Por Ramón Palmeral
¿Por qué dejé de publicar en Alicante Press, en Mundiario, en Diario Información, Levante MV y en Culturamas?
La respuesta a esta pregunta es muy sencilla de
responder por DIGNIDAD al periodismo, al articulista, al comunismo al reportaje,
al bloguero, si cabe. Sobre todo es esto tiempos constitucionales de libertad
de expresión, de libertad de prensa, de libertades en general.
A “Alicante
Press” lo dejé plantado porque tuvo la desfachatez (no de facha) de censurarme
un artículo no publicándomelo. Con “Información
de Alicante” ídem de los mismo, me censaron una carta a los lectores que
iba dirigida contra un ayuntamiento, se permitieron decirme que era un asunto
particular que, este, (la Prensa, no era el cauce para redimir rencillas).
¿Entonces para qué está la ¿Prensa? Con Mundiario,
me pasó que me afeitaron un artículo sin mi consentimiento (se llama afeitado
cuando se recorta un artículo por donde al coordinador de turno le sale…),
Luego no hubo disculpas, sino simplemente me contestaron: “Las reglas son para
todos”. Yo soy “todos”, porque llevaba más de dos años colaborando altruistamente,
sin cobra un euro. Y con Culturamas me
pasó que mandas un reportaje y no te
contestan ni con el recibí, y luego has de espera un mes para que te lo
publiquen, le dije que si era falta de personal que contraten a más informáticos,
que hay mucho paro. Levante EMV, tiene una nueva directora, le he enviado artículos, y ni me constesta, se ve que el cargo le viene grande. la gestión de un diectivo cossiste en mandar desde tu mesa de despacho, sin levantarte nunca de ella, los empleados vienen a su despacho, porque tu lo llamas. Mandar consiste en comprobar que se ha hecho lo mandado. El Jefe nunca es amigos del empleado, esto debe quedar claro. Amigo solo el día de la comida de Navidad.
No va a venir un director, un coordinador o una
redactora a imponerme normas como si yo fuera un empleado asalariado. Señores,
yo soy un artista, un creador que no tiene al cielo como límite ni
imposiciones. En estos tiempos la prensa digital que cobra por los anuncios que
insertan, no paga a los colaboradores, es decir, que es una ruina colaborar con
ellos, no obstante a uno de compensa la publicidad que puede recibir su nombre.
Y soy de los que no perdona fácilmente los abusos de
poder de la¡o que dirigen la prensa prensa. Además dirijo mi portal Nuevo Impulso a mi entera libertad. Porque los redactores no reconocen sus errores, sino que los equivocanos somos nosotros, pues esto, al menos conmigo va a cambiar.
Una vez me dijo, el ahora recién fallecido escritor
y articulista Manuel Alcántara en el
Rincón de la Victoria de Málaga, en un chiringuito de la playa, que “nosotros
los escritores nos lo tenemos que creer”. Frase dicha en el contexto de que los
que empezamos, nos hemos de creer que somos buenos, porque si no uno no se lo cree
que es escritor o poeta (y de los buenos) no tienes fuerza para dar un paso
adelanpara convencer a los lectores, y, luego ante el mínimo fracaso uno no se puede defender, levantarse, porque el
complejo puede con uno.
Por ello, pasado los años de la forzada censura
franquista, no me voy dejar avasallar, manipular o escribir bajo la tendencia política
del periódico. Yo escribo lo que pienso le guste a quien no le guste, y no
permito afeites de artículos, otra cosa es que se corrijan errores ortográfico que los tengo, algunos gato se me cuelan en mis textos.
Y cuando en las playas del Cantal de Málaga, sobre
la arena aterrizaban las gaviotas con sus violentos graznidos uno ha de sentirse
libre con ellas, y no dejarse manipular, por dignidad del periodismo.
Ramón Palmeral. Directos de Nuevo impulso, revista digital.
17-04-2019