Margarita perdió un tiempode intervención para hablar del caso Gürtel (Correa), cuando Rajoy dijo que Margarita también tuvo que testificar en el caso Lasa Zabala.
"¿Un dirigente político puede acudir a los tribunales cuando se le cita
como testigo o debe dimitir?", se ha preguntado Rajoy tras recordar que
Robles también declaró como testigo en el caso Lasa y Zabala.
"¿Cuando liquidamos la presunción de inocencia?", ha continuado. "Me
parece muy poco serio. Le pido un poco de pudor, porque si no será muy
difícil que me la pueda tomar en serio", le ha dicho a Robles. "Ser
testigo en un procedimiento judicial no es un deshonor para nadie", ha
añadido sobre su paso por la Audiencia Nacional. "Señora Robles, esto no
es un tribunal", ha ironizado ante la exmagistrada. "Una cosa es que me
sometan a control y otra que me nieguen el derecho a la legítima
defensa".
El País, 30 de agosto. Parlamaneto
ESTO ES LO QUE HE ENCONTRADO EN INTERNET SOBRE MARGARITA ROBLES. en Wikipedia
Durante su etapa como Secretaria de Estado del Ministerio del Interior, Margarita Robles impulsó la investigación del secuestro y asesinato de [de los etarras] José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, además de retirar los fondos de la guerra sucia del GAL para José Amedo y Michel Domínguez y ordenar la busca y captura de Luis Roldán.
El Caso Lasa y Zabala
Según la sentencia del caso, en el año 1981 José Antonio Lasa Aróstegui y José Ignacio Zabala Artano,
ambos de 18 años, pertenecían a la banda terrorista ETA, formando
parte, junto con Íñigo Alonso Uranga y otra persona sin identificar, del
comando denominado Gorki.
En noviembre de 1981 Íñigo Alonso fue detenido cuando, con sus
compañeros de comando, acababa de realizar un atraco en una entidad
bancaria, mientras que los demás, tras enfrentarse a tiros con los
miembros de la Policía, lograban darse a la fuga. A raíz de estos hechos
Lasa y Zabala huyeron de España.
En el año 1983
se encontraban en Francia, residiendo en la localidad de Bayona; allí
estaban en contacto con el denominado Comité de Refugiados, habían
formulado peticiones de asilo político y, mientras se tramitaban, habían
ido solicitando permisos de residencia, que les habían sido concedidos
por distintos periodos de tiempo.
El 15 de octubre de ese año Lasa y Zabala fueron secuestrados en Bayona (Francia) por miembros del GAL.1 Fueron retenidos en el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo. Siguiendo instrucciones del general Galindo, los llevaron al palacio de La Cumbre, en San Sebastián, donde fueron torturados.2 A la vista del estado en que quedaron, el general Galindo, con el conocimiento del gobernador civil Julen Elgorriaga y del teniente-coronel Ángel Vaquero, ordenó su asesinato y desaparición. Los guardias civiles Enrique Dorado y Felipe Bayo les llevaron a Busot (Alicante), cavaron una fosa, y el primero les disparó tres tiros en la cabeza. Después los enterraron cubiertos con cal viva.3
En enero de 1985 fueron hallados sus restos, pero permanecieron sin identificar hasta 1995, a pesar de que ya en la primera autopsia de 1985 mostraran signos de haber sido torturados, según Francisco Etxeberria, uno de los máximos expertos en medicina forense y profesor del Instituto de Criminología de la Universidad del País Vasco.456
Mientras se desarrollaba el funeral, la Ertzaintza
(policía autonómica vasca) cargó contra los familiares de los
fallecidos para impedir que sacaran los ataúdes de los coches fúnebres
para rezarles un responso.
.............................
El general Galindo fue a la cárcel.
No se pueden matar terroristas por la Guardia Civil.
En cambio los Mossos pueden matar a los terroristas de Barcelona y Cambrils
(Revista digital de ARTE, CULTURA Y OPINIÓN DESDE ALICANTE. Nuevoimpulso.net
ARTICULOS DE OPINION
Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.