Mariano Rajoy se ha dirigido a la opinión pública
española protagonizando el momento más alto de un relato escrito y
dirigido por él. Su exposición, hablando en nombre de la democracia, la
convivencia y el reconocimiento de la pluralidad, es la mayor perversión
posible de todo ello, pues son él y su partido los grandes responsables
de que un conflicto político, creado por ellos mismos, esté en estos
momentos transformado en un problema judicial, institucional y,
probablemente, de orden público. Son Rajoy y su partido los artífices de
la crisis institucional del Reino de España.
Fue
Rajoy quien inició el proceso que llega a hoy. Rajoy, el hombre de los 4
millones de firmas y de la denuncia del Estatut ante un Tribunal
Constitucional del que apartaron a un juez catalán y prorrogaron
irregularmente el mandato de los magistrados. Su campaña de agitación
del españolismo centralista y sus maniobras para combatir el
autogobierno catalán, como antes habían hecho con los vascos, y
desgastar así al gobierno de Zapatero tuvo como resultado que un
Estatuto votado por el Parlamento catalán y refrendado en
referéndum fuese manipulado y amputado de forma humillante por ese
Constitucional ad hoc.
En su declaración tuvo cuidado de presentarse como dialogante y acusar a
Puigdemont de negarse al diálogo. No se puede tener más cara dura.
Llegó en esta ocasión a reconocer que la Constitución podía ser
reformada, cuando se negó a facilitar alguna forma políticojurídica que
permitiese una votación. No se puede tener más cinismo. Pero todo tiene
su explicación y su origen. Sin duda todo es un conflicto de intereses
entre los identificados con la corte y los identificados con Cataluña,
pero el lado ideológico y personal es el triunfo del posfranquismo y la
revancha de Mariano Rajoy, un político que se inició combatiendo esta
Constitución y que finalmente llegó a apoderarse no solo del Gobierno y
su administración sino del estado resultante, del Tribunal de Cuentas a
la Justicia entera, haciendo del Tribunal Constitucional un arma
sectaria.
Rajoy transformó un conflicto político en un pleito judicial porque sabe que la justicia y el estado son suyos
Rajoy lo consiguió. Quien combatió la Constitución y los Estatutos de
las nacionalidades expulsó a Cataluña del consenso constitucional y
ahora pretende, a través de las querellas criminales de “su” fiscal
general, inhabilitar o incluso encarcelar al Gobierno catalán y a la
mesa del Parlament. Como esa amenaza se extiende también a los 947
alcaldes, no hay duda de que Rajoy está dispuesto a ilegalizar Cataluña
si no se le rinde, cual Conde Duque de Olivares. Supongo que la
Generalitat tendrá que pensar en regresar al exilio como una
posibilidad.
No hay nada que no haya sido calculado
en ese camino desde que en 2015 aprobó con su mayoría absoluta una
reforma exprés de la ley orgánica del Tribunal Constitucional. Rajoy
utiliza perversamente las leyes para acabar con la democracia,
transformó un conflicto político en un pleito judicial porque sabe que
la justicia y el estado son suyos.
Cuando alguien
hable de golpes de estado y quiera hablar con verdad, que repase cómo el
PP se ha apoderado paso a paso del estado. Y unos transigen, otros
tragan y otros son cómplices. Pero no olvidemos que Rajoy es el dueño de
ese relato y que existe vida fuera de él. No es casualidad que en este
mismo día sepamos que de los 40.000 millones que entregó a la banca
apenas recuperaremos nada. Y para esto tampoco hubo referéndum.
Por cierto, ¿qué piensa el PNV?
..........................Comentario de Ramón Palmeral.......................
En este artículo, del independentista Suso de Toro, en "Ara" lo único que hace es intentar desligitimar a Mariano Rajoy y al Estado Español. El Estato Autonomico de 2006 era inscontitucional, decía que Cataluña era una nación, y quería también y para sí el Poder Judicial. El contitucional lo reformó en 2010. ERC nunca ha querido reconocer esta sentencia.
Lo único que le pido a Suso de Toro es que se lea el art. 1. 2 de la Constitución española que dice que la "soberanía nacional reside en el pueblo español". Y la Constitución de 1978 sigue en vigor, y más viva que nunca.
Suso saca ahora mismo tu DNI, y mira a ver qué dice, si eres español o catalán.
Entonces, Suso me respondería que la Constitución ella sola se ha desligitimado para los catalanes, y que a él no le mandan los franquistas o los fachas, porque para los independientes, todos aquellos que vamos en contra de ellos, o somo unionistas, somos franquistas, fascistas o charnegos.
Suno del Toro nada dice, silencia, el golpe de estado del Parlament catalán a la democracia. Desoyendo a la oposición. Y con una presidenta Carne Forcadell, que parecía la ministra de relaciones publica del Govern. Y recusó al Tribunal Constitucional.
El conflicto político lo ha iniciado el Govern catalán. Solamente hay un tren que va a pegarse una bofetada contra un muro.
Ahora resulta que las víctimas es la Autonomía Catalana. Los Puigdemont, Los Junqueras y los Forcadell.
?Por qué no se puede autorizar una consulta o un referéndum de autonomía pactado con el gobierno? Porque el gobierno de Rajoy no puede incumplir el artículo 1.2 de la Constitución. Porque autizar la consulta depende del Congreso y el Senado. Y si se autorizara implicaría reconocer el resultado de referéndum, y si saliera el sí, España lo ha de reconocer, y se quedan con 32.200.000 km 2, de España, con los puertos, aeropuertos, trenes y carreteras por la jeta. O con un pago de 100.000 M de euros. Que no pagarían nunca.
?Por qué no se puede autorizar una consulta o un referéndum de autonomía pactado con el gobierno? Porque el gobierno de Rajoy no puede incumplir el artículo 1.2 de la Constitución. Porque autizar la consulta depende del Congreso y el Senado. Y si se autorizara implicaría reconocer el resultado de referéndum, y si saliera el sí, España lo ha de reconocer, y se quedan con 32.200.000 km 2, de España, con los puertos, aeropuertos, trenes y carreteras por la jeta. O con un pago de 100.000 M de euros. Que no pagarían nunca.