Estoy viendo los encierros de los Sanfermines en televisión. Lo que veo en los mozos corredores es temeridad, más que valentía. Todos los días hay lesiones, y cornadas de toros. Veo que aprecian poco sus vidas. Pero ser humano es así de gilipollas, piensa que a él no le va a tocar un toro. Valientes o temerarios. Luego vienen las bajas laborales, los dolores y la inutilidad en algunos casos. Pero en fin asi es la fiesta, las tradiciones y los ceporros.
En otros caso es una tradición que pasa de padres a hijos.
También es turismo por los miles de extranjeros que vienen. Viva la fiesta, el negocio y la tradición.
Yo corrí los San Fermines en 1982.