataforma acuática de 400 metros cuadrados, más de medio centenar de lavapiés, así como zonas de parking junto a la playa y pasarelas de madera que facilitan los accesos y protegen el ecosistema.
Sin embargo, este año ha descendido el número de chiringuitos (que en cualquier caso están a reventar), la plataforma acuática ha desaparecido, así como también se ha reducido la oferta para alquilar elementos acuáticos, algo que se ha dejado notar en la playa del Carabassí.
Las pasarelas de madera para no dañar las dunas y la vegetación siguen siendo uno de los elementos más valorados por los visitantes de Arenales del Sol, pero no así los aparcamientos, que es algo así como sálvase quien pueda en este último enclave. En la playa de El Altet se ha cerrado el parking improvisado de arriba, y el de abajo en fines de semana tampoco da abasto.
Con muchas cosas mejorables todavía, lo cierto es que los nueve kilómetros de playas de Elche se encuentran a un buen nivel, pero aún pueden potenciarse en cuanto a la cantidad y la calidad de los servicios, algo que no depende exclusivamente del Consistorio.