Ante la falta de patrulla de policias de paisano, el mundo de los trileros es campo abonado.
Las víctimas, generalmente personas extranjeras o de avanzada edad, se interesaban por el juego del trile, que efectuaban los miembros del grupo en la calle con una improvisada mesa de juego hecha con una caja de cartón. La banda tenía asignados diferentes roles: el que manejaba la bola, denominado ‘trilero’; los que llevaban a cabo labores de vigilancia para avisar al resto de la presencia policial, ‘aguadores’; y los ‘ganchos’, figura fundamental que simulaban apostar y ganar e incitaban a la víctima a hacerlo.
Además, otro miembro del grupo se colocaba justo detrás del perjudicado y estaba atento al contenido de la billetera. Si la víctima, en última instancia, se echaba para atrás y decidía no apostar, en algunas ocasiones este último se apoderaba con toda facilidad de la cartera y huía del lugar con el amparo del resto de miembros, que colaboraban para hacer la acción evasiva más fructífera y evitaban toda reacción por parte del afectado, que estaba desconcertado por la rapidez de los sucesos.
Los investigadores identificaron a los cinco miembros de la organización, que entre todos sumaban más de 60 antecedentes policiales. Los agentes establecieron un dispositivo orientado a la localización y detención de todos ellos que culminó a principios de esta semana.
Los detenidos, tres varones y dos mujeres de entre 32 y 63 años, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número uno de Benidorm, quien decretó a cuatro de ellos orden de alejamiento con respecto a las zonas de mayor afluencia de turistas. La operación ha sido llevada a cabo por agentes de la Brigada de Policía Judicial de la Policía Nacional de Benidorm.
La Policía advierte que en el trile “nunca se gana”, ya que “la mano es más rápida que la vista y el autor guardará la bola ganadora fuera de la vista, de modo que sea imposible ganar y la víctima pierda irremisiblemente su dinero”.