50 horas para desconectar /La Vanguardia
- El salto del Parlament y el Govern hacia la ruptura más allá de los debates en el hemiciclo
Dos ujieres salen de las dependencias del Govern en el Parlament cargando
una senyera cada uno. Uno gira a la derecha, camino de la sala 4. Es
una de las más antiguas de la Cámara pero ha sido elegida para acoger la firma del decreto de convocatoria del 1-O por decisión de Carles Puigdemont ante las alternativas que le propone su equipo. Allí se reunía el Govern durante la República.
La otra senyera se instala junto a una bandera europea en
el auditorio, en la planta baja. Los escenarios están listos para dar el
primer paso para la ruptura con el Estado desde el Parlament, pero
falta el marco legal en el que el Govern quiere ampararse. Este tardó en
llegar doce horas y muchos disgustos para Carme Forcadell. Es el día D.
6 DE SEPTIEMBRE. 9 h
El misterio del BOPC. La presidenta del Parlament
reúne a la Mesa para admitir a trámite la proposición de ley del
Referéndum, que llevaba un mes esperando. La batalla acaba de comenzar
con Forcadell recusando a todo el Tribunal Constitucional. La reunión es
el prólogo de lo que vendrá. No sólo por el agrio enfrentamiento, sino
por la singularidad de los procedimientos. El texto de la ley se
publica en el Butlletí Oficial del Parlament de Catalunya (BOPC) sin la
firma del secretario general y leves cambios en la tipografía y el
diseño que muy pocos perciben pero que evidencian que la publicación no
corre a cargo de las manos habituales. Las sospechas de la oposición
apuntan a la secretaria de la Mesa, Anna Simó.
10 h. Reconsiderando espero.
El president reúne al Govern y los diputados de
Junts pel Sí antes de arrancar el pleno. Les recuerda la trascendencia
del momento y les pide serenidad y capacidad de residencia. Alguno lo
reduce al “salid y divertíos” de Cruyff. Los grupos se dirigen al
hemiciclo aunque los timbres no suenan. Durante quince minutos el
silencio se impone hasta que entra Forcadell y el resto de la Mesa.
“Comienza la sesión. La lista de preguntas al Govern… Señora Rovira
¿para qué pide la palabra?”. Y arranca la tempestad… Es la hora de los
misales rojos. Del reglamento en el que todos escarbarán durante dos
días. El artículo 81.3 es la grieta que permite a la mayoría
independentista poner en marcha una aprobación superexprés.
“Escandaloso”, “atropello”, “derechos pisoteados”, “procedimiento
bucanero”, son los adjetivos de la oposición. “La única vía posible”,
para los independentistas. La palabra mágica durante 48 horas es
“reconsideración”, de todas y cada una de las decisiones de la Mesa. El
pleno se suspende a las 10.49h. A pesar de la mayoría soberanista de la
Mesa, la vehemencia y dureza de las intervenciones de José María
Espejo-Saavedra (Ciudadanos) y David Pérez (PSC) marca el tono también a
puerta cerrada. El secretario general Xavier Muro y el letrado mayor
Antoni Bayona alertan de que se vulnera la orden del TC.
12.24 h. “Señor Carrizosa, ¿para qué pide la palabra?”.
Forcadell vuelve al pleno surfeando
sobre el aviso de los letrados. Un minuto después, el otro mantra del
pleno: “Señor Carrizosa, ¿para qué pide la palabra….?”. Es el portavoz
de Ciudadanos y quiere una nueva reconsideración… Una sesión de un
minuto y nueva reunión de la Mesa. Lluís Llach reparte galletas entre
los compañeros de escaño. En la tribuna de invitados, dos secretarios
generales comentan extrañados que Xavier García-Albiol y los suyos están
“tranquilos”. “Como si estuvieran esperando alguna cosa”, susurran. A
su lado, Artur Mas ha instalado una especie de despacho provisional.
Firma, toma notas, subraya… El abogado de Forcadell, sigue atento cada
movimiento. El calor invade el Palau del Parlament pero el hemiciclo es
como un iglú. Puigdemont, de pie, conversa con Junqueras y Vila. A las
13 h el corrillo es una reunión del Govern en toda regla que anima Santi
Vila. A las 13.11 h la Mesa vuelve al hemiciclo, las escaramuzas se
trasladan a la votación para alterar el orden del día, que debe
repetirse porque Germà Gordó no logra votar. Forcadell desarrolla una
extraña insistencia en llamar “señor Carrizosa” a Joan Coscubiela
(CSQP), que ya se ha ganado los aplausos de Cs y PP y el desprecio de
Albano-Dante Fachin (Podem). Impuesto el procedimiento, la sesión se
suspende. Arranca el plazo para presentar enmiendas y reponer fuerzas.
14.15 h. Bocadillo para el president, mesas XXL para PP y PSC.
Puigdemont vuelve al despacho y echa
mano de un bocadillo. Sigue la intervención de Soraya Sáenz de
Santamaría por televisión. Se cumplen sus pronósticos. No habrá
suspensión inmediata de Forcadell. “Irán contra todos”. Los diputados
inundan el comedor. Mesas XXL para PSC y PP: croquetas, rollitos de
primavera, arroz con costilla y secreto ibérico…. El secretario general y
el letrado del pleno, Joan Ridao, con una vistosa americana rosa, comen
en un rincón. A las 15.15 h vuelta al hemiciclo. La sesión de control
al Govern es una tregua para Forcadell. También para Puigdemont. Iceta
de muestra su habilidad y se saca de la manga una propuesta de pacto
nacional para la seguridad que desarrolle políticas para combatir el
yihadismo. El president recoge el guante. De vuelta a la ley del
Referéndum, nuevo colapso a las 16.56 h. La oposición busca el amparo
del Consell de Garanties Estatutàries. Nadie se acuerda de que el
organismo trabaja en la provisionalidad, con 3 de sus 9 puestos
pendientes de renovación, ¡desde noviembre del 2015!
19.30 h. Las banderas españolas de Reguant.
Un bebé que se queja desde la tribuna
del público mientras interviene Anna Gabriel en la reanudación del
pleno. No hay ningún argumento nuevo pero el nivel de teatralización
aumenta. Iceta es el único que enlaza las críticas con propuestas para
preservar el espacio tradicional catalanista mientras, que Inés
Arrimadas se lanza a por una moción de censura imposible. Ciudadanos,
PSC y PP abandonan el hemiciclo. Los populares dejan como rastro
senyeres y banderas españolas. La diputada de Podem Àngels Martínez, la
más veterana de la Cámara, se levanta con dificultades de su escaño,
sube las escaleras y retira las banderas españolas. Se las coloca a
Eulàlia Reguant, diputada e la CUP, que no sabe qué hacer con ellas.
Mira hacia el techo y las esconde bajo el escaño. A las 21.32 h, 83
diputados votan la ley del Referéndum, que se aprueba por 72 votos a
favor y 11 abstenciones. El hemiciclo suena en mono. Sólo ha diputados
en un lado. Los aplausos y el canto espontáneo de Els Segadors preceden
el retorno parlamentario a la realidad. El sector del taxi espera la
convalidación de un decreto.
21.35 h. Desobedecer en mangas de camisa.
La mano que mueve el BOPC se vuelve a poner en
marcha para publicar la ley aprobada. Puigdemont repite bocadillo para
cenar en su despacho mientras espera el trámite. En el bar del Parlament
se han acabado las existencias. Han servido 700 desayunos, 300
almuerzos y bocadillos hasta agotar el pan. El catering de los
trabajadores de TV3 sirve para aliviar a alguna diputada. El secretario
del Govern, Víctor Cullell, entra en el despacho del president para que
firme la ley. Es la primera rúbrica desobediente. Puigdemont se dispone a
hacerlo en mangas de camisa en presencia de los consellers Forn,
Ponsatí, Rull… Alguien piensa en la foto y el president interrumpe la
firma “Tendría que ponerse la americana”...
23.30 h. Un pitillo de madrugada.
El Govern se congrega en la Sala 4
para firmar juntos el decreto de convocatoria y las normas que ponen en
marcha la maquinaria del 1-O. La espera se alarga primero para
garantizar que la ley ha sido publicada en el DOGC correctamente y
después por la desaparición del vicepresidente Junqueras. No responde al
móvil. Al fin llega. La cara de satisfacción de Puigdemont, con su
bolígrafo de la ONCE, contrasta con las de preocupación de otros
consellers, que se refugian en una selfie. Pasada la media noche,
Puigdemont comparece en el auditorio del Parlament junto al Govern para
hacer su primer llamamiento a la participación. Entre el público, los
líderes de las entidades independentistas, algún diputado, asesores y
algún familiar. También el expresident Mas, a quien Puigdemont abraza.
Los aplausos impiden que Junqueras tome la palabra y se da por
finalizado el acto. Uno de los asesores del proceso dar por concluida la
misión.. Xavier Vendrell deja discretamente los despachos de Junts pel
Sí. El bloque independentista quiere votar antes de irse a dormir la
designación de los miembros de la Sindicatura Electoral. Pasada la 1 de
la madrugada, el conseller Turull sale a la calle a fumar. Se encuentra
con Iceta, que echa mano de ironía para amenazar con presentar un
candidato, Turull le sigue la corriente: “Te lo votamos”.
7 DE SEPTIEMBRE
10.05 h
“Eso sí que es ‘know-how’”. De madrugada, el
Govern ha puesto en marcha la web del 1-O, abierto los registros de
voluntarios. Turull ha reciclado la web del Estatut para limitar el
gasto y hace el seguimiento de que el operativo funciona desde su móvil.
La ruptura está en marcha. Puigdemont y Junqueras han enviado cartas a
los alcaldes instándoles a informar de la disponibilidad de locales para
la votación. Los ediles prorreferéndum responden en cascada con
decretos de apoyo. El pleno sigue adelante presidido por la bandera
española y la senyera. La exconsellera Irene Rigau, previsora, lleva un
bocadillo en el bolso. “Eso sí que es know-how”, certifica Puigdemont
cuando se la encuentra en el pasillo. Es la confirmación de que la
jornada volverá a ser larga. Mientras el hemiciclo espera la bomba de la
ley de Transitoriedad, se aprueba la ley de la Agencia de Protección
Social, dentro del marco autonómico, pero con la intención de
convertirse en la Seguridad Social de un Estado independiente. 72 votos a
favor y 61 en contra.
11 h. Evitar “un Vietnam”.
Forcadell se ha autoimpuesto la templanza que le
faltó el día anterior y ha incorporado una falsa sonrisa. En el
hemiciclo hay “fatiga de batalla”, señala un conseller. Los nervios
están en los pasillos. El PDECat plantea retrasar la aprobación de la
ley de Transitoriedad para no degradar más la imagen del Parlament, la
CUP amenaza con pedir en solitario la modificación del orden del día y
dejar en evidencia a los exconvergentes. El anticapitalista Quim Arrufat
entra y sale de los despachos del Govern. También Marta Pascal, Lluís
Corominas, Marta Rovira…ERC elude la polémica, pero Junqueras confirma
en los pasillos que la ley se aprobará ese día. Para Puigdemont, la
única discusión es si se abre el melón antes o después de la
intervención de Mariano Rajoy anunciada para la hora de comer. “Llevarlo
al próximo pleno es como ir a Vietnam”, avisan des de la Presidència.
El PDECat vuelve a acatar el guión.
13.04 h. El abrazo de Puigdemont y Forcadell.
El fiscal general del Estado comparece para
anunciar querellas a la Mesa y al Govern y la persecución de cualquier
preparativo del referéndum. Puigdemont lo ve por la tele en el despacho y
cede la réplica a Turull, que responde en medio del pasillo. La noche
anterior Arrimadas compareció en la sala de prensa y apagó la pantalla
en plena votación de la ley del Referéndum. A las 14.05h. Marta Rovira
pide la palabra y el hemiciclo entra en bucle. De nuevo el “señor
Carrizosa, ¿para qué pide la palabra?” y peticiones de reconsideración.
Forcadell levanta la sesión sin atender las peticiones de palabra de la
oposición e Iceta explota a gritos brazos en alto. Rajoy comparece en la
Moncloa al mismo tiempo que se suspende el pleno. “Haré todo lo
necesario, sin renunciar a nada para evitar que se celebre el
referéndum”. Puigdemont sigue las palabras del presidente del Gobierno
en su despacho y baja a comer al restaurante de la Cámara. Allí se
encuentra con Forcadell. La abraza. La presidenta está “reventada
emocionalmente”. Durante unos días se mantendrá un perfil bajo.
18.37 h. Una escapada al Born.
Las reuniones de la Mesa mantienen paralizado el
pleno. Las peticiones de reconsideración son tan automáticas que en una
de las ocasiones a Iceta no le da tiempo de llegar a su escaño antes de
la siguiente suspensión. El portavoz del PP, Alejandro Fernández,
avisa: “Debatiremos para defender la libertad hasta que se congele el
infierno”. Rovira para estupefacción de la oposición, esgrime sentencias
del TC y la Constitución –“también la mía, de momento”– para defender
su derecho de iniciativa política. Se logra alterar el orden del día a
las 20.52 h y se sitúa el debate de la ley de desconexión a las 23 h.
Puigdemont baraja una comparecencia con Forcadell, pero está atrapada en
con las Mesas, así que aparece en TV3 y 8tv y se escapa a comerse un
bocadillo en el Born. El president entra en el König con Josep Rius,
Víctor Cullell, Elsa Artadi, Pere Martí… Los dueños y la carne que
sirven son de Girona.
23.13 h. #NoloséRufián y el otro yo de Gordó.
La hora de la verdad. Albiol achaca al proceso el
papel de “principal amenaza del mercado europeo”, Arrimadas intenta
pescar en el río revuelto del PDECat e Iceta proclama la muerte de
Montesquieu. Pero el protagonista vuelve a ser Joan Coscubiela, los
diputados de Podem se van cada vez que habla, y los de Cs, PSC y PP lo
ovacionan por sus argumentos. En esta ocasión, con Gabriel Rufián como
estrella. Una batalla política en Twitter se cuela en el hemiciclo con
el hastag #noloséRufián. La ruptura de CSQP llega antes que la de
Catalunya con el Estado. Los independentistas dejan la defensa de la ley
en manos de Jordi Orobig (JxSí) y Benet Salellas (CUP), y Germà Gordó,
el diputado del grupo mixto se empeña en anunciar su único voto en
plural. La escena se repite: ciudadanos, populares y socialistas
abandonan el hemiciclo. A las 0.47 h el marcador exhibe 71 votos a favor
y 10 en contra, los de CSQP.
8 DE SEPTIEMBRE
1.10 h
“Viva el Gobierno de España”. En la calle, cuelga
una corona de flores de Forocoches. Los periodistas echan de menos las
pizzas que enviaron al comité federal del PSOE que le costó el cargo al
renacido Pedro Sánchez. Un señor con una bandera española grita en la
puerta del parque de la Ciutadella: “Viva el Gobierno de España”.
“Misión cumplida con tres horas de retraso”, celebra el Govern.
12 h
“Esto hay que arreglarlo”. Las heridas siguen
abiertas en el Parlament, pero eso no impide compartir un café ni
bailar un mambo con la CUP. Puigdemont se encuentra con Andrea Levy,
Santiago Rodríguez y Alicia Sánchez-Camacho en el bar. Se impone el
factor Girona. Sánchez-Camacho y Puigdemont sonríen con el “café para
todos” y la secretaria de la Mesa del Congreso susurra algo así como:
“Estoy hay que arreglarlo, yo ya se lo digo al jefe”. El jefe es Rajoy.
Pareciera como si Carles Puigdemont se le hubiera ido la olla, está como
loco, babea, es un agitador, un rebelde suelto, ya no razona, cómo es
posible que siga dando mítines por los pueblos de Cataluña. Deberían de
ponerlo a buen recaudo en el psiquiátrico de una prisión de máxima
seguridad. Esta haciendo un perjuicio irreparable a la convivencia
catalana. Por cierto, en 1934 los protagonistas de aquel intento de
golpe de
Estado acabaron todos en la cárcel, procesados por las autoridades
judiciales de la República. El 80 % no son independentistas. La gente
tiene miedo por lo que pueda pasar. Esta tensión es buena para que
aprendan a confiar su voto a partidos peligrosos. El loco de Puigamon
esta alentando a los soberanistas a encararse contra los alcaldes que no
colaboren con el 1-0. Algo increíble en un presidente autonómico. Pero
con Ada Colau ha topado, veremos a ver cuánto le resiste.
Van ha hacer una pamtomima de referéndum con 49 urnas y lo van a considerar legal, para poner en marcha la ley de transitoriedad. El 60% de catalanes saben que es un referéndum ilegal si respaldo internacional y que no va a servir para nada legal. Escribe Francesc de Carreras en el País: "Sabe perfectamente [sobre el referéndum] que ello no sucederá, tener urnas apenas significa nada, uno no puede ir colocando urnas[clandestinas] por las esquinas en la madrugada del 1 de octubre para que los ciudadanos empiecen a votar unas horas después" [Corriendo de la Policía. Esto no sirva para nada].
El único que los puede parar en Rajoy, y no lo esta haciendo. Rajoy nunca jamás negociará un referéndum vinculante. La solución pasa por un pacto a la vasca con mas autonomía y beneficios fiscales, y renunciando al separatismo. Con Mariano Rasjoy se puede hablar de financiación y de todo, menos separatismo, o de algo que vaya contra Constitución, como es lógico y normal.
La gente joven de menos de 40 años, que a estudiado en las universidades, sabe y reconoce que las leyes del referéndum y de transitoriedad, no se han hecho por los procedimientos legales, no tienen valor legal, porque las ha anulado el Tribunal Constitucional.
Hay una minoría locuaz, muy organizada y subvencionada que puede contra la mayoría silenciosa y disidente, que tiene miedo a ser señalada, que puede ser despedida del trabajo, u objeto de señalamiento. Parecido a lo que se hacia años atrás en el País Vasc con un tiro en la nuca.
Por ello, todos para poder trabajar o ganar unas oposiciones han tenido que aprender catalán, nadie se quiere señalar. Por éste control de la guardia secreta social, muchos se están marchando. Estamos en Cataluña en el periodo del Terror rojo jacobino,bajo un gobierno enloquecido. Estos son los males de los nacionalismos, antisistema y revolucionarios.
Una multitud con banderas siempre intimidan, pero son pacificos. Ya veremos. Las manifestaciones no consiguen nada, más que se hizo por Ángel Blanco, y al final los terrorista lo asesinaron a sangre fría.
Van ha hacer una pamtomima de referéndum con 49 urnas y lo van a considerar legal, para poner en marcha la ley de transitoriedad. El 60% de catalanes saben que es un referéndum ilegal si respaldo internacional y que no va a servir para nada legal. Escribe Francesc de Carreras en el País: "Sabe perfectamente [sobre el referéndum] que ello no sucederá, tener urnas apenas significa nada, uno no puede ir colocando urnas[clandestinas] por las esquinas en la madrugada del 1 de octubre para que los ciudadanos empiecen a votar unas horas después" [Corriendo de la Policía. Esto no sirva para nada].
El único que los puede parar en Rajoy, y no lo esta haciendo. Rajoy nunca jamás negociará un referéndum vinculante. La solución pasa por un pacto a la vasca con mas autonomía y beneficios fiscales, y renunciando al separatismo. Con Mariano Rasjoy se puede hablar de financiación y de todo, menos separatismo, o de algo que vaya contra Constitución, como es lógico y normal.
La gente joven de menos de 40 años, que a estudiado en las universidades, sabe y reconoce que las leyes del referéndum y de transitoriedad, no se han hecho por los procedimientos legales, no tienen valor legal, porque las ha anulado el Tribunal Constitucional.
Hay una minoría locuaz, muy organizada y subvencionada que puede contra la mayoría silenciosa y disidente, que tiene miedo a ser señalada, que puede ser despedida del trabajo, u objeto de señalamiento. Parecido a lo que se hacia años atrás en el País Vasc con un tiro en la nuca.
Por ello, todos para poder trabajar o ganar unas oposiciones han tenido que aprender catalán, nadie se quiere señalar. Por éste control de la guardia secreta social, muchos se están marchando. Estamos en Cataluña en el periodo del Terror rojo jacobino,bajo un gobierno enloquecido. Estos son los males de los nacionalismos, antisistema y revolucionarios.
Una multitud con banderas siempre intimidan, pero son pacificos. Ya veremos. Las manifestaciones no consiguen nada, más que se hizo por Ángel Blanco, y al final los terrorista lo asesinaron a sangre fría.