La Franja, el refugio de Los 300 de Pineda
Centenares de agentes se hospedan en la zona aragonesa limítrofe con Cataluña tras ser rechazados y expulsados de esta última comunidad
Barbastro

Población volcada
En total, Monzón, Barbastro y Binéfar, esos tres pueblos de La Franja, han acogido a unos 350 agentes, entre policías de las UPR y guardias civiles GAR (Grupos de Acción Rápida), de los que fueron acosados, hostigados o directamente expulsados de hasta seis hoteles catalanes, de los 41 donde tenían reservas. Los vecinos de esta zona de Huesca se han volcado con ellos. Se han convertido en una atracción y han animado el ambiente en esas pequeñas poblaciones.
El hotel que hospeda a los guardias en Binéfar se ha convertido en el sitio de moda. No lo era cuando lo abrió hace seis meses Luis, un empresario de la zona. Es su gran apuesta, un reto económico para alguien que ha ido creciendo a base de tesón y trabajo en esta comarca de industrias cárnicas y ganaderas. Y desde el pasado jueves parece que va a morir de éxito. Ese día el hotel se tiñó de verde, literalmente. Todas las luces de la fachada, habitualmente blancas, eran verdes. El color anunciaba la llegada de los 110 guardias civiles, grupos de Sevilla y León. Era su segunda mudanza tras estar en Fraga, también en Huesca, de donde tuvieron que salir porque el hotel se quedó sin habitaciones por las fiestas.
“Nos fuimos teniendo que justificar nuestra macha a los vecinos: “¿Por qué os vais?, nos preguntaban, porque no querían que nos fuésemos”, cuenta uno de los guardias en el hotel de Binéfar donde se aloja ahora.
Las tres camareras de la cafetería del establecimiento no dan abasto. Los guardias se han convertido en una especie de atracción: “¿Quieres entrar a verlos?”, le pregunta una mujer a su marido a la puerta del establecimiento, ubicado en el centro del pueblo, a medio camino entre el cuartel de la Guardia Civil y el Ayuntamiento.