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ANTONIO MACHADO EN ROCAFORT
Antonio Machado y su familia residieron en Valencia durante la guerra civil por un tiempo unos 15
meses, concretamente en la localidad de Rocafort. El Ministerio de Instrucción Pública y Bellas
Artes, instalado ya en Valencia, decidió evacuar desde Madrid a los “sabios e
intelectuales” afines a la República, entre ellos a Antonio Machado, pero este
insistió que iría, pero con su familia. Salió
la familia Machado el 24 de noviembre de 1936 en un coche escoltado por miembros de Quinto
Regimiento del Partido Comunista (la madre Ana Ruiz, los hermanos José, Francisco
y Joaquín, una cuñada y dos sobrinas, entre ellas Leonor).
Estaba previsto que llegaran a Valencia el
mismo día 24 por la tarde pero tuvieron un pequeño accidente en el Puerto de
Contreras, y llegaron un día después, el 25, según los diarios El Mercantil Valenciano y Fragua Social, que publicaron una
reseña el día 26.
En principio fueron alojados en el hoy desaparecido Palace Hotel, que
estaba en la calle La Paz, 27, y luego en la Casa de Cultura, pero como eran
muchos de familia y Machado necesitaba espacio y aislamiento para escribir, los
trasladaron a Villa Amparo, un chalet con huerta de naranjos en las afuera de
Rocafort sobre un altozano desde donde se divisaba el mar. La villa había sido incautada
a la familia de los Báguena.
Por Villa Amparo pasaron muchos poetas e
intelectuales para visitarlo, entre
ellos el estudiante Rafael Ferrere (Valencia,1914-1981) que tenía entonces 22
años, la excusa para ir a verlo era el de llevarle tabaco, pues don Antonio
eran un fumador empedernido. Otras veces Ferrere fue acompañado por Vicente
Gaos o por el poeta alcoyano Juan Gil-Albert para pedirle colaboraciones para
la revista Hora de España, que Juan
fundada por Rafael Dieste, Antonio Sánchez Barbudo, Ramón Gaya y Manuel
Altolaguirre (Primera época). También le visitaron Rafael Alberti y María
Teresa León, y León Felipe.
En Rocafort
escribía el autor de Soledades por la
noche en la torre de la villa hasta el amanecer para ver salir el sol. Aquí escribía
cartas, compuso artículos para revistas, el libro La Guerra (ilustrado por su hermano José), y poemas como Meditación y Amanecer en
Valencia (desde mi torre). En marzo de 1938 salieron para Barcelona.
De la autocompasión y
otros delirios
Jamás digas a los otros que estás
jodido.
Tengo una pierna y media.
Soy como una mesa con tres patas.
Mis amigos (pocos) lo saben.
Yo no amo a Alicante, la adora.
Las fuentes se van agotando.
La sangre se me va secando
Las heridas se van cerrando.
Los años se van acumulando.
Es mediodía en la plaza de la Viña.
El cardiólogo espera con el
estetoscopio y
el cirujano con el bisturí
eléctrico.
Estoy jodido, es la verdad pero no
se lo diré a nadie.
La poesía de mis piernas son dos
muletas.
España recibe dosis de alta
traición por el costado.
La Patria se fue de vacaciones a
tomar viento.
La rosa celestial se abre para
acoger
a este hombre que se pude sobre
el colchón volcánico de una camas.
Jamás digas a otros que estás
jodido.
Cuando grites de pones la almohada
en la boca.
Tomate el último analgésico y vete
a dormir.
Olvídate de la autocompasión
y otros delirios.
A lo mejor yo también soy un traidor a mí mismo.
Mares
ebrios de tragedias humanas
No son los cuchillos ni las armar quien
los matan,
sino el agua salada del Mediterráneo
– tabla azul y dura sin agarraderos–
quien se cobra a plazos sus vidas
ansiosas de quimérica libertad.
sino el agua salada del Mediterráneo
– tabla azul y dura sin agarraderos–
quien se cobra a plazos sus vidas
ansiosas de quimérica libertad.
No soportamos ver más niños ahogados
en las playas soleadas y turísticas de
nuestras costas amagada en calas o bahías.
No soportamos ver más personas ateridas
envueltas en sábanas de oro
con heridas
con hipotermia
con desolación en los ojos
con tristezas en sus rostros
con pateras medio hundidas.
Los migrantes: inmigrantes y emigrantes,
son seres humanos anegados de hambre,
otros huyen de las guerras o de las persecuciones
políticas en este mundo bélico donde
hace tiempo murió la
paloma de la Paz.
En estos, nuestros mares –ebrios de tragedias–,
hemos de gritar: ¡basta
de muertes de migrantes!
Ramón Fernández «Palmeral» (Ciudad Real –España, 1947), hizo estudios de Geografía e Historia en Castellón de la Plana, y estudios de Derecho en Granada. Reside en Alicante desde 1990. Es autor de unos 40 libros de diferentes temas publicados en Amazon, Lulu y en varios Ayuntamientos como el de Orihuela. Fue director de las revistas Palmeral y Perito (Literario Artístico). Ha publicado en varias revistas como Letralia, Auca, Numen o El Eco Hernandiano. Ha publicado los poemarios: Antología abierta (Amazon), 2016, La cólera de Aquiles (Amazon) 2017, Bocadillo de Balas (Lulu), 2017 y Lágrimas ebrias de melancolía (Lulu) 2017 y el ensayo sobre poesía De la creación poética (Amazon) 2017. Son de destacar los siguientes eventos:
- En 2014 fue
seleccionado en Toledo con un poema sobre El Greco en su centenario.
-En 2016 ganó el Primer Premio de Poesía del
Colegio de Enfermería de Alicante.
- Forma parte de la
antología Cántiga: poetas de la provincia
de Ciudad Real. Primer cuarto del siglo XXI,
Editorial Ledoria, Toledo, 2016.
-Ha participado en
los Encuentros Nacionales de Poseía de Espejo de Alicante y en todas la
publicaciones de Hablan los poetas,
de dicha Asociación de la que es socio.
-Ha participado en
el libro homenaje a Antonio Machado en el municipio de Gátova (Valencia)
octubre 2018.
Contacto: ramon.palmeral@gmail.com
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