Trump despide a Scaramucci como director de Comunicación 10 días después de nombrarle
Es una decisión del general Kelly en su primer día como jefe de gabinete del presidente
Washington
Nada le dura al presidente. Sus apuestas más personales caen a una velocidad vertiginosa. Así ocurrió con su consejero de Seguridad Nacional, el islamófobo y extremista Michael Flynn, fulminado a los 24 días de su designación por sus mentiras sobre la trama rusa. Ahora le ha llegado el turno a Scaramucci, un pequeño tiburón financiero de Wall Street, que sin experiencia política había mostrado una bajeza insólita incluso en la selva de Washington. En su cruzada por acabar con las filtraciones que sacuden la Casa Blanca, atacó al entonces jefe de gabinete, Reince Priebus, al que acusó de ser “un jodido paranoico esquizofrénico”; insultó al estratega jefe (“yo no intento mamármela como él"), y presionó sin escrúpulos a un conocido periodista de The New Yorker para que delatará a los topos. Todo en menos de 24 horas y a cinco días de su nombramiento.