El 2 de abril el columnista del Abc, escribió un articulo sin pelos en la lengua sobre el mal servicio que prestan los actuales camaros al público. Y esto sucede en casi la mayoría de bares y cafeterías de la piel de toro, simplemente porque se ha perdido la profesión de camarero. Ante se tenía que estudiar Hostelería, ya no, ni siqueira exigen carnet de manipulador de alimentos. SANIDAD NO EXISTR. Ahora cualquier estudiante en horas libres se pone de camarero. Cuando ser camarero es un profesión como lo pudiera ser un médico, un ingeniero o un cocinero de tres estrellas Michelin o un contador de estrellas. Esto pasa por que dueños y empresarios contratan por culpa del sistema laboral de heces, contratar por seis meses, para no pagar tanto a la Seguridad Social, con un contrato laboral de aprendiz, contratos temporales de heces, por ello te atiende un aprendiz. Al empresario, a la cadena de bares, lo que le intera es ganar dinero y pagar facturas, no atender al cliente, porque ellos dicen.. siempre vuelven.
Qué te encuentras de camareros en los bares albañiles de palustre que dejaron la obra y se fueron al bar a atender a los clientes de mala manera como si fueran sacos de cemento. Aseos sucios, barras asquerosas, pales en los suelo... Algunos camareros deberían pasar unos meses por los bares de Sevilla, al menos los que yo conocí, o por los chiringuitos de playa de Málaga donde la atención es inmediata, y el dueño estaba en la caja pendiente.
No hay nada que haga más feliz a un cliente que el camarero se sepa su nombre, y no digamos saber lo que toma con frecuencia. Había un camarero en Churriana que le daba besos hasta a las abuelas. Esto son otros tiempos y otros años. El turismo se ha cargado la profesión. Algunos camareros hasta toquetean en el hombro a las señoras.
Hoy día un cametero le importa dos cojones el cliente y se pasa horas de cháchara con el compañero o la compañera porque ser gay o lesbiana es legal es España.
Hoy no hay jefes de barra ni encargado que le llame la atención a nadie, todo el mundo quiere ir de buen rollito, por si puede pasarse por la piedra a la camarera.
España ha perdido la profesión de camarero, de maite, estamos peor que en Italia.
Es insoportable tanta dejadez, y cansancio que opte por desayunar en casa. Cuando la profesión de camarero sea bien pagada se podrá exigir que la atiendan alumnos salidos de das Escurlas de Hostelería.
Amigo Salvador, la culpa es tuya por dejar propinas, los clientes más recordados son los que no la dejan.
Ramon Palmeral.
Cronista de Diario de Alicante
Qué te encuentras de camareros en los bares albañiles de palustre que dejaron la obra y se fueron al bar a atender a los clientes de mala manera como si fueran sacos de cemento. Aseos sucios, barras asquerosas, pales en los suelo... Algunos camareros deberían pasar unos meses por los bares de Sevilla, al menos los que yo conocí, o por los chiringuitos de playa de Málaga donde la atención es inmediata, y el dueño estaba en la caja pendiente.
No hay nada que haga más feliz a un cliente que el camarero se sepa su nombre, y no digamos saber lo que toma con frecuencia. Había un camarero en Churriana que le daba besos hasta a las abuelas. Esto son otros tiempos y otros años. El turismo se ha cargado la profesión. Algunos camareros hasta toquetean en el hombro a las señoras.
Hoy día un cametero le importa dos cojones el cliente y se pasa horas de cháchara con el compañero o la compañera porque ser gay o lesbiana es legal es España.
Hoy no hay jefes de barra ni encargado que le llame la atención a nadie, todo el mundo quiere ir de buen rollito, por si puede pasarse por la piedra a la camarera.
España ha perdido la profesión de camarero, de maite, estamos peor que en Italia.
Es insoportable tanta dejadez, y cansancio que opte por desayunar en casa. Cuando la profesión de camarero sea bien pagada se podrá exigir que la atiendan alumnos salidos de das Escurlas de Hostelería.
Amigo Salvador, la culpa es tuya por dejar propinas, los clientes más recordados son los que no la dejan.
Ramon Palmeral.
Cronista de Diario de Alicante