Esta tarde 25 de junio he estado viendo la final de gimnasia masculina y había más personas en el jurado que en las gradas.
La elección de Tarragona fue una decisión política de PP para contentar al Gobierno catalán de entonces, el de Puigdemont, para que no se sintiera discriminado. El día de la inauguración fue otro fracaso, les pitaron a todos, hasta el himno nacional y a Torras.
Si los Juegos hubiera sido en Valencia, todo hubiera sido distinto.
Cuando la densidad de población de una ciudad es menor de un millón de habitantes el fracaso es seguro.
Estos juegos, de haberlos organizado una autonomía y no el Estado Español, el fracaso esta adelantado.