Sánchez, el portero de la Moclova, sabía de antemano que con 84 diputados no se podía gobernar, y ya, ahora, aparece el marcador de la reserva que se le ha agotado la gasolina. Gobernó con los independentistas, etarras y comunistas disfrazados de podemistas, con un Iglesias cuidando niños en las mansión de Galapagar.
Ahora únicamente le quedan dos opciones originales o atrincherarse en la Monclova al estilo de Maduro en Venezuela, o disolver las Cortes y anunciar elecciones generales y salir a los mítines de aldeas socialistas valencianas, que es su único reducto sociata de Puigcampana y Compromis, que nunca saben donde inclinar la balanza.
Esto es democracia, y no la insana entrada por la puerta de atrás en la Monclova.
Necesita España un gobierno salido de las urnas, no de una moción de censura, por culpa de una filipica a Rajoy, el bueno.
Así es la vida política, una jauría de hienas a la caza del cervatillo, que son los débiles, como en esta caso Sánchez y sus pretensiones napoleónicas y leónidas, resistir has morir con las espada en la mano, cuyo filo imponente es su poder y temor. El filo de la katana es lo que impone respeto.
El 28 de abril es buena fecha, yo regresaré del pueblo donde iré a ser cofrade en la Semana Santa, y el mundo seguirá igual sin personal, sin gente, sin enfermeros y con una Sanida pública de cloacas, y huelgas sin chalecos amarillos a la francesa.
Ahora únicamente le quedan dos opciones originales o atrincherarse en la Monclova al estilo de Maduro en Venezuela, o disolver las Cortes y anunciar elecciones generales y salir a los mítines de aldeas socialistas valencianas, que es su único reducto sociata de Puigcampana y Compromis, que nunca saben donde inclinar la balanza.
Esto es democracia, y no la insana entrada por la puerta de atrás en la Monclova.
Necesita España un gobierno salido de las urnas, no de una moción de censura, por culpa de una filipica a Rajoy, el bueno.
Así es la vida política, una jauría de hienas a la caza del cervatillo, que son los débiles, como en esta caso Sánchez y sus pretensiones napoleónicas y leónidas, resistir has morir con las espada en la mano, cuyo filo imponente es su poder y temor. El filo de la katana es lo que impone respeto.
El 28 de abril es buena fecha, yo regresaré del pueblo donde iré a ser cofrade en la Semana Santa, y el mundo seguirá igual sin personal, sin gente, sin enfermeros y con una Sanida pública de cloacas, y huelgas sin chalecos amarillos a la francesa.